¿Cómo ser un apóstol de los últimos tiempos?

Pensamos que sólo esto lo puede hacer una persona escogida por Dios como los sacerdotes y monjas, pues déjeme informarle que no es así. Ciertamente abrazar la vida religiosa como lo han hecho muchos hermanos sacerdotes y monjas surge de un llamado directo en la mayoría de las ocasiones. Mi santa madre que en el cielo está sintió ese llamado una vez en su juventud y su experiencia fue muy rica. Ella me comentó que estaba confundida en qué realmente iba hacer con su vida pues era muy apegada a las cosas religiosas. Fue maestra catequista, perteneció a las Hijas de María, a los miembros del Sagrado Corazón y en muchas otras congregaciones dentro de la Iglesia Católica.

Una noche, mi madre estaba en su cama ya para dormirse, de momento sintió un frío que recorrió su cuerpo y una luz brillante en su habitación. Cuando ella miró hacia la el frente vio a un ángel que señalando hacia la cabecera le dijo: “Es a Él a quien tienes que seguir.” Mi madre no volteó la cabeza completamente sino que sólo logró alcanzar ver las manos extendidas de un hombre, tenía una sotana blanca y ella sabía que era Jesús.

Mi madre perteneció al convento de las Hermanas del Buen Pastor por alrededor de dos años pero entre pruebas muy difíciles y problemas dentro del mismo convento desistió de continuar su vida religiosa. Ella luego se casa con mi santo padre que también en el cielo está y de ahí en adelante fue una madre abnegada, luchadora, trabajadora. Nunca nos faltó el pan en nuestra mesa a pesar de nuestra gran pobreza y jamás el pan principal, LA PALABRA DE DIOS. Luchó mucho por llevar ese pan de la enseñanza en nuestro hogar que nos hizo valorar las cosas del cielo a mis hermanos y a mí. Nunca dejó de asistir a una misa a menos que su salud se lo impidiera. Siempre rezaba el rosario a diario y tenía una gran sabiduría sobre las escrituras.

Por ella, aprendí que en esta vida sólo hay que luchar por ser mejor sí, pero no por ser mejor que los demás seres humanos sino por ser el mejor ser humano para mi Salvador Jesús y por dar el mejor de los ejemplos como lo hizo Nuestra Madre María.

Usted que está leyendo este artículo puede también hacer lo mismo. Mi madre fue una apóstol de los últimos días porque siempre educaba a la gente que se le presentaba y hablaba con ellos, les avisaba sobre los acontecimientos que en un futuro ahora no muy lejano iban a ocurrir, hablaba mucho acerca de los mensajes de su época y oraba diariamente por las almas del purgatorio, la salvación de la humanidad, los sacerdotes, los pobres del mundo y por los niños abortados. Mi madre no fue monja pero si fue una persona que dedicó toda su vida al servicio de los demás y al servicio del Señor. Entonces fue a Él a quien escogió seguir…

Esto es a lo que se refiere Nuestro Señor Jesús y Nuestra Madre María en relación a los Guerreros de Oración y Apóstoles de los últimos tiempos. Tenemos que identificarnos ahora más que nunca con este llamado que nos hace el cielo para participar en el Plan Maestro para la humanidad.

No se cuánto tiempo falta para que los grandes acontecimientos se desarrollen por completo. A veces nos parece una eternidad pero pregúntese usted mismo, ¿podríamos ser capaces de soportar tal devastación en nuestro planeta? ¿Seremos capaces de vivir tantas tragedias una tras la otra? Realmente, en mi parecer yo no la soportaría.
Por esto no debemos pedir que pasen las cosas malas ya sino que continuar en oración para que se haga no nuestra voluntad sino la Voluntad de Aquél Viejito Todopoderoso y Eterno quien es Nuestro Verdadero Padre y quien nos ama INTENSAMENTE.

Los invito a leer el siguiente mensaje por Nuestra Madre para todos los Apóstoles de los Últimos Tiempos y los invito a formar parte de este pequeño grupo pero GRANDE en amor por el prójimo pues luchamos por la salvación de las almas del mundo.

Un mensaje a todos los miembros de Corazones Unidos del Amor Santo
Visión y Proposito de esta pagina Web del Amor Santo de los Corazones Unidos de Jesús y Maria......


La principal vidente de la Salette ( Aparición reconcida por la Iglesia ), la pastorcita Melania, tuvo una visión que la Santísima Virgen le mostró sobre estos apóstoles:

“... en otras partes yo vi a los apóstoles de los Últimos Tiempos. Se trataba de hombres libres, de jóvenes, que no sintiéndose llamados al sacerdocio, aunque deseando abrazar la vida cristiana, trabajaban empeñosamente en su propia santificación y en la salvación de las almas. Eran muy celosos de la gloria de Dios. Estos discípulos estaban junto a los enfermos que no querían confesarse; estaban en las reuniones públicas, las asambleas sectarias, y he aquí que estos ángeles terrestres trataban por todos los medios imaginables (Medios de Difusión: Electrónicos, Satelitales y de Internet, Encuentros, Retiros, Asambleas, Foros, Publicaciones, Grupos de Oración, Jornadas de Evangelización, Convocatorias de Oración, Celebraciones de la Santísima Eucaristía, Horas Santas de Adoración al Santísimo, Oración concertada e individual del Santísimo Rosario, OBRAS DE MISERICORDIA, etc) de convertirlos, de conducirlos a Dios, de salvar esas pobre almas, cada una de las cuales tiene el valor de la sangre de Jesucristo, loco de amor por nosotros... Había también mujeres que sin atreverse a pronunciar votos de religión, deseaban servir al buen Dios, trabajar por su salvación y llevar una vida retirada del mundo, tanto los hombres como la mujeres hacían esta promesa a la Santísima Virgen:.......

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En Jesús y Maria.....

Pablo J. Vivas Diaz ( Admon.Blog ) de Corazones Unidos del Amor Santo

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