Mensaje de Nuestra Señora – María, Llena de Gracia
El Advenimiento del Nuevo Mundo – Palabras de Nuestra Señora
El Tiempo del triunfo del Inmaculado Corazón de María y la conversión en masa
8 de diciembre de 2011 – Fiesta de la Inmaculada Concepción de María
Queridos hijos, con mucho amor y cariño vengo a bendeciros en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Unidos a la Santísima Trinidad, vamos juntos a buscar la verdadera Paz para el mundo.
Mis hijos, Mis pequeñitos hijos, Yo os agradezco por los homenajes que Me dedicasteis hoy, en este día de Gracias especiales para todos vosotros.
Espero que tengan gran alegría por estar Conmigo en esta batalla contra todo el mal que existe sobre la tierra.
Vosotros alegran a Dios y a Mí, cuando tienen gratitud por la Madre Celestial que El les dio. Soy vuestra Protectora, la Madre del Perpetuo Socorro, no dejo de comparecer cuando vos Me llamáis a vuestro socorro.
Mi Divino Hijo os dio a Mí como hijos a los pies de Su Cruz donde murió para salvaros. Yo tengo gran alegría en ser vuestra Madre también. Yo os amo de la misma manera que os ama Jesús.
Mis hijitos, sepan que Mi vida siempre estuvo y está en Manos de Dios Padre, El Me preparó para toda Mi existencia, hizo Inmaculada Mi Concepción para ser la Madre de Su Hijo Unigénito, El, Jesucristo Hijo Unigénito de Dios, Verdadero Dios, Verdadero Hombre, Vuestro Salvador, y vuestro hermano. Dios Padre hizo de Mí el primer Sagrario en la tierra para enviar a Su Divino Hijo al mundo.
Aquí en Mi Vientre fertilizado por el Amor del Divino Espíritu Santo, Jesucristo estuvo durante nueve meses creciendo hasta llegar la hora de Su Nacimiento. Pero el mundo no conocía el Secreto de Dios, después al conocer comenzó la persecución, hubo matanza de inocentes para ver si mataban a Mi hijo, pues el mundo esperaba la venida del Mesías, pero no sabía que El en aquellos días ya estaba en medio de la humanidad.
Dios Padre Lo protegía, el Divino Espíritu Santo nos instruía a través de los Angeles y nosotros tres, San José, Yo y Jesús procurábamos refugios.
Así comenzó la persecución que dura hasta hoy cuando los que tienen poderes de gobernar quieren eliminar al Verdadero Rey.
Yo también fui perseguida desde el principio, pero Dios Padre Me daba toda protección y Me la da hoy cuando Soy todavía perseguida por falsas religiones. Desde el principio los que abusan de sus poderes de gobernar al pueblo, persiguen a los que los hacen temblar de miedo, porque saben
que delante de Dios nadie tiene el poder de nada, a la hora que Dios quiere El derrumba toda la arrogancia humana y hace que todos vuelvan a la realidad.
Dios hoy muestra al mundo que en Sus Manos está la existencia de todo, El controla, El corrige, El da continuidad a lo que existe y elimina lo que El no quiere que continúe existiendo.
Ahora llegó a la vez Mi Triunfo, Jesucristo ya triunfó sobre la muerte y Mi Triunfo será sobre el mal, porque Dios Me dio la misión de aplastar la cabeza de la Serpiente.
Ella que se arrastra sobre la tierra llevando a los hijos de Dios a caer en sus trampas y cometer los ‘Siete Pecados Capitales’ y tantos otros que provienen de ellos. Por eso Mi Misión todavía no termina. A pesar de ser tan perseguida, hasta el fin del tiempo del pecado sobre vosotros pecadores, pero alegraos, nuestra alegría será muy grande, Dios mostrará al mundo Su Poder sobre el mal.
Soy la Sierva del Señor, El hizo de Mí vuestra protectora y Mi Misión ha sido parte de Su gran Amor por todos nosotros Sus hijos. El día del Triunfo de vuestra Madre está llegando. Hasta aquellos hijos que no Me aceptan como Madre, no aprendieron a Amarme, Yo cuido de ellos también hasta la hora de sus muertes. Ellos todavía no conocen el Secreto de Dios, por esto no saben lo que hacen, son engañados por el maligno que desea diversión de ellos todo el tiempo. Ellos un día llorarán porque no Me reconocieron y sabrán que estuve con ellos todos los días de sus vidas, protegiéndolos y trayendo del Cielo ayuda para cada uno.
Soy la Mediadora de Todas las Gracias que Jesucristo recibe del Padre para derramar sobre el mundo. El me hizo Mediadora entre el Cielo y la tierra.
