Mensaje del 3 de noviembre de 2011
Habla Dios Padre.
Sobre: Un gran viento vendrá del sur, viento destructor que arrasará casas, edificios, vegetación, árboles, será un caos y eso iniciará la gran purificación.
Comenta J.V.: Al momento en que Dios Padre me está dando el Mensaje, también me está dejando verlo y es muy dramática la visión.
(Lenguas…) Un gran viento vendrá del sur, viento destructor que arrasará casas, edificios, vegetación, árboles, será un caos y eso iniciará la gran purificación.
La gente no sabrá a dónde ir, correréis por todos lados, veréis esta gran destrucción y lloraréis por vuestros pecados. Entenderéis que esto os lo habéis ganado por vuestro error, sabréis que esto viene de fuerzas sobrenaturales, fuerzas que el mismo hombre no puede controlar. Los mismos científicos y gobernantes de la Tierra no sabrán qué hacer, correrán para un lado y para el otro y muchos morirán en su error, por haber permitido que satanás guiara sus vidas y que vosotros, gobernantes, actuarais en injusticia y maldad sobre vuestros respectivos pueblos.
Este inicio de la Gran Tribulación será tremendo, Mis pequeños, porque no habréis visto nada parecido en la historia de la humanidad.
Se desgajarán los árboles fácilmente, los mismos edificios caerán con facilidad, sus cimientos no serán suficientes para mantenerlos de pié. Una gran nube de polvo os envolverá y no sabréis qué hacer, si correr o manteneros en el lugar que estéis. Os arrodillaréis y pediréis clemencia, pediréis Misericordia, pero como ésta no fue pedida para Mi Hijo, para que no fuera crucificado, ahora tendréis vosotros vuestra crucifixión, porque no habrá clemencia tampoco para vosotros, porque no vivisteis en el Amor. Conoceréis la maldad de satanás, a quien adorasteis, a quien permitisteis vivir en vuestra vida. Os horrorizaréis por lo que sucederá, conoceréis vuestro error, pero como os dije, será demasiado tarde, no habrá quien perdone vuestros pecados, porque todo será un caos.
Los Míos serán preservados, los resguardaré en lugares seguros, que Yo Mismo produciré en ésos momentos, Mis ángeles os cubrirán con sus alas y no padeceréis lo que la gran mayoría de la humanidad padecerá.
Mi Justicia estará sobre los malos, Mi Misericordia sobre los Míos. Soy un Juez Justo, Soy un Padre Verdadero para los que están Conmigo. ¿Cómo pedís Misericordia vosotros, los que Me habéis negado toda vuestra vida, los que no respetasteis Mis Leyes y Mi Amor, los que le disteis cabida a satanás en vuestro corazón y Me sacasteis del vuestro y todavía pedís Misericordia? Hipócritas, malvados, vuestro corazón no estaba Conmigo, Me traicionabais a cada momento y todavía pedís Misericordia; no había amor en vuestro corazón, no dabais amor a vuestros hermanos, los atacabais y os aprovechabais de ellos ¿y todavía pedís Misericordia? ¡Ingratos!, Mi Misericordia es para los Míos, es para los que están Conmigo, es para los que sí aprecian Mi Amor.
Confiad pues, Mis pequeños, los que estáis Conmigo, que seréis preservados del Gran castigo, AGRADECÉDMELO y soltaos totalmente a Mi Voluntad, para que Yo Me sirva de vosotros para este cambio que será benéfico para las almas buenas y será ejemplo y castigo para los que no quisieron escuchar a su Dios.
Gracias, Mis pequeños.
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