¡UNA ORACION MILAGROSA DE SANACION!
Señor Jesús, vengo ante Ti, sólo como soy. Lamento mucho mis pecados. Me arrepiento de mis pecados, por favor perdóname. En Tu nombre, perdono a otros por todo lo que han hecho en contra mía. Renuncio a Satanás, a los espíritus malignos y a todos sus trabajos. Te doy mi yo enteramente. Señor Jesús, ahora y por siempre. Te invito a mi vida. Jesús, te acepto como mi Señor, Dios y Salvador. Sáname, cámbiame, fortaléceme en cuerpo, alma y espíritu. Ven Señor Jesús, cúbreme con tu preciosa sangre, y lléname con Tu Santo Espíritu, Te amo Señor Jesús. Te alabo, Te agradezco Jesús, Te seguiré todos los días de mi vida. Amén,
¡Amén!
¡LA HISTORIA DE LOS MILAGROS!
+ Había una mujer quien vivía en las montañas y estaba llevando una vida ejemplar. Ella, deseando saber cuántas fueron las heridas que Cristo Nuestro Señor, había recibido en su Sacratísimo Cuerpo, pidió al Señor, con devoción para que se las revelara a ella.
El Señor se le apareció a ella y le dijo:
“Debes saber que lo que Recibí en mi cuerpo fueron cinco mil cuatrocientas cincuenta y cinco (5455) y por lo tanto, Te digo que todos aquellos que en memoria de ellas reciten: QUINCE (15) PADRE NUESTROS Y QUINCE (15) AVEMARIAS durante un (1) año, serán removidas del Purgatorio quince almas y serán aliviadas de la pena que deberían pasar por tantos pecados mortales, y en su lugar obtendrán la gracia y la confirmación de buenas obras.” También, cualquiera que recite durante todo el año esas oraciones, Yo les daré quince días de ante mano, Mi cuerpo para comer, y él no tendrá sed, y Pondré ante él el signo de la cruz que le servirá como guardián y defensa: y Yo, junto con Mi Santísima Madre, lo atenderé en la hora de su muerte, y recibiré benignamente su alma y la llevaré al placer eterno, y una vez allí, Le daré a beber de la Divinidad; y cualquiera que tenga verdadero dolor y contrición o arrepentimiento de sus pecados, y cumpliera con las oraciones durante un año. Le perdonaré todos sus pecados desde el día que nació hasta su muerte, y lo salvaré del poder del demonio y de sus tentaciones; y si él es débil; se volverá bueno, y continuamente, salvaré su alma del fuego del infierno; y cualquier cosa que pidiera a Mi Madre Lo concederé y le daré vida que le dará el derecho a vivir en mi Reino y habitar conmigo eternamente.”
+ “Quienquiera que lleve consigo esta oración, y se la de a alguien a leer, o se la enseñe a cualquier persona, obtendrá en esta vida el placer y recompensa. Dondequiera que él esté, esta oración lo mantendrá en paz e intacto, en la misma manera que mantuve el fuerte oleaje del mar. Cualquier persona, sea hombre o mujer quien tenga esta oración, no morirá repentinamente, no será perseguido por sus enemigos, no serán conquistados en la batalla, o encarcelados o ahogados en el mar, ni quemados por el fuego o por un rayo, ni será depuesto por cualquier falso testimonio. Cualquier mujer que esté a punto de dar a luz deberá colgar esta oración el su cuello, dará a luz sin ningún peligro.”
Esta oración fue traída por Don Juan Cardoso desde Roma. Se encontró en el cuerpo de un hombre quien fue tirado al mar con una gran piedra atada a su cuello. El hombre su mantuvo a flote en el mar sin ahogarse. Cuando fue rescatado de las olas la Oración fue encontrada en su posesión. Cualquiera que la lleve, debe llevarla con una fe sincera, porque ¡Dios no sabe fallar en sus promesas!
