Apariciones de Jesús y María en Itapiranga y Manaus –AM, Brasil
En 24.01.2009 - San Giovanni Rotondo
¡La paz para ustedes mis hijos queridos!
Queridos hijos, vengo del cielo para bendecirlos. Yo soy su Madre del Cielo y todos ustedes son mis hijos. Hijos, yo estoy reuniéndolos en oración para que así la misericordia de Dios descienda sobre toda la humanidad. Los tiempos actuales están llenos de tantas tinieblas y yo su Madre Inmaculada, vengo para iluminarles el camino que conduce al cielo, que conduce a Dios. Sigan el camino que les estoy indicando. El camino por el cual los conduzco es el camino de renuncia a si mismo, el camino del arrepentimiento sincero de sus pecados, el camino de amor y de perdón. Para que ustedes puedan andar seguros en este camino necesitan ser muy humildes, humildes, humildes y vivir la obediencia profundamente. Las almas desobedientes son almas que no agradan a Dios. Dios ama la obediencia y desea que todos la vivan cada día. Si ustedes dicen que aman a Dios, pero no obedecen, ni a su Ley de Amor, están perdiendo tantas gracias y engañándose a si mismos, porque a Dios nadie le engaña, pues él todo lo ve. Sean hijos del verdadero testimonio de vida. Que su vida, queridos hijos, sea el reflejo de la luz y del amor de Dios a sus hermanos. Con amor ustedes vencerán los obstáculos de cada prueba en este mundo. Sin amor ustedes se perderán, porque la falta de amor trae la perdición a sus almas, por lo tanto amen. A todos los bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!
En 23.01.2009 - San Giovanni Rotondo
¡La paz esté con ustedes!
Mis hijos amados, sean de Dios renunciando a todo mal y a los vicios de este mundo. Sean hijos e hijas obedientes para ser agradables a Dios. Mi Hijo todo lo ve y él desea que sus corazones estén abiertos a su gracia. Mi Hijo desea ver brillar en ustedes su luz. Recen, recen, recen. Sean de Jesús verdaderamente y su bendición los santificará. A todos los bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!
En 19.01.2009 - Pavone Mella
¡La paz mis hijos, la paz de Jesús para todos ustedes!
Queridos hijos, yo los amo y deseo traerles mi mensaje que mi Señor me permitió. Recen, recen, recen mucho por el mundo y por todos aquellos que se encuentran distantes de Dios. Hagan adoraciones al Santísimo Sacramento, pidiendo la conversión de todos mis hijos rebeldes que tienen sus corazones llenos de odio y de violencia. Yo estoy a su lado para ayudarlos. Hoy, yo bendigo a sus familias. Vuelvan a sus casas con la paz de Dios. A todos los bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!
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