Mensaje de Nuestra Señora – María, Llena de Gracia
El Advenimiento del Mundo Nuevo – Palabras de Nuestra Señora
El tiempo de preparación para la purificación de la humanidad
2 de octubre de 2011
Queridos hijos, hoy, el día del Señor, con mucho amor y cariño Vengo a bendeciros en el Nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Unidos a la Santísima Trinidad, vamos a buscar juntos la verdadera paz para el mundo.
Mis hijos, Mis pequeños, la hora se acerca, ¡Dios está avisándoos desde hace tanto tiempo! Y vosotros todavía no estáis dispuestos a escuchar las advertencias de El, vos no estáis preparados para vivir el momento más difícil de vuestra vida que será no dudar más de la existencia de Dios. Se requiere tener fe verdadera. Debéis tomar en vuestros hombros la cruz y llevarla con valentía hasta el final, vuestro calvario. Escuchad el consejo que os doy y luchad en contra de la duda.
Esta duda que tenéis si Dios existe o no debe terminar, ella está poniéndoos en peligro de perder el Cielo. Cultivad la fe porque ella necesita crecer y dar el fruto de vuestra decisión por Dios. Sólo teniendo fe seréis capaces de merecer el cielo. Quien no tenga fe no se convierte.
Mis hijos, la Santa Palabra de Dios os lleva ahora a reflexionar sobre el amor, la obediencia a Dios. Este es el momento en que vosotros debéis observar cómo vuestro comportamiento es, si vosotros estáis corrigiendo vuestros errores, no podréis continuar en la indiferencia, porque es el fin del tiempo de la indiferencia, la indecisión. El hombre regresa a Dios o se va para el infierno. No hay más otro tiempo para el hombre quedarse en la espera de decidir su destino. Es hora de que el hombre conozca la Justicia de Dios.
¿Cuántos hijos fueron invitados por Dios y escuchar Sus Consejos y no quisieron escuchar y ahora están en gran peligro de caer en las trampas hechas por el diablo? Muchos ya cayeron y no saben salir porque no han aprendido, no obedecen los Mandamientos, no amaron a Dios, no quisieron amar al prójimo, no amaron sus vidas, no practicaron la justicia. ¿Cuántos hijos cometieron atrocidades, tuvieron un comportamiento horrible, se convirtieron en criminales, crueldad sobre crueldad, el robo, en fin, destruyeron sus propias vidas?
Dios os dio un lugar sagrado para vosotros vivir, la tierra, pero no la valorasteis, desafiasteis a la naturaleza.
Vosotros tendréis que ir por medio de la purificación, debéis preparar vuestros corazones. Recordaos que sois criaturas, practicaos la gratitud, sois dependientes de Dios. Debéis dar gracias a Dios que todo os da, especialmente vuestra vida. Mostraos vuestra gratitud a Dios. No permanezcáis pensando que tenéis mucho tiempo para enderezaros.
Amaos los unos a otros, arrancaos de vuestro corazón el odio, venganza, toda la maldad para dar lugar a la obediencia a Dios. Daos cuenta de vuestros pecados, pedid perdón a Dios antes que sea demasiado tarde. Humillaos, el tiempo se está acabando.
El perdón es la libertad. Sois prisioneros del pecado, debéis orar y pedirle a Dios que venga a liberaros.
Cuando el hombre da la espalda a Dios, él se está juzgando independiente, pero en verdad, él está encarcelándose colocándose grilletes en los pies y las manos. Dios quiere vuestra libertad, y que practiquéis buenas obras. Vosotros no debéis obedecer al diablo, que, después de haber perdido el Cielo desea vengarse de Dios y por eso él domina al hombre, porque no tiene la fuerza contra el Creador y usa a la criatura para ofender a Dios. El diablo quiere hacer todo para que los hijos de Dios caigan en el infierno, él perdió la luz y quiere que todos los hijos de Dios también pierdan y que pierdan el Paraíso.
Mis hijos despertaos, estéis alerta, rezad para que no entréis en tentación. Seáis mansos y humildes de corazón, y venceréis los peligros que os amenazan.
Tenéis que actuar con rapidez, debéis interesarse en la victoria sobre el pecado.
Preparaos Mis hijos, viene llegando un tiempo muy difícil, vosotros todavía podéis mejorar vuestro comportamiento, pero no todo, porque no hay más tiempo para eso. Ahora es tiempo de arrepentirse y pedir perdón a Dios.
Mostraos a Dios que por lo menos estáis tratando de corregir vuestros errores y venceréis vuestra indiferencia.
Vuestro comportamiento debe mejorar cada día más. Dios os da la Palabra para vuestra mejora y ella tiene que ser día a día, lentamente, para no re-caer. La Palabra de Dios es enseñanza, Ella os da el conocimiento de lo que la persona a menudo no es capaz de reconocer sola, que está errada, entonces escuchando la Palabra, ella se despierta, se modifica. Por lo tanto, Dios está haciendo todo lo posible para mostraros todo lo que es necesario corregir, enderezar vuestros pasos para entrar en la Eternidad.
Esta es la hora del pasaje, es el último tiempo para la humanidad libertarse del pecado, es hora de prepararse para encontrar la verdadera Felicidad. Es el momento de recibir las Promesas de Dios.
Habrá un gran cambio en el mundo, caerán las cosas que no son Eternas y sólo lo que es Eterno se conservará. Habrá una transformación. Lo que el mundo tiene que darse cuenta es que hay dos condiciones para la eternidad. Por una parte, la que se convierte, hasta el último minuto irá al cielo, esta parte será purificada y santificada. La otra, la que no se convierte, irá al infierno.
Por eso fuisteis llamados a escuchar los Avisos del Cielo, para que pudierais decidir, porque el tiempo llegó a su fin.
Esto es lo que Vengo a revelaros hoy para vuestra conversión.
Bienaventurados los que se arrepienten e infelices los que no se convirtieron, estos irán al infierno.
Orad, orad, orad, por el Santo Padre Benedicto XVI, por todo el clero, los religiosos y religiosas, por toda la humanidad.
Orad por los ateos y paganos, aumentaos vuestra fe y ayúdenlos a despertar y volver a Dios.
Orad por la Santa Iglesia fundada por Jesucristo, recordaos que vosotros sois la Iglesia, sois todavía la parte que necesita ser santificada y para que esto suceda, primero tenéis que ser purificados y estáis en la hora de este pasaje, vuestra purificación.
Los mensajes del Cielo son para prepararos para la hora que ya se acerca. Estéis listos, esto es lo que Dios quiere de vosotros.
Vienen ahí las pruebas difíciles, confiad en Dios. Ayudar al Santo Padre el Papa, habrá más persecución para él y a la Santa Iglesia.
Sólo Dios puede ayudaros.
Yo os amo mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.
Vosotros brasileños, aumentéis vuestra fe, veréis cosas tristes suceder en vuestro país, pero rezad el Santo Rosario, y venceréis. Dios está con vosotros, no lo olvidéis.
Todas las naciones preparaos, todos están en peligro de la guerra, el hambre, la sed, la enfermedad y peor aún, los días de oscuridad, serán tres días de oscuridad.
Ahora os bendigo en el Nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo, la Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo,
María, la Inmaculada Concepción;
Debéis meditar el santo Evangelio de hoy: Mateo 21: 33-43.
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