Mensaje de Nuestra Señora – María Llena de Gracia
El Advenimiento del Nuevo Mundo – Palabras de Nuestra
Señora
El tiempo de la realización de las profecías
dadas al mundo
19 de diciembre de 2012
En esta hermosa mañana, el Señor viene a alimentaros con Su Santa Palabra, para que tengáis Vida Eternamente.
La Palabra de Dios es Verdad, es sanación, es
Salvación.
Como vos habéis necesitado conocimiento, más del
que tenéis, es porque tendréis que pasar por este fin de tiempo del pecado,
Dios está enviando Su Aviso, Su Palabra.
El quiere salvaros, vengan a El con vuestros
corazones puros, humildes, llenos de arrepentimiento por los pecados, pedidle
perdón a El.
Este es el tiempo que El os ha dado para
vuestra preparación.
Es El quien os da el ánimo y lo que necesitáis
en este tiempo y ánimo para limpiar todo el sucio que se ha acumulado en
vuestros corazones. Tendréis que presentaros a El muy pronto.
Sabéis que Jesucristo es el Rey del Universo,
El vendrá a presentarse a vos un día, no sabéis cuándo. Pero, Dios el Padre
está ya diciéndoos que es tiempo de prepararse para recibir al Rey. Antes de la
venida del Señor, la humanidad será purificada por el Espíritu Santo.
No estáis entendiendo todavía, pero muy pronto
entenderéis. Dios sabe la hora.
Esta Navidad, es la más importante para toda la
humanidad en los últimos tiempos, tendréis que presentar vuestros corazones al
Rey, para vos recibir la Gracia especial que El os dará. Esta Gracia es para
vencer el miedo, el desespero que puede pasar a muchos durante las pruebas
difíciles que tendréis que vencer.
No podréis vencer si no pedís ayuda a Dios.
Muchos están en peligro de revelarse en contra
de El, porque no escucharon los Avisos que vienen del Cielo.
Quien se revele en
contra de Dios perderá la Salvación.
Habéis sido
avisados, enseñados, consolados por El por mucho tiempo.
Ahora viene la
purificación antes del regreso de Jesucristo. Venid todos para obtener la
Gracia especial.
Este nuevo año comenzará, comenzará
con eventos terribles, será un año de mucho sufrimiento para la humanidad.
Pero primero, esta temporada de fiesta,
deberéis valorar más la oportunidad de alegría, vamos a celebrar la Navidad con
alegría, Dios quiere a todos felices, no estéis lejos de El, estáis en un gran
peligro.
Convertíos, convertíos, arrepentíos de vuestros
pecados y busquéis a Dios en el consuelo el cual es el perdón.
Queridos y amados niños de Mi Inmaculado
Corazón, os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo quien
os ilumina trayéndoos Su Luz por siempre. Yo soy la Sierva del Señor, María, la
Madre de Jesucristo el Salvador del mundo, el Cordero de Dios que quita el
pecado del mundo.
Yo soy la Inmaculada Concepción de María, Soy
la Mensajera de Dios y en el mensaje de hoy, El agradece por vuestro tiempo de
oración y os alerta:
“Mis niños, desde hace
tiempo el mundo ha sido advertido del peligro que es la desobediencia y para
todos el tanto desprecio de estos Avisos que He enviado.
Pocos los valoraron,
aun así, no fueron suficientemente fuertes en la fe.
El sufrimiento que
viene ahora para la humanidad la llevará a pensar que no tiene fuerza para
vencer. Pero os digo, si Yo fuera
vengativo, el mundo no vencería nada. Pero Yo no soy vengativo, y sí Soy Misericordioso y amo a Mis niños,
cuido de cada uno, Los mantengo de pie porque los creé para Mi alegría. Yo no
hago a nadie prisionero de Mí, pero doy amor y con el amor que doy a cada
uno, Yo doy el derecho de escoger entre el Cielo y el Infierno.
Quien no quiera la
vida Conmigo, no está obligado, puede vivir sin Mi Amor.
Quien quiera ser
feliz, decidirá por el Cielo.
Yo soy Felicidad y Me
doy a Mí mismo a cada hijo que quiere ser feliz. Aquellos que buscan felicidad,
tendrán todo lo que necesitan y vivirán bajo Mi Luz, por toda la eternidad.
Yo no soy un
destructor, Mi enemigo lo es, él quiere vengarse en ustedes lo que perdió, él
perdió el Cielo.
Yo Soy Dios, Soy el
que Soy, nada puede Destruirme.
Yo he dado Mi Vida,
quien la valora no la perderá.
El enemigo quiere
vengarse con todos lo que él perdió y es por eso que os persigue, pero no ganará.
No permitáis que la
duda encuentre lugar en vuestros corazones.
Creáis que Yo Soy
Dios, cultivéis la fe que He sembrado en vos.
Os amo con Amor
Eterno.”
Queridos niños, vamos a meditar juntos las
Palabras de Dios nuestro Padre, el Todopoderoso, quien ahora de nuevo os envía
un aviso especial para que podáis decidir el futuro de vuestras almas.
Al final de este año, agradezcáis a Dios la
vida que habéis recibido de El porque es tiempo de agradecer. Vuestro “sí” necesita ser dicho con
vuestra vida, soportando no traicionando, amando y perdonando a aquellos
que os ofenden.
Mis niños, la Santa Palabra de hoy os lleva a meditar sobre el peligro de la duda. Habéis aprendido hoy que las dudas sobre Dios merecen castigo.
Mis niños, la Santa Palabra de hoy os lleva a meditar sobre el peligro de la duda. Habéis aprendido hoy que las dudas sobre Dios merecen castigo.
Zacarías dudó de la revelación del Angel,
anunciando la Gracia que Dios otorgó sobre ellos, Isabel tendría un hijo y ella
era infértil y estaba ya en un estado avanzado de edad.
Entonces, Zacarías dudó de la revelación del
Angel y permaneció sin habla hasta el día del nacimiento de Juan el Bautista.
Sabéis que no debéis dudar del Poder de Dios, para quien nada es imposible. Vosotros habéis dudado, es tiempo de vuestra decisión, si creéis en Dios, preparaos porque todo lo que El dice sucede y si vos no creéis, sufriréis el castigo del Infierno.
Sabéis que no debéis dudar del Poder de Dios, para quien nada es imposible. Vosotros habéis dudado, es tiempo de vuestra decisión, si creéis en Dios, preparaos porque todo lo que El dice sucede y si vos no creéis, sufriréis el castigo del Infierno.
Quien crea, prepárese, quien no crea está listo
para recibir la condenación si no cambia su pensamiento.
Habéis tenido todo el tiempo hasta la muerte
para decidir.
Esto es lo que He venido a revelaros para
vuestra conversión hoy.
Ahora pido la Santa Misa, la Santa Eucaristía
con fidelidad a Dios.
Rezad, rezad, rezad por el Santo Padre el Papa
Benedicto XVI, por todo el Clero, por los religiosos y religiosas.
Rezad por los ateos y paganos, continuéis
ayudándolos hasta el último minuto, así todos pueden convertirse.
Orad por la Santa Iglesia fundada por
Jesucristo, oración y unión, sean fraternos, llegó el momento cuando tendrán que
dar sus manos para pasar por el camino más difícil de vuestra vida en la
tierra. Tendrán que despegarse del pecado y superar las dificultades que vienen
en vuestra dirección.
Necesitáis vivir una vida verdadera en Dios
para conquistar.
Creáis en El, en Su amor por vos, no lamentéis
lo que perderéis, perderéis vuestras cosas materiales, pero no perderéis el
Cielo si permanecéis en Dios.
Dios va a transformar vuestra vida de pecador
en una vida de santidad.
Pero antes, veréis la total destrucción a causa
de vuestros pecados. No hay escape del castigo que caerá en el mundo. El hombre
enfureció al Señor, aquí viene la respuesta.
Ayudéis al Santo Padre el Papa a buscar a las
ovejas que están distantes.
La tierra va a temblar con gran fuerza.
Os amo mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.
Brasileños, mantengáis firmes en frente de
Dios. Su país pasará por grandes tempestades, hambre, enfermedades y falta de ayuda
de aquellos que gobiernan.
Despertad y estéis vigilantes, no será fácil.
Ahora os bendigo en el Nombre del Padre, del
Hijo y del Divino Espíritu Santo, la Madre de Jesucristo, el Salvador del
mundo,
María, la Inmaculada Concepción.
Gracias por responder al Llamado de Dios.
Aumentéis vuestra fe y esperanza en Dios, practiquéis
la caridad. Confiad que El está con vosotros, preparaos, no os quedéis acomodados
como los que no creen, vosotros quienes creéis en Dios, seáis agradecidos a El
por advertiros de antemano para que os preparéis. Recordad que debéis manteneros
en estado de gracia.
Esto es lo más importante, la Confesión.
Ahora os ofrezco Mi Inmaculado Corazón como refugio en el tiempo del gran castigo que se acerca para el pecado.
Un gran castigo se acerca, cuidéis de vuestras almas.
Con todo el calor y amor de Madre, os deseo la paz y llevo vuestros pedidos a Dios.
La Paz de nuestro Señor Jesucristo esté con vosotros ahora y siempre. ¡Amén, la Paz!
¡Paz!¡Paz! ¡Paz! ¡Amén! ¡Amén! ¡Amén!
Ahora os ofrezco Mi Inmaculado Corazón como refugio en el tiempo del gran castigo que se acerca para el pecado.
Un gran castigo se acerca, cuidéis de vuestras almas.
Con todo el calor y amor de Madre, os deseo la paz y llevo vuestros pedidos a Dios.
La Paz de nuestro Señor Jesucristo esté con vosotros ahora y siempre. ¡Amén, la Paz!
¡Paz!¡Paz! ¡Paz! ¡Amén! ¡Amén! ¡Amén!
Bendito sea Dios, Bendito sea Su Santo Nombre.
Debéis meditar en el Santo Evangelio de hoy: Lc.1: 5 - 25.
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