Traigo lo que El concede y llevo hasta El vuestros pedidos hasta de los que no Me aman. El, solamente puede interceder por vosotros delante del Padre. El Divino Espíritu Santo los calienta para recibir la Gracia del Padre. Por lo tanto, nada se realiza sin la acción de la Santísima Trinidad.
Soy la Madre de la Divina Misericordia, hago parte de Ella, Soy como la leche materna que sustenta la crianza hasta que ella crece.
Este Corazón de Madre está en espera vuestra, Soy la Leche que sale del Cuerpo, el Cuerpo de la Santísima Trinidad.
Vosotros partiréis en dirección a la Patria Eterna, muy pronto, es por esto que necesitáis preparar vuestra almas, depende de vosotros llevar delante de Dios vuestro esfuerzo, vuestro ‘sí’ a El.
Es con vuestra propia vida que responderéis a Dios si queréis continuar debajo de Su gran Amor.
Si continuáis y convertís llegareis al Cielo y recibiréis la herencia que tienen en las Manos de Dios para recibirla, si hubiera vuestra conversión. Habitareis en la Nueva Tierra, el Paraíso. La vida es Eterna para quien fuera salvo, y el Infierno es el lugar para quien pierda la Salvación, allá sólo es castigo.
Luchen Mis hijos, llegó la hora de decidir para donde queréis ir Cielo o Infierno. La decisión es vuestra.
Para merecer el Cielo el hombre necesita arrepentirse de sus pecados, pedir perdón a Dios y no desistir, es necesario humillarse, reparar sus errores y abandonarse en las Manos de Dios.
Para el hombre ser lanzado al Infierno él no necesita hacer nada, va como es, sin amor, sin Luz, sin nada que pueda agradar a Dios, es apenas condenado.
Es esto lo que vengo a revelaros hoy en este día tan lindo para vuestra conversión, debéis crecer en vuestra espiritualidad hasta llegar al Cielo.
Esto no es como la Torre de Babel, no es desafío a Dios, sino que es fe, es esperanza, es caridad para con vuestras almas, hacer con ellas crecer en merecimientos hasta llegar a Dios. Allá en el Cielo ellas habitarán en paz, en la Justicia Eterna.
Rezad, rezad, rezad por el Santo Padre el Papa Benedicto XVI, por todo el Clero, por todos los religiosos y religiosas, por toda la humanidad.
Rezad por los ateos y paganos, ayudadlos con vuestras oraciones, ellas realizan grandes milagros.
Rezad por la Santa Iglesia fundada por Jesucristo, colocad flores en el camino para el Señor pasar, cada Navidad El retorna sobre la tierra donde nació para salvar a los pecadores arrepentidos. Vamos a preparar la tierra, El ya viene.
Deseo que esta Navidad sea para vosotros un día de alegría y felicidad, que puedan comprender que Jesucristo quiere nacer en vuestros corazones, convertíos, convertíos.
Preparaos y vigilad y rezad, ayuden al Santo Padre el Papa, en esta hora tan difícil de reunir a todo el pueblo de Dios para una Navidad más feliz, más harmoniosa.
El Santo Padre el Papa necesita de mucha ayuda, de oración vuestra, con ella todo se consigue para vencer al mal que domina al mundo.
Es estando en oración que Dios atiende vuestros pedidos.
Los niños piden dinero a los padres para conseguir lo que desean, esto está mal. Es necesario rezar y pedir a Dios, El provee los medios para cada uno tener lo que necesita. Escuchad los consejos de Vuestra Madre. Dios está revelando a vos los Secretos que vos no conocéis.
Yo os amo mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.
Pido a todos los brasileños que hagan más esfuerzo para rezar durante la noche también, es necesario estar vigilantes a las tempestades, ellas serán fuertes de aquí en adelante. Ya escucharán de muchos accidentes que destruirán ciudades, colinas, casas, mientras todos duermen. Quien soporte permanecer despierto debe despertar a quien estuviera durmiendo durante una noche de lluvia fuerte.
Lo mejor es buscar un refugio seguro para pasar la noche. Yo os hablo de esto por causa de los hijos que construyen casas en lugares que no tienen seguridad ninguna.
Dios os está alertando, falta de vuestra parte el comprender y buscar refugio seguro.
Todos los países están en la misma situación. Vamos a rezar juntos. El mundo entero ahora más que nunca, está corriendo el mismo riesgo de catástrofe, tragedias, accidentes, grandes desastres en las carreteras, en todo lugar, accidentes geográficos por causa de las lluvias, de los vientos que serán fuertes. El hombre descuidado no analiza el terreno para construir sus casas. Cuidado, mucho cuidado.
Ahora los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, la Madre de Jesús el Salvador del mundo,
María, la Inmaculada Concepción.
Debéis meditar el Santo Evangelio de hoy: Lucas 1: 26-38.
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