19 DE MARZO 2010
Amadísimos de Mi Corazón Inmaculado:
VENGO A INVITARLES PARA QUE GUSTEN DEL AMOR DE MI HIJO.Yo les guío en todo momento. De Mi Mano caminarán seguros; Mi Corazón les albergará en toda circunstancia. Sean fieles al clamor de Mi Hijo. Como una familia fundada en el amor, así deben permanecer los Míos en este instante presente, mirando en todo la esencia de Dios.
Hijitos: Su Padre no está lejano, está en ustedes. Lo mantienen distante porque no le buscan, no le atienden, no oran. Deben orar con constancia un día y otro para que sean escuchados; deben intensificar los pedidos en bien de la humanidad.Amadísimos: en este tiempo la Misericordia de Dios está derramándose de manera especial. Acójanla, conviértanse; es el instante preciso para que se entreguen a la santidad de vida.
HOY UNA VEZ MÁS, POR PEDIDO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD, LES URJO A UNIRSE EN UNA SOLA VOZ ORANTE. EL FUEGO ASCIENDE HACIA LA SUPERFICIE, LA ANGUSTIA SE APODERARÁ MÁS Y MÁS DEL HOMBRE ANTE UNA FE DEBILITADA POR EL PECADO.
Continúan la vida siendo vacilantes y seducidos por lo mundano; han dejado de lado los valores.
Es apremiante el retorno de los Míos, es urgente que atiendan el llamado. La tierra continúa girando y los días acortándose, por lo cual el tiempo anunciado se acerca. Pronto se moverá nuevamente, y el tiempo se acortará aún más.
Hijos: si un movimiento telúrico causa este complejo desfase en el movimiento de la tierra, deténganse por un momento y piensen: ¿cómo será el AVISO, cómo será luego el castigo?No es la Mano del Padre la que traerá el dolor a la humanidad. No es esta Madre la que les abandonará. Permaneceré al lado de cada uno de ustedes sin abandonarlos ni un instante. Son Mis Hijos, Mi batallón, Mis valientes, Mis fieles que lucharán contra las huestes del mal, hasta retornar cuanto ha sido creado a Su Señor y Dueño.
Los continentes se moverán nuevamente: el agua cae, el agua cae. No olviden que al acercarse el padecimiento de esta generación, son llamados por medio de las fuerzas de la naturaleza para que atiendan.
CONVIÉRTANSE, ARREPIÉNTANSE, ANTES DE QUE EL AVISO LLEGUE Y EL PESO DEL PECADO LES LLEVE A PADECER HASTA EN LAS ENTRAÑAS, DESGARRÁNDOLES EL ALMA AL CONOCER POR SÍ MISMOS LA LEJANÍA DE DIOS, LA FALTA DE AMOR Y LA DESOBEDIENCIA EN QUE HAN VIVIDO CONTINUAMENTE.
Conviértanse antes de que el pecado les queme el ser. El pecado ha dejado de pasar desapercibido, ha tomado vida, cuerpo, y les ha invadido.
Vivirán momentos crueles, gestados por ustedes mismos. La conciencia les tomará por unos minutos, que serán para ustedes una eternidad.
Asia será nuevamente probada y con ella la humanidad. Hoy les invito a mirarse sin mentiras, a ser honestos con ustedes mismos. No se escaparán al juicio Divino; así es que no escondan lo que Dios conoce.
Sean prudentes, pero a la vez, defensores y protectores de los débiles; para que con el testimonio, den la Luz de Dios a sus hermanos, en este instante en que la confusión está envolviendo a la humanidad.
Permanezco ante ustedes.
Mi Corazón está abierto para recibirles.
Les amo.
Amadísimos de Mi Corazón Inmaculado:
VENGO A INVITARLES PARA QUE GUSTEN DEL AMOR DE MI HIJO.Yo les guío en todo momento. De Mi Mano caminarán seguros; Mi Corazón les albergará en toda circunstancia. Sean fieles al clamor de Mi Hijo. Como una familia fundada en el amor, así deben permanecer los Míos en este instante presente, mirando en todo la esencia de Dios.
Hijitos: Su Padre no está lejano, está en ustedes. Lo mantienen distante porque no le buscan, no le atienden, no oran. Deben orar con constancia un día y otro para que sean escuchados; deben intensificar los pedidos en bien de la humanidad.Amadísimos: en este tiempo la Misericordia de Dios está derramándose de manera especial. Acójanla, conviértanse; es el instante preciso para que se entreguen a la santidad de vida.
HOY UNA VEZ MÁS, POR PEDIDO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD, LES URJO A UNIRSE EN UNA SOLA VOZ ORANTE. EL FUEGO ASCIENDE HACIA LA SUPERFICIE, LA ANGUSTIA SE APODERARÁ MÁS Y MÁS DEL HOMBRE ANTE UNA FE DEBILITADA POR EL PECADO.
Continúan la vida siendo vacilantes y seducidos por lo mundano; han dejado de lado los valores.
Es apremiante el retorno de los Míos, es urgente que atiendan el llamado. La tierra continúa girando y los días acortándose, por lo cual el tiempo anunciado se acerca. Pronto se moverá nuevamente, y el tiempo se acortará aún más.
Hijos: si un movimiento telúrico causa este complejo desfase en el movimiento de la tierra, deténganse por un momento y piensen: ¿cómo será el AVISO, cómo será luego el castigo?No es la Mano del Padre la que traerá el dolor a la humanidad. No es esta Madre la que les abandonará. Permaneceré al lado de cada uno de ustedes sin abandonarlos ni un instante. Son Mis Hijos, Mi batallón, Mis valientes, Mis fieles que lucharán contra las huestes del mal, hasta retornar cuanto ha sido creado a Su Señor y Dueño.
Los continentes se moverán nuevamente: el agua cae, el agua cae. No olviden que al acercarse el padecimiento de esta generación, son llamados por medio de las fuerzas de la naturaleza para que atiendan.
CONVIÉRTANSE, ARREPIÉNTANSE, ANTES DE QUE EL AVISO LLEGUE Y EL PESO DEL PECADO LES LLEVE A PADECER HASTA EN LAS ENTRAÑAS, DESGARRÁNDOLES EL ALMA AL CONOCER POR SÍ MISMOS LA LEJANÍA DE DIOS, LA FALTA DE AMOR Y LA DESOBEDIENCIA EN QUE HAN VIVIDO CONTINUAMENTE.
Conviértanse antes de que el pecado les queme el ser. El pecado ha dejado de pasar desapercibido, ha tomado vida, cuerpo, y les ha invadido.
Vivirán momentos crueles, gestados por ustedes mismos. La conciencia les tomará por unos minutos, que serán para ustedes una eternidad.
Asia será nuevamente probada y con ella la humanidad. Hoy les invito a mirarse sin mentiras, a ser honestos con ustedes mismos. No se escaparán al juicio Divino; así es que no escondan lo que Dios conoce.
Sean prudentes, pero a la vez, defensores y protectores de los débiles; para que con el testimonio, den la Luz de Dios a sus hermanos, en este instante en que la confusión está envolviendo a la humanidad.
Permanezco ante ustedes.
Mi Corazón está abierto para recibirles.
Les amo.
Mamá María.
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