Agosto 5, 2009 Iglesia de San Bruno, San Bruno, CA
¡Queridos hijitos, Alabado sea Jesús!
Vengo esta noche a invitarlos a orar mas, a que continúen orando sin cesar. Vengo a pedirles a que oren por la paz del mundo y por la de esta nación. Oren por la paz en sus corazones; oren para que la paz more en ustedes.
Hijitos, mi tristeza es grande de ver que hay muchos de mis escogidos que me están dejando y abandonando. ¿Ustedes, mis pequeñitos, también me van a abandonar?
O mis amados, ¿cuando Jesús venga, que clase de hogar le van a construir? En muchos de mis escogidos aun existe el rechazo, la mentira, los celos, la insinceridad, la infidelidad y el pecado. ¿Como podrán construir un buen hogar si aun no es posible para mucho de ustedes vivir en paz los unos con los otros? O mis hijitos, les suplico ahora – oren, oren, oren y se unan mas que nunca en un modo perfecto a mi. Si lo hacen yo les enseñare a construir ese hogar digno y perfecto para que cuando Jesús venga, pueda venir a morar en sus corazones.
Paren, hijitos míos, de odiar, de hablar mal los unos a los otros, de pecar con pasiones impuras que oscurecen sus vidas y sus mentes y no dejan que en su corazón gane el bien y el amor.
Oren, oren, oren con humildad. Oren con amor. Oren en paz y verán que el Espíritu Santo vendrá a habitar en sus almas y sus corazones con fuerza y amor.
Gracias por haber aceptado a mi invitación de paz y a mi mensaje de esta noche. Bendigo maternalmente a mis sacerdotes y diacono que me ayudaron esta noche y a ustedes los dejo dentro de mi Inmaculado Corazón. Que la paz de Dios permanezca siempre con ustedes.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
¡Queridos hijitos, Alabado sea Jesús!
Vengo esta noche a invitarlos a orar mas, a que continúen orando sin cesar. Vengo a pedirles a que oren por la paz del mundo y por la de esta nación. Oren por la paz en sus corazones; oren para que la paz more en ustedes.
Hijitos, mi tristeza es grande de ver que hay muchos de mis escogidos que me están dejando y abandonando. ¿Ustedes, mis pequeñitos, también me van a abandonar?
O mis amados, ¿cuando Jesús venga, que clase de hogar le van a construir? En muchos de mis escogidos aun existe el rechazo, la mentira, los celos, la insinceridad, la infidelidad y el pecado. ¿Como podrán construir un buen hogar si aun no es posible para mucho de ustedes vivir en paz los unos con los otros? O mis hijitos, les suplico ahora – oren, oren, oren y se unan mas que nunca en un modo perfecto a mi. Si lo hacen yo les enseñare a construir ese hogar digno y perfecto para que cuando Jesús venga, pueda venir a morar en sus corazones.
Paren, hijitos míos, de odiar, de hablar mal los unos a los otros, de pecar con pasiones impuras que oscurecen sus vidas y sus mentes y no dejan que en su corazón gane el bien y el amor.
Oren, oren, oren con humildad. Oren con amor. Oren en paz y verán que el Espíritu Santo vendrá a habitar en sus almas y sus corazones con fuerza y amor.
Gracias por haber aceptado a mi invitación de paz y a mi mensaje de esta noche. Bendigo maternalmente a mis sacerdotes y diacono que me ayudaron esta noche y a ustedes los dejo dentro de mi Inmaculado Corazón. Que la paz de Dios permanezca siempre con ustedes.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario