Mensaje de Nuestra Señora – María,
Llena de Gracia
El Advenimiento del Nuevo
Mundo – Palabras de Nuestra Señora
EL TIEMPO DE LA REALIZACIÓN DE LAS PROFECÍAS DADAS AL
MUNDO
24 de Febrero de 2013 – 2º Domingo de Cuaresma
Queridos hijos, hoy en el día del Señor, con mucho amor y cariño vengo a
bendeciros en el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo.
Unidos a la Santísima Trinidad, vamos juntos a buscar la verdadera Paz
para el mundo.
Mis hijos, recordad que en este tiempo de la Santa Cuaresma, vosotros
estáis reviviendo el tiempo en que Jesucristo estuvo en el desierto, rezando,
pidiendo a Dios fuerzas para soportar los sufrimientos que tendría que pasar
durante Su Pasión y Muerte para salvaros.
Dentro del Corazón de Jesucristo estaban todos vosotros pecadores, como
lo estáis todos los días, porque Él os ama con Amor Eterno.
En el desierto Él fue atormentado por satanás que deseaba quitarle el
Poder sobre el mundo. Satanás quería y quiere hasta el día de hoy tener más
poder que Dios, mas él nunca lo tendrá. Dios está por encima de todo, Él es el
Todopoderoso.
Satanás desea poseer vuestras almas,
por eso sigue tentándoos, engañándoos hasta que un día será destruido con todos
los que son sus seguidores. Ya está bien cerca este tiempo.
Vuestras almas están seguras, vuestras almas
están guardadas dentro del Corazón del Salvador, pero éstas son las almas de
todos los que se convierten hasta la hora de la muerte. Quien no se convierte,
pierde la unión con Dios.
Esta lucha del demonio contra Jesucristo, no es una lucha corporal,
porque Jesucristo Resucitó, nadie más puede tocarlo a Él como Lo tocaban,
maltratándolo con la flagelación y crucificándolo nuevamente, como cuando vino
al mundo por primera vez. Esta lucha ahora es espiritual contra Dios y contra
vosotros, todos los hijos de Dios. Saldrán victoriosos los que creen en Dios
verdaderamente. Tendrán la protección de Dios los que se convirtieren. Ésta
es la peor batalla que viene ahora.
Mientras que Satanás tentaba a
Jesucristo, Dios Padre protegía a Su Divino Hijo.
Jesucristo usaba la Sabiduría, la
humildad, serenidad, no Se exaltada y satanás tiene pavor a las Palabras de
Jesucristo, tiene pavor a la humildad, a la paciencia, por eso no tenía fuerzas para ir
más lejos en sus malas intenciones. Así que se apartó y desistió de aquella
batalla, pero volvería después como volvió más tarde y fue nuevamente vencido.
Mis
hijos, Yo os pregunto, estáis listos vosotros hoy que estáis en este tiempo de
preparación para vencer las envestidas de satanás en el mundo. En verdad Yo os
digo: Yo ya sé vuestra respuesta, pues vosotros no estáis listos.
Mis
hijos, vosotros tendréis mucho que sufrir, tendréis también que subir hacia
vuestro Calvario, cuando termine este tiempo de ahora, después de la Santa
Cuaresma, tendréis que asegurar firme vuestra cruz sobre vuestros hombros y
lloraréis mucho.
Yo os estoy instruyendo, por orden
de Dios, pero vosotros no tenéis todavía la certeza de vuestra fe y no estáis
creyendo en nada por causa de vuestras dudas, vosotros estáis en pésima
situación. Está llegando al mundo una gran catástrofe y nadie está preparado para
esta hora.
Los que creen, piensan apenas que tendrán que buscar un abrigo seguro, una
casa, mas Yo os digo, el único Refugio Seguro es Mi Inmaculado Corazón.
Solamente en Él estaréis a salvo, éste es el Lugar Seguro para todos. No
estará a salvo quien no estuviere dentro de Mi Inmaculado Corazón.
Mis
hijitos, aprended con Mi Divino Hijo Jesucristo, la Sabiduría, la humildad, la
aceptación, la tolerancia, la paciencia, aumentad vuestra fe, vuestra
esperanza, practicad la caridad, sacad fuera lo que Él os diga que saquéis, no
permanezcáis apegados, confiad en que Él os alerta, Él os quiere socorrer en
estos momentos tan difíciles, estad atentos a las Señales que Él os da. No
permanezcáis indiferentes. No dudéis de los Mensajes que descienden del
Cielo para vosotros, no debéis ni pensar que no son ciertos y que nada de
esto va a suceder.
Yo
os alerto, incluso en este año veréis acontecimientos terribles.
Preparaos, arrepentíos de vuestros pecados y haced reparación de todos
ellos. Buscad el perdón de Dios, pedid a
Él ayuda, debéis corregir vuestros errores, sed humildes, y reconoced que
pecasteis. Vosotros no sabéis lo que se acerca, mas Dios os lo está revelando,
ya se está acercando el día y la hora en que acontecerá una gran y terrible
catástrofe en el mundo.
Él ya
ha dado tantas Señales y vosotros ni las habéis percibido, porque el mundo
sigue con desafíos, implorando por cosas más fuertes.
Pero Dios no se somete a la voluntad humana, Él dará una gran Señal,
porque sabe que la humanidad necesita estar preparada, una Señal despierta a
muchos de una sola vez.
Mis hijos, no dejéis vuestras cruces en medio del camino del Calvario,
llevadla con firmeza sobre los hombros. Mas, estad atentos, la cruz que
vosotros llevaréis no es un madero pesado, porque Jesucristo, Mi Divino Hijo,
ya cargó sobre los hombros de Él vuestros pecados. Sino que vosotros llevaréis
en vuestras cruces solamente el recuerdo de vuestros sufrimientos, de vuestras
enfermedades que no fueron curadas, del hambre del mundo, de las guerras, las
dificultades que pasasteis, las injusticias, la pobreza, las dificultades
financieras, los planes que no realizasteis, las agresiones recibidas, los
deseos de ser buenos y que muchas veces no lo conseguisteis, los empleos que
deseasteis y no los conseguisteis, todo lo que intentasteis hacer mas no fue
posible, porque la soberanía que rige con maldad al mundo os lo impidió a cada
uno de vosotros, buscando un motivo para destruiros. Gran parte de la humanidad
entró en depresión por estos motivos.
Mas,
Dios os espera en el Calvario, Él os librará de todo esto y os dará Su
Misericordia, os llenará con Su Luz. Vosotros veréis la Luz de Él
descendiendo sobre vosotros para daros la alegría de vuestra Pascua.
Dentro
de un poco más de tiempo estaréis conmemorando la Santa Pascua del Señor, muy
pronto, muy pronto, cuando Él vuelva al mundo, conmemoraréis vuestra Pascua
definitiva.
Vosotros
no sabéis todavía cuándo será, mas ya podéis sentir en vuestros corazones que
será muy pronto. Por lo tanto, preparaos, no permanezcáis indiferentes a los
Avisos de Dios para vosotros.
Mis
hijos, la Santa Palabra de Dios os revela hoy sobre el gran día en que ocurrió
la Transfiguración de Jesucristo en el Monte Tabor.
Él
fue para aquel Monte llevando consigo a Sus discípulos Pedro, Juan y Santiago.
Fue allí, en el Monte Tabor, que aconteció Su Transfiguración delante de Sus
amigos. Su Rostro se transfiguró y su ropa quedó blanca con un brillo
resplandeciente. En aquel momento estaban allí con Él, Moisés y Elías dentro de
aquella Luz, viniendo a consolar a Mi Hijo porque