Mensaje de Nuestra Señora – María, Llena de Gracia
El Advenimiento del Nuevo Mundo – Palabras de Nuestra Señora
EL TIEMPO DE LA REALIZACIÓN DE LAS PROFECÍAS DADAS AL MUNDO
10 de Marzo de 2013
Queridos
hijos, hoy, en el día del Señor, con mucho amor y cariño vengo a bendeciros en
el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo.
Unidos a
la Santísima Trinidad, vamos juntos a buscar la verdadera Paz para el mundo.
Mis hijos,
escuchad la Voz de Dios llamándoos, Él os llama porque algo muy terrible
acontecerá en el mundo dentro de poco tiempo. Vosotros necesitáis prepararos
porque así no quedaréis lejos de Él, no quedaréis sin rumbo y sin consuelo.
Procurad comprender que llegó el momento de buscar más la ayuda en Dios.
La oración
consuela, fortalece, da fuerzas, porque quién sostiene al
mundo de pie es Dios y Él enseña a los hijos a rezar para recibir más
fuerza y coraje.
Por eso
debéis rezar siempre, aún más ahora, porque cada día que pasa, se hace más
cerca. Toda la humanidad debe comprender que necesita ahora, mucho más que
nunca antes, volver a Dios, es el final de un tiempo de muchos sufrimientos
para el mundo.
Os he
hablado tanto, pidiéndoos un poco de vuestra atención para que comprendáis que Dios
no juega, lo que Él manda a deciros es para vuestro bien.
Enderezad
vuestros pasos, limpiad vuestros corazones, así iréis comprendiendo las Señales
que Dios siempre os está dando.
El peligro
está ahí, guerras y más guerras, porque el ser humano se distancia cada día más
del Amor a Dios, la humanidad está lejos, muy lejos de Él.
Vosotros
sabéis que Dios antes del diluvio envió avisos y más avisos, pero no quisieron
oír, no creyeron en aquellos de aquel tiempo, solamente Noé con su familia
escucharon.
Hoy se
repite el desprecio, son pocos los que se están preparando, y los sordos a
propósito no se están preparando para una emergencia. Muchos hijos se van a
asustar, buscarán un refugio, mas el Refugio solamente es Mi Inmaculado
Corazón, aquí encontraréis Abrigo, el Abrigo que el mismo Dios os ofrece. Él
hizo de Mí el Refugio de los pecadores arrepentidos de los pecados cometidos.
Por eso,
el Llamado a la conversión es urgente, convertíos, convertíos.
Mis hijos,
la Santa Palabra de Dios os lleva hoy a reflexionar sobre una manera más
urgente de prepararos para la Santa Pascua. Él, en aquel tiempo, a través del
Santo Evangelio, daba señales al pueblo que lo acompañaba, hablándoles a través
de parábolas para que él comprendiese mejor las Señales.
Muchas
personas Lo criticaban, Lo insultaban, mas Él vino a enseñar y con Su Sabiduría
no dejaba que ellos salieran de allí vacíos. Y Jesucristo dio ejemplos, a
través de parábolas, diciéndoles acerca de un padre y dos hijos que tenían
actitudes diferentes. Uno dejó al padre y se fue por el mundo gastando la
herencia que recibió, sin preocuparse por nada, y el otro permanecía en
compañía del padre, mas estaba en peor situación, porque era orgulloso,
vanidoso, lleno de envidia, se estaba juzgando mejor que el otro.
El que se
fue, sin embargo, cuando perdió todo lo que tenía, se arrepintió, pidió perdón
a Dios y volvió a su padre para pedirle perdón.
El otro no
se quedó satisfecho y exigió una atención privilegiada a su padre por ser mejor
que el otro. Mas el Padre, que amaba a los dos de la misma forma, explicó al
que no comprendía su actitud, que estaba alegre porque su hijo que estaba
lejos, volvió junto a él y merecía así un anillo en el dedo y una túnica nueva,
una sandalia en los pies.
Mis hijos,
meditad cuántas veces dejasteis de dar esta alegría al Padre, cuántas veces
dejasteis de pedir perdón por vuestros pecados, a Dios; cuántas veces salisteis
por este mundo, dejando atrás la Felicidad y yendo en busca de vuestro fracaso,
en la depresión, en las drogas, en los crímenes y en tantas deshonestidades,
pensando que así es la libertad.
