Mensaje de Nuestra Señora – María Llena de Gracia
El Advenimiento del Nuevo Mundo –
Palabras de Nuestra Señora
EL
TIEMPO DE LA REALIZACIÓN DE LAS PROFECÍAS DADAS AL MUNDO
19 de Octubre de 2012
En esta linda
tarde, el Señor viene a alimentaros con Su Santa Palabra para que tengáis vida
eternamente.
La Palabra de
Dios es Salvación, es para salvar a la humanidad, Jesucristo vino al mundo, Él
se hizo Palabra Viva, habitó en medio de la humanidad para darle a ella el
conocimiento de la Verdad.
La Palabra de Dios es Alimento espiritual, Ella cura
enfermedades espirituales y enfermedades del cuerpo. Ella purifica y santifica
la vida del hombre.
Vosotros debéis
oírla y guardarla con cariño dentro de vuestros corazones, para que Ella os
purifique y produzca en vosotros el fruto de la conversión.
Vosotros debéis
vivirla cada día con más amor para vuestra protección.
Dios os dice
todos los días de vuestras vidas, que vosotros estáis en gran peligro por causa
de la persecución a la Palabra de Dios.
El enemigo odia la Palabra de Dios, porque sabe que
Ella lo destruirá.
La Palabra de
Dios es fortaleza, Ella realiza grandes cosas en vosotros, transforma vuestra
vida, dándoos la concientización sobre lo que es bueno para vuestras almas y lo
que no es. Siendo el principal beneficio ahora, el arrepentimiento de vuestros
pecados y el pedir perdón a Dios. El perdón le da al hombre la Salvación.
La Palabra de
Dios es Vida, es Amor, es Felicidad Eterna. Ella es la Verdad. Todos los que La escuchan y creen en Ella serán felices por toda
la eternidad.
Desde el principio del mundo,
todo fue creado por la fuerza de la Palabra de Dios, Él creó todo con Amor.
Mas, la humanidad no sabe
agradecer, no valora la Gracia de Dios, ella se hizo la ciega, la sorda, la
coja y la muda, para no cambiar sus costumbres erradas por las ciertas.
El hombre necesita cuidar de
su alma oyendo los Consejos de Dios y poniéndolos en práctica cada día que va
pasando.
Con la mala costumbre que es
el pecado, el hombre causó grandes estragos en su vida, porque no amó como
debía amar, así desafió el Poder de Dios, con su desobediencia a Él.
La mayor parte de la
humanidad vive fuera de la Ley de Dios, esto es amar al pecado más que a la
propia vida. El hombre ya no tiene tiempo para Dios, vive lejos, muy lejos de
Él.
Vosotros podéis observar que
cada vez que están cerca de vosotros algunas personas, unos luchan contra el
Poder de Dios. Estos se juzgan sabios, conocedores, por encima de los otros.
Pero Dios sabe el número exacto de los que necesitan el castigo para reparar
sus pecados. Por eso el castigo está a las puertas.
Dios lo renueva
todo, primero Él da Avisos para que el hombre escuche y se enderece; prestad
atención: La Palabra de Dios permanece
para siempre. Él está avisando a toda la humanidad, no sólo a Brasil, sino a
todos los pueblos de que habrá una gran transformación en el mundo y que este
cambio no será hecho por el hombre, sino por Él, que es Dios, que es el Creador
de todo lo que existe, de todas las cosas visibles e invisibles.
Acontecerá muy pronto este cambio en el mundo.
Dios Me ha enviado a todos los lugares donde Yo Me estoy manifestando
para alertar a todos los vivientes, sobre el gran e inolvidable cambio en
vuestras vidas.
Preparaos y reconoced vuestros errores, arrepentíos de vuestros pecados
y pedid perdón a Dios, antes que aquellos días se acerquen, para la
manifestación visible del Poder de Él.
Pero antes vendrán
muchos acontecimientos, sufrimientos dolorosos, la Tierra entera quedará
estremecida, ellos ya están llegando.
Llegó la hora de daros las manos unos a otros.
Cuando Dios diga al
mundo: “Caigan todos los pedestales”,
ellos caerán. Pero recordad que son siete y siete caerán. Son los
pedestales que elevan a los Siete Pecados Capitales, los cuales el mundo
idolatra.
