NO IMPONGÁIS A NADIE LAS MANOS, NO TE HAGAS CÓMPLICE DE LOS PECADOS AJENOS (1 Timoteo 5,22)
Julio 21 de 2011 8:20 a.m.
¡LLAMADO DE JESÚS EL BUEN PASTOR A SU REBAÑO!
Hijos míos, que mi paz esté con vosotros.
La imposición de las manos sólo compete a mis ministros, cuyas manos están consagradas, por la gracia de mi Santo Espíritu. Vosotros mis hijos laicos, orad los unos por los otros, pero no impongáis las manos, para que no os hagáis cómplices de pecados ajenos.
Hijos míos, anhelad los carismas de mi Espíritu que son vuestro mayor tesoro, pero tened mucho cuidado, no caigáis en fanatismos que desvirtúen la fe, sed muy prudentes y prestad mucha atención, pues mi adversario a través de sus instrumentos se está haciendo pasar como ángel de luz, para destruir mis grupos de oración, evangelización, e intercesión; probad los espíritus y pedid mucho discernimiento a mi Santo Espíritu; sellad con mi Sangre vuestra oración y vuestros grupos; haced el exorcismo dado a mi Siervo el Papa León XIII, antes de comenzar toda oración y todo rosario.
Acordaos que el lobo anda suelto y está disfrazado de manso cordero para engañar y destruir mi obra.
No todo el que diga Señor, Señor, viene de parte mía, por eso os lo repito: Sed astutos como serpientes y mansos y humildes como palomas; que los hijos de la oscuridad, no sigan siendo más astutos, que los hijos de la luz. Haced el rosario a mi Madre y luego el rosario a mi preciosísima Sangre, el cual destruye toda acción del maligno. Tened mucho cuidado con los mensajes, señales y prodigios, porque no todos provienen de mi Espíritu; unos son meramente humanos y buscan satisfacer necesidades personales, otros confunden y traen división y otros tantos son engaños de mi adversario. Los mensajes que provienen de mi Espíritu traen paz e invitan a la conversión, exhortan con amor y están amparados por mi palabra; jamás causan temores, ni señalamientos, jamás condenan, ni fijan fechas; acordaos que soy el Dios de la Misericordia y el perdón, que soy paciente e indulgente con todos aquellos que me buscan con sincero corazón; que como Buen Pastor, abandonó las 99, para ir en busca de la oveja perdida.
Hijos míos, si sois mis discípulos, debéis de permanecer en el amor, perdonándoos los unos a los otros; huid de la soberbia espiritual; sed mansos y humildes de corazón a imitación de vuestro Maestro. Tened caridad con vuestros hermanos, el que quiera ser el primero, que se haga el servidor de todos. Colocaos mi Armadura Espiritual de día y de noche, pues ya estáis en batalla espiritual, os digo esto, para que os mantengáis firmes y podáis resistir los engaños de mi adversario. Estáis en los tiempos de la apostasía y los emisarios del mal andan camuflados trayendo cizaña y división dentro de mi Iglesia; por eso debéis de estar alerta y vigilantes como buenos soldados, para que no os sorprenda mi adversario y os tome por sorpresa; leed mi palabra y meditadla, es poderosa armadura para el derrumbamiento de fortalezas; poned pues en práctica todo cuanto os digo, para que permanezcáis en mi paz y en mi amor. MI paz os dejo, mi paz os doy. Soy vuestro Maestro y Pastor, Jesús de Nazareth.
Dad a conocer mis mensajes a todas las naciones.
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