Cada día, diga la siguiente: ORACION
Mi Señor, Jesucristo, recuerda que soy un pecador. Santísima Virgen, ora por mí. Tú siempre deberás ser alabada y bendecida. Ora por este pecador a Tu Amado Hijo, Preciosa belleza de los Ángeles, los Profetas y Patriarcas, Corona de los Mártires, Apóstoles, Confesores, Gloria de los Serafines, Corona de las Vírgenes sálvame de la terrible figura del demonio cuando mi alma parta de mi cuerpo Oh, Santísima Fuente de Piedad y Belleza de Jesucristo, Alegría de los Cielos, Consuelo del Clero, Remedio en nuestros trabajos, Contigo Virgen Prudentísima, los Ángeles están alegres, Recomienda mi alma y el alma devota, Cristianos, ora por nosotros a Tu Bendito Hijo, y llévanos al Paraíso Eterno donde Tú reinas y vives por siempre, y allí te veneraremos eternamente. Amén.
Virgen María Soberana, Madre del Dios Viviente, porque Tú lo llevaste, ora por nosotros pecadores de manera que El pueda perdonarnos, sálvanos de los malvados enemigos que están luchando contra nosotros, y concédenos la gloria eterna. Bendecida por siempre la Sagrada Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
+ UN PADRE NUESTRO, AVEMARIA Y GLORIA AL PADRE, AL HIJO Y AL ESPIRITU SANTO.
‘VENERACION DE LAS HERIDAS’ (EN EL HOMBRO DE CRISTO)
Años atrás en Clairvaux, Francia, se dijo que San Bernard una vez le pidió al Señor entre Sus sacrificios y sufrimientos cuál fue el mayor, el mas doloroso menos conocido. Nuestro Señor le contestó: “Tuve la mas dolorosa herida en mis hombros según llevaba la cruz en el amargo camino al Calvario, lo que me dio mas dolor que las otras heridas, pero nunca se supo porque nunca fue vista. Denle honor a esta herida en sus oraciones y les daré todo lo que pidan por medio de los meritos de la misma herida. Y todos los que de Mí veneren esta herida obtendrán perdón de sus pecados, y Yo no voy a recordar mas los pecados mortales que hayan cometido y serán ya perdonados.
ORACION:
Oh querido Jesús, Cordero de Dios, el más manso, yo, un miserable pecador, rindo homenaje y adoro las heridas en Tu hombro causadas por el peso de la cruz. Que Tú cargaste. Su peso desgarró Tú carne y descubrió los huesos de Tu hombro, lo que Te causó mas sufrimiento que cualquiera de las otras heridas…Te adoro, Oh, doloroso Jesús, Te alabo, Te agradezco por Tu adorable y dolorosísima herida. Seguridad de fe de concederme, por medio del dolor excesivo y sin medida del peso de la cruz. Ten misericordia de mí un pecador. Perdona mis pecados mortales y veniales y guíame hacia el cielo por medio del camino de la cruz. Amén.
+ Estas fueron reveladas a la pía, amadora de Dios Hermana María Magdalena de la Orden de Santa Clara, franciscana, que vivió, murió y fue beatificada en Roma. Jesús cumplió el deseo de esta hermana que deseaba ardientemente saber sobre las torturas secretas que El soportó la noche antes de Su muerte. (ESTA DEVOCION ESTA APROBADA Y RECOMENDADA POR SU SANTIDAD CLEMENTE II, 1730-1740):
LAS QUINCE TORTURAS SECRETAS DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
"Los judíos me consideraban el hombre más desgraciado en toda la tierra, es por eso que:
(1)- Ataron mis pies con una cuerda y me arrastraron por los peldaños de la escalera, hasta una bodega mugrienta y nauseabunda.
(2)- Me despojaron de mi ropa e hincaron mi cuerpo con pedazos de hierro.
(3)- Me amarraron una cuerda alrededor de mi cuerpo y me hicieron caer al suelo, de un extremo al otro.
(4)- Me colgaron de un madero con un nudo corredizo hasta que me resbalé y caí. Abrumado por esta tortura, derramé lágrimas de sangre.
(5)- Me ataron a un poste e hirieron mi cuerpo con diversas armas.
(6)- Me golpearon con piedras y me quemaron con brasas ardientes y antorchas.
(7)- Me hirieron con punzones; lanzas agudas me arrancaron la piel, la carne y las arterias.
(8)- Me amarraron a un poste y me hicieron pararme, descalzo, sobre una lámina de metal incandescente.
(9)- Me coronaron con una corona de hierro y me vendaron los ojos con los trapos más sucios posibles.
(10)- Me hicieron sentar en una silla cubierta con clavos de punta aguda, que causaron profundas heridas en mi cuerpo.
(11)- Me pusieron en las heridas plomo líquido y resina y, luego de esta tortura, me empujaron contra la silla de clavos, de modo que los clavos penetraran más y más profundo en mi carne.
(12)- Para vergüenza y aflicción, enterraron agujas en los agujeros de mi barba, que me arrancaron. Me amarraron las manos tras la espalda y me sacaron de la prisión a puñetazos y golpes.
(13)- Me arrojaron sobre una cruz y me amarraron tan fuerte que casi no podía respirar.
(14)- Me golpearon en la cabeza mientras yo yacía en tierra, y se pararon sobre mí, lastimando mi pecho. Luego, tomando una espina de mi corona, la clavaron en mi lengua.
(15)- Echaron en mi boca las excreciones más inmodestas, mientras hacían las expresiones más infames sobre mí.
Luego Jesús agregó: "Hija mía, deseo que le hagas saber a todo el mundo estas QUINCE TORTURAS SECRETAS, para que todos sean honrados. Cualquiera que me ofrezca a diario, con amor, uno de estos sufrimientos y diga con fervor la siguiente oración, será recompensado con la gloria eterna en el día del juicio.
La oración que Jesús nos pidió que hiciéramos dice como sigue:
Mi Señor y mi Dios, es mi voluntad inalterable honrarte en estos QUINCE TORMENTOS SECRETOS, cuando Tú derramaste Tu Preciosa Sangre: tantas veces como haya granos de arena alrededor de los mares, como granos de trigo en los campos, o briznas de hierba en los prados, como frutos en los huertos, como hojas en los árboles, o flores en los jardines, como estrellas en el cielo, como ángeles en el Cielo, como criaturas en la tierra; tantas miles de veces tú serás glorificado, alabado y honrado, oh, Señor Jesucristo, el más digno de ser amado, Tu Sacratísimo Corazón, Tu Preciosa Sangre, Tu Divino Sacrificio por la humanidad, el Santísimo Sacramento del Altar, La Santísima Virgen María, los nueve gloriosos coros de ángeles y la Bendita Falange de los Santos, de mí y de todos, ahora y para siempre, y por los siglos eternos.
De la misma manera, yo deseo, Mi querido Jesús, darte gracias, servirte, reparar y expiar todas las ignominias, y ofrecerte mi alma y cuerpo como Posesiones Tuyas por siempre.” Así mismo, lamento por todos mis pecados y sea Tu perdón, Oh mi Señor y mi Dios. Y Te ofrezco todos los meritos de Jesucristo para reparar todo, para obtener una muerte feliz y la liberación de las almas del Purgatorio. Esta oración, yo deseo renovarla en cada hora hasta mi muerte Oh amoroso Jesús, Dulce Salvador, fortifica mi resolución y no permitas que hombres malvados o Satanás la destruyan. ¡Amén!
IMPRIMATUR: J. Bustamante, Prov. Y. Vicario Gral; Copyright By: Bros. Cesar Luna, SFO, November 1990 ... "MIRACLES OF OUR LORD OF PARDON"!