Ya es la hora de
comenzar, toda rodilla se doblará para pedir la Misericordia de Dios, para
pedir a Él el perdón de los pecados cometidos, pedir el perdón, pedir la
salvación.
Pero para muchos el arrepentimiento será tardío.
Éste no será el fin
del mundo, pero sí el fin de la desobediencia humana a Dios.
Cuando el mundo
menos lo espere, terribles acontecimientos vendrán.
El hombre quiso
pasar por el sufrimiento final, porque desafió a Dios.
El hombre inventó la guerra, amó al error y despreció lo que está bien,
quiso vivir conforme a su deseo, no aceptó a Dios.
Con todo el desprecio Lo
provocó y exigió respuestas del Cielo, ellas están ahí.
Pero Dios prepara a los que Lo escuchan y viven
conforme Él enseña.
No hay ninguna otra oportunidad
de evitar los castigos, ellos ya vienen llegando, vienen para todas las
naciones, porque en todas ellas existen hombres rebeldes que provocan la Ira de
Dios.
Veréis lo que la falta de amor
provoca en los corazones.
Pero la
Misericordia de Dios preserva lo que Él quiere que prevalezca para siempre. Son
los que Lo temen.
Mis hijos, vosotros habréis de
querer ver la belleza en el mundo ahora, pero no la veréis más, sino hasta que
no llegue el Nuevo Sol. Llegará en el último día, en el día del Juicio Final,
cuando Jesucristo vendrá y renovará la faz de la Tierra.
Él, solamente Él puede
ayudaros, Él es el Salvador del mundo.
Y entonces será renovada toda
la creación de Dios.
Convertíos, convertíos, si
deseáis la Vida Eterna, vida al lado del Padre visiblemente delante de
vosotros, al lado del Hijo y del Divino Espíritu Santo. Así seréis eternamente
felices y Yo entonces podré estar con todos Mis hijos, que recibí a los pies de
la Cruz de Mi Divino Hijo Jesucristo, el Salvador del mundo.
Seremos una sola familia, la
familia de Dios.
Queridos y amados hijos de Mi Inmaculado Corazón, os bendigo en el
Nombre del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo, que os ilumina
conduciéndoos para siempre con Su Luz.
Soy la Sierva del
Señor, María, la Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo, el Cordero de Dios
que quita los pecados del mundo. Soy la Inmaculada Concepción de María, Soy la
Mensajera de Dios y en el Mensaje de hoy, Él os agradece por el momento de
oración y os alerta:
“Mis hijos, tanto tiempo os alerté, tanto tiempo os
mostré lo que está errado y lo que es correcto. Yo os doy toda la asistencia
que vosotros necesitáis, pero vosotros escogisteis amar el pecado más que a
vuestra vida. Vosotros estáis despreciando y corriendo el peligro de perder
vuestra salvación.
Ahora llegó el
tiempo de dar cuenta de vuestros actos.
Muy pronto estaré llamándoos para daros a conocer
cuánto practicasteis las cosas erradas, y lo que hicisteis de bueno por
vuestras almas.
Cuando os llamo para enseñaros, vosotros no queréis
oírme porque no habéis vivido con vuestro corazón puro y tenéis miedo de Mí,
pero os alerto de nuevo que en poco
tiempo ya voy a purificar al mundo, voy a terminar con el tiempo del pecado y
esto será con mucho sufrimiento para todos los que no quisieron creer en Mi
Palabra. Daré fuerza y coraje
a los que Me siguen, ellos vencerán, Soy Justo.
Yo Soy Dios, Soy el que Soy y a los que no quisieron
vivir en Mí, voy a dejarlos sentir Mi ausencia.
Pero antes escucharán Mi pregunta, que será: “¿Crees
en Mí?”
Así concluirá el tiempo de la decisión.
A los que se conviertan, daré la Felicidad Eterna.
Preparaos, no sabéis la hora ni el día, he aquí el
tiempo de entregar vuestras vidas en Mis Manos. Quien la entregue vivirá
eternamente.
Estos estarán Conmigo y tendrán la certeza de que Yo
Soy el Creador de todas las cosas. Yo os amo con Amor Eterno.
Hasta ahora vosotros no tenéis la certeza de vuestra
fe, debéis aumentarla. Pero Yo Mismo os daré la cura a vuestras dudas, mas
vosotros lamentaréis por no haber creído antes como debisteis creer.