Es hora de
volver al Padre, Él os espera, Él os dará una nueva vida, vestiréis una ropa
nueva, ropa de Luz, y tendréis toda la felicidad que Él os quiere dar.
Arrepentíos
de vuestros pecados, reparadlos y volveos luego a Dios,
vosotros no tendréis más tiempo para seguir, para seguir más como estáis. Cerca
de Dios estaréis a salvo.
En este
tiempo necesitáis confiar más en Dios, solamente Él os puede consolar,
protegeros, socorreros.
Quien se
separa del Amor de Dios, no tiene éxito.
El peligro
mayor que os amenaza es la pérdida del alma, quien
se desespera pierde la unión con Dios, porque se rebela contra Él y va para el
Infierno.
El mundo
está siendo avisado aún más ahora, porque lo que viene de sufrimiento es una
cantidad muy grande, y muchos no quieren buscar la ayuda en Dios.
Dios
quiere a todos junto a Él, solamente Él puede juzgar los méritos de cada uno,
nadie debe acusar a los que todavía no han vuelto. El Padre quiere que todos
sean felices, Él tiene Amor para dar en abundancia a todos, sin que nadie vaya
a pensar que está siendo perjudicado.
Todos
deben alegrarse por estar juntos, nada de exigir diferencias, para Dios todos
son iguales.
Dios
quiere daros una fiesta en el Cielo, Él ya preparó vuestra Salvación, lo que
está faltando es vuestra conversión.
Vosotros
tenéis poco tiempo para prepararos.
Vosotros
veréis la Tierra temblar, veréis el sufrimiento de la guerra, del hambre, la
sed, las enfermedades, las epidemias aumentar, no podéis
desistir.
Vosotros
ya conocéis muchas cosas tristes, mas conoceréis peores ahora, confiad en Dios,
aumentad vuestra fe, vuestra esperanza.
Vuestra
desobediencia a Dios atrajo todo lo que está por venir.
Convertíos,
Convertíos, quien ama a Dios será capaz de descifrar los enigmas. Estad
atentos, meditad sobre esto: quien no pide perdón a Dios, queda con una
conciencia pesada, este peso es más fuerte que el dolor de una herida grande en
la carne. No hay liberación sin pedir perdón.
Las catástrofes,
las tragedias y todos los sufrimientos siempre han acontecido, mas ahora serán
mucho más fuertes, más intensos, porque son las últimas oportunidades para que
el hombre vuelva a Dios.
La
naturaleza no acepta agresiones, ella devuelve, por eso veréis la reacción de
lo que el mundo hizo contra toda la naturaleza.
Esto es lo
que vengo a alertaros hoy para vuestra conversión.
Rezad,
rezad, rezad por el Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, por todo el Clero, por
los religiosos, para toda la humanidad.
Rezad por
los ateos y paganos, continuad ayudando a buscar ayuda en Dios para la
conversión de ellos.
Rezad por
la Santa Iglesia fundada por Jesucristo, en este tiempo en que no sabéis
todavía lo que está reservado para el mundo: aumentad vuestras oraciones y limpiad
vuestros corazones para que os aliviéis de vuestros sufrimientos.
Si
enderezáis vuestros pasos, tendréis un corazón más atento, sabréis más y
comprenderéis que Dios os está revelando que vosotros tenéis todavía un poco de
tiempo.
Ahora, que
los están seleccionando para la elección del Santo Papa, todos deben rezar para
que Dios los ilumine.
Espero que
todo resulte lo mejor para todos.
Rezad, Mis
hijos, permaneced unidos, siempre unidos.
Yo os amo
mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.
Brasil,
Brasil, prepárate, muchos sufrimientos se acercan dentro de poco tiempo.
Muchas
tempestades caerán de una sola vez, y vosotros no estáis preparados, se
necesita mucha oración. Tempestades naturales, espirituales y materiales.
Todas las
naciones, aumentad vuestras oraciones para vencer las dificultades que se
aproximan.
Ahora os
bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo, la Madre
de Jesucristo, el Salvador del mundo,
María, la
Inmaculada Concepción.
Debéis reflexionar
sobre el Santo Evangelio de hoy: Lc. 15: 1-3.11-33.
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