Mensaje a Darly Chagas

Mensaje de Nuestra Señora – María, Llena de Gracia

El Advenimiento del Nuevo Mundo – Palabras de Nuestra Señora

El Tiempo del triunfo del Inmaculado Corazón de María y la conversión en masa 

1 de enero de 2013 – Fiesta de la Madre de Dios y nuestra Madre del Cielo

            Queridos niños, con mucho amor y cariño Vengo a bendeciros en el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.

            Unidos a la Santísima Trinidad, juntos vamos a buscar la verdadera Paz para el mundo.

            Mis niños, estáis comenzando un nuevo año, año de mucho sufrimiento para la humanidad, no Estoy engañando a nadie, no Puedo deciros que tendréis un año mucho mejor que hasta ahora, porque no lo será, porque la humanidad ha aumentado sus dificultades cada día, con el apego al pecado.

            Cuando la mayor parte está sorda a los Avisos del Cielo, la situación es peor para toda la humanidad.

            Esto pasa cada año, estás apegados más y más al pecado que renunciando a él. El resultado es desagradable, como lo veréis ahora, la adicción es mucho mayor que antes.

            Basta con un día lleno de festividades profanas como las de esta noche, para tener un merecimiento de un castigo para el mundo.

            Muchos cultos a dioses falsos fueron hechos y peor, a Satanás.

            El mundo está diariamente cometiendo más ingratitud en contra de Dios. Todo el que promueve en contra de la Ley de Dios será castigado.

            Sabéis queridos niños, que no es prohibido celebra un año que viene, pero con alegría que no daña el alma, no está permitido festejar con impurezas ni sacrificios humanos o animales para satisfacer vuestros deseos y para nada. Dios no acepta el pecado en ninguna manera. La impureza es todo pecado.

            Dios ve todo, y va a demostrarle al mundo que pasa cuando la criatura reta al Creador que es Dios.

            Muchos, muchos años que esos retos suceden, suceden año tras año y el hombre no quiso tener temor de Dios, no Lo obedece, ahora viene el tiempo de la manifestación de Su Poder. Este año, el mundo va a parar y pensar en cómo reparar muchos pecados, cuando el tiempo que queda es muy corto.

            Y luego veréis que es demasiado tarde, luego el día vendrá en que cada ser humano tendrá que rendir cuentas por lo que hizo con la vida recibida. El os dio vida para ser felices, pero vosotros, por lo contrario, estáis en la búsqueda de la infelicidad.

            Este año es uno decisivo, quien dese la Felicidad Eterna, tendrá que cambiar para mejor, tendréis que mejorar para merecer. No podéis continuar en desobediencia.

            La conversión por medio del amor finalmente terminó, de ahora en adelante será por medio del dolor.

            Dios no obliga al hombre a ser feliz, pero El muestra a cada uno que la felicidad es para aquellos quienes creen en El y aman la vida que recibieron de El.

            Quien ama agradece a Dios por la existencia, no pisa en la Gracia recibida.

            Ahora tendréis que vencer desde el inicio de este año, pruebas difíciles. No olvidéis que habéis sido alertados desde el comienzo del mundo, aquellos que desobedecen los Mandamientos, desafían el Poder de Dios. Es tiempo de decidir entre el Cielo o el Infierno.  

            En el Cielo está la Felicidad Eterna. En el Infierno está la miseria, el eterno castigo.

            Necesitáis dejar ir las cosas materiales y los pecados para merecer el Cielo. Desapegaos de todo. No necesitáis de nada en la tierra para vivir en el Cielo. Allá tendréis todo.

            Bienes temporales son sólo para vuestro pasaje en la tierra.

            Dios quiere que dejéis ir todo, debéis aumentar vuestra fe, vuestra esperanza y vuestra confianza en las Promesas de Dios, lo que El promete, lo cumple. Quien esté convertido va al Cielo.

            Será victorioso quien es humilde y reconozca que no puede ser feliz aquel quien quiera vivir lejos de Dios.

            Por lo tanto, el mundo está ya a las puertas del Paraíso Celestial, pero queda aún la limpieza del corazón y toda suciedad para poder entrar allá. Un corazón impuro no va para allá, se queda afuera y cae en el Infierno. Será lanzado al Infierno.

            Este año es para limpieza del corazón, todos debéis limpiarlos con amor a Dios y a la vida que habéis recibido de El.

             Los corazones limpios entrarán por la puerta al Cielo y el corazón que no se convierte será tirado al fuego del Infierno cuando el día del Juicio Divino llegue.

            No sabéis cuándo, pero estás advertidos, este año, los corazones tendrán que estar listos, puros, convertidos. Este año es para vuestra decisión. Tendréis que vencer pruebas muy difíciles, pero dios sabe a quiénes quiere para ser Eternamente felices.

            El ayuda a todos los que quieren la Salvación. Ellos ganarán todas las pruebas con fortaleza, coraje, El les dará a ellos la protección.

            Luego de las pruebas, aquellos quienes dijeron ‘sí’ a Dios esperarán por el día del Juicio Final con un corazón lleno de paz y confianza en el Amor de Dios por ellos.

            Mis niños, tengáis cuidado, el Infierno es un lugar terrible, abismos profundos que están llenos de fuego. El castigo en el Infierno es eterno, allá serán lanzados quienes no se convirtieron antes de dejar el mundo tierra. Vigiléis Mis niños, el tiempo es corto, apresuraos en vuestra decisión. Saquéis todo lo podrido, humillaos, convertíos, convertíos, convertíos para el Señor.

            La gracia de Dios es vertida sobre vos, para vuestra Salvación.

            Mis niños, escuchéis los Avisos que Os traigo del Cielo para todos los creyentes. No continuéis indiferentes al Llamado que Dios os hace, escuchéis con el corazón del alma, vuestra vida está en peligro.

            Mis niños, la Santa Palabra de Dios os revela hoy sobre la fe, la humildad y la confianza con la cual los pastores, quienes estaban cerca del área de la gruta donde Jesús nació, fueron a Adorarlo. Ellos vieron y escucharon a los Angeles quienes estaban mostrándoles dónde estaba el Niñito Jesús, el Mesías Prometido por Dios para la salvación de todos los pecadores arrepentidos de sus pecados. Ellos estaban alegres de conocer y haberlo visto a El. Los pastores quienes estaban pastando cerca fueron bendecidos por Dios por ser los primeros en Visitarlo.

            Ellos Me dijeron a Mí y a José todo lo que vieron y escucharon de los Angeles, sus corazones estaban rebosando con alegría al ver a Jesucristo allá en aquella gruta, acostado donde Lo puse. Con sus bracitos abiertos bendiciéndolos.

            Ellos estaban felices con sus visitas y se fueron, y por donde pasaban, llevaban la noticia de lo que sucedió.

            Mis niños, hoy también un día dedicado a Mí por la Santa Iglesia. Estoy muy feliz por el Llamado que Me hizo Dios el Padre para ser la Madre de Su Divino Hijo Jesucristo. Quiero dejar claro a vosotros, que la felicidad que siento en ser Su Madre, es la misma que siento con vosotros, quienes sois pecadores hijos que Jesucristo Mismo Me diera a los pies de Su Santa Cruz. La diferencia es que El es Dios y es de El que Obtengo todo el Amor para daros.

            Debéis Amarlo por encima de todas las cosas.

            El es vida y os da esta vida que solamente existe en El quien es Dios. Y todos nosotros, Madre e hijos, dependemos de El por toda la eternidad.

            Si Vengo al mundo para traer a la humanidad la Gracia que El os da, es porque la Gracia viene de El. Soy obediente a El y Hago lo que es Su Voluntad.

            Mis niños, Soy la Madre de Dios, pero no tengo el mismo Poder que El tiene. Todo el Poder viene de El, Soy la Sierva del Señor únicamente.

            Cuando decidís también para ser siervos, vuestra vida se vuelve más bella.

            Quiero que cada uno entienda que todo lo que Hago por vosotros, es dado a Mí por Mi Divino Hijo Jesucristo. Si El, no somos nada, porque somos criaturas, somos dependientes de Dios quien es el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

            Cuando entendáis todas estas cosas, estaréis listos para recibir la Salvación que Dios quiere para vosotros.

            Es esto lo que Vengo a revelaros hoy para vuestra conversión.

            Rezad, rezad, rezad por el Santo Padre el Papa Benedicto XVI, por todo el Clero, por los religiosos y religiosas, por toda la humanidad.

            Rezad por los ateos y paganos, este año es decisivo para ellos también, aumentéis vuestras oraciones para su Salvación.

            Rezad por la Santa Iglesia fundada por Jesucristo, no os quedéis indiferentes a los pedidos que Os hago, somos Su Iglesia, tenemos que ganar todas las batallas con confianza en el Poder que El está dándonos y ganar con oraciones, no con armas.

            Veréis el mundo en guerra, usando armas poderosas, con el poder de destruir parte de la tierra en una sola vez, su poder viene del maligno, poder para matar. Dios no quiere esto de vosotros. Todos lo que queremos vencer tiene que ser con el Poder que viene de Dios, así que tenemos que hacer muchas oraciones. La oración viene de Dios y no de la tierra ni del maligno.

            Ayudéis al Santo Padre el Papa, este año es también muy difícil para él, necesita toda la ayuda para dirigir el rebaño esparcido, dividido, rebelde, muchos quieren ganar todo a su manera y sin obedecer a Dios. Convertíos, convertíos siempre más.

            Os amo mucho y Os cubro con Mi Manto de Amor.

            Recordéis que este año será uno más doloroso, aumentéis vuestra fe, vuestra esperanza, practiquéis la caridad, amando y respetándose unos a otros.

            Vos brasileños, apresuraos en vuestra conversión. Brasileños vos tenéis que vencer las dificultades siendo ejemplos para el mundo, porque es como Dios quiere de vosotros. Este es el lugar donde Dios quiere Su Templo.

                Todas las naciones, preparaos, este año será difícil para toda la humanidad, sigáis las instrucciones del Cielo.

            Ahora os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, la Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo.

Mary, the Immaculate Conception.

Debéis meditar en el Santo Evangelio de hoy: Lucas, 2: 16-21.