Ahora, sin embargo,
el mundo todavía Me desafía, quiere que Yo le muestre a él Mi Existencia y Yo
dejaré que él quede saciado, conocerá Mi Poder sobre él, voy a buscar a los que
tienen los nombres escritos en el Cielo y les daré Mi Paz, el resto tendrá lo
que se merece.
No tardaré,
preparaos, vosotros no sabéis cuándo será.”
Queridos hijos,
vamos a reflexionar en las Palabras de Dios, Nuestro Padre Eterno, el Todopoderoso,
el que hoy, una vez más os invita a permanecer más atentos al tiempo que estáis
viviendo. No adelanta querer engañaros a vosotros mismos. Vosotros sabéis que un día el futuro se
vuelve presente y vosotros tendréis que vivir la hora de las profecías,
vosotros tendréis que vencer el miedo y confiar en Dios. Recordad que cada
segundo de vuestras vidas, Él está presente en vuestros corazones, Él es la
Vida, vosotros estáis vivos, vosotros no estáis solos. Mas, la mayor parte de
la humanidad no tiene conciencia de esto, porque está muy distante de la
realidad.
El mundo está en gran peligro, despertad y ved cómo
estáis impuros.
Enderezaos y
veréis cuán grande es el Poder de Dios. El
mundo ahora Lo conocerá, habrá de querer que el tiempo vuelva para reparar por
los errores cometidos, pero el tiempo no vuelve, y entonces verán lo que no
desean ver.
Son muchos los
sufrimientos. Despertad, hijos, y escuchad los Avisos del Cielo, viene
llegando la hora de buscar los refugios. Muchos hijos tendrán que dejar sus
casas y salir de prisa a los refugios y entonces recordarán todo lo que Dios os
avisó, pero que no quisieron oír. Y así sucederá.
Mis hijos, la Santa Palabra
de Dios os revela hoy sobre el Don del Temor de Dios. Vosotros sabéis que los
desafíos Lo provocan y aquellos que Lo temen y sienten satisfacción en
provocarlo, están en peligro mayor, el peligro de perder la Salvación.
El hombre necesita amar a
Dios y respetarlo, no puede provocar la Ira de Él, necesita temer Su Poder,
necesita ser fiel a Él, para sentir la Presencia de Él en su vida. Esto es para
el bien de toda criatura. Amar a Dios sobre todas las cosas. Sólo quien Lo ama,
es quien consigue sentir Su Presencia, porque es humilde.
El hijo necesita reconocer
que necesita del Padre, que no es independiente.
La primera cosa es tener la
fe viva, la fe es una gran riqueza que todos pueden poseer a voluntad, y nadie
puede robarla del corazón si no se quiere porque pertenece a cada uno. Dios la
plantó en cada corazón, pero Él no obliga al hombre a cultivarla, Él sólo
enseña el valor de ella, quien quiere ser feliz tendrá que cultivarla, porque la
fe es lo que mantiene al hombre firme en el Camino del Cielo.
El mundo está tan
impuro que cualquier persona puede percibir que está faltando la fe en el
corazón humano, no hay ningún esfuerzo en las personas para luchar contra el
mal, y él sólo está aumentando cada día más. Pocas personas tienen verdadera fe
para pedir ayuda a Dios. Vosotros necesitáis aumentar vuestra fe día a día o no
conseguiréis vencer las dificultades de vuestro viaje en la Tierra.
La falta de amor
y de fe lleva al hombre a la ruina, esto es lo mismo que entrar en el camino
del Infierno. No debéis hacer esto con vuestras vidas.
Es hora de pensar
dónde queréis llegar y tomar el camino correcto.
El camino cierto es Jesucristo, debéis hacer lo que
Él manda.
Solamente quien
cree en Él está en el Camino del Cielo, mas es preciso estar atentos para no caer en la duda.
Quien teme al
Señor es feliz porque no corre el peligro del Infierno, si persevera en este
temor.
Quien teme al Señor endereza los pasos, obedece lo
que Él habla, se hace humilde, no Lo desafía, confía que Él da la felicidad a
quien Lo ama verdaderamente.
Mis hijos, el Paraíso está siempre a vuestra espera,
convertíos, convertíos, respetad el límite que Dios trazó para vosotros, los
Diez Mandamientos.
Preparaos, los
sufrimientos van a aumentar todavía en este año, están llegando rápidamente,
mas Dios está con vosotros como siempre estuvo, no os desesperéis. Recordad
siempre que sois criaturas de Dios y solamente Él es el Creador.
Desprendeos de
los pecados, o seréis destruidos por ellos.
La Tierra entera gemirá,
sufrirá tantos temblores que la humanidad no soportará vivir si no tuviere fe
en Dios. Confiad en el Amor de Dios por vosotros. Son tantos los
acontecimientos que tendréis por pruebas, todavía en este año veréis llegar
cosas tristes. Sólo os resta humillaros y reconocer que errasteis mucho y
pedir perdón a Dios.
Vivid cada día como si fuese
el último de vuestro viaje en la Tierra y preparaos para llegar delante de Dios
frente a frente.
Él os dio una vida para
cuidar de ella con amor y después llevarla y entregarla a Él. Él santificará
vuestra vida y os la dará nuevamente para vivir eternamente con Él.
Agradeced, Mis hijos,
considerad que vosotros todavía no Le agradecisteis, porque estáis pecando
siempre, en lugar de dejar de pecar.
Estáis en el punto en que
muchos desistieron de la felicidad como desistieron los habitantes de Sodoma y
Gomorra.
Convertíos, convertíos antes
del gran castigo que viene para el mundo.
Es esto lo que vengo a
revelaros hoy, para vuestra conversión.
Ahora os pido la
Santa Misa, la Santa Eucaristía con fidelidad a Dios.
Rezad, rezad, rezad por el Santo Padre, el Papa
Benedicto XVI, por todo el Clero, por los religiosos y religiosas, por toda la
humanidad.
Oremos por los ateos y paganos, ellos están en gran
peligro de arrepentimiento tardío. Es necesario arrepentirse antes del día
de la purificación. Ayudadlos antes de que llegue a conclusión el tiempo
de la conversión a través del amor, después será a través del dolor.
Rezad por la Santa Iglesia fundada por Jesucristo,
recordad que sois esta Iglesia y que Ella jamás será vencida, Ella es la única
que prevalecerá para siempre. Dios vence por vosotros.
Ayudad al Santo
Padre el Papa con vuestras oraciones y también a los Sacerdotes. Ésta es una
hora difícil para la humanidad vencer. Las persecuciones irán aumentando
sobre los cristianos. Silenciaos, dedicad vuestras oraciones por la paz del
mundo. Las guerras son cada vez más fuertes. La humanidad sentirá un
gran peso en la conciencia por todo lo que dejó de hacer por su alma, antes de
la tribulación.
Nuevamente os aconsejo a
silenciaros, dedicad vuestras oraciones por la paz del mundo.
Yo os amo mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.
Vosotros brasileños, estad vigilantes, rezando por
vuestra salvación y la de todos los pueblos. Muchos hijos no están rezando, la
oración trae fuerza y valor a quien reza, todos deben dedicar más tiempo a la
oración, ahora especialmente, cuando se dará inicio a los acontecimientos, un
bien más cerca del otro.
Dios es Justo y Él hará Justicia sobre los que
merecen ser justificados. Los que se convirtieron serán honrados por el Amor de
Dios.
Ahora os bendigo, en el Nombre del Padre, del Hijo y
del Divino Espíritu Santo, la Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo,
María, la Inmaculada Concepción.
Agradecida por haber
correspondido al Llamado de Dios. Se está acercando la hora de la Justicia
Divina. Quien se convierte aprende a buscar la fuerza en Dios y quien no
se convierte ya sabe lo que será su futuro. Todos deben dedicar más tiempo a
Dios.
Se están
terminando las comunicaciones del Cielo a la humanidad, muy pronto todo se silenciará. Todo será más
difícil para el mundo, estad atentos.
Ahora os ofrezco Mi
Inmaculado Corazón como Refugio en la hora del gran castigo que se acerca al
mundo.
Un gran castigo se acerca,
cuidad de vuestras almas.
Con todo cariño y el amor de
Madre os deseo la Paz y llevo hasta Dios vuestros pedidos.
La Paz de Nuestro
Señor Jesucristo esté con vosotros ahora y para siempre. Amén. La Paz.
¡Paz! ¡Paz! ¡Paz! ¡Amén! ¡Amén! ¡Amén!
Bendito sea Dios, Bendito sea Su Santo Nombre.
Debéis reflexionar el Santo Evangelio de hoy: Lc.
12, 1-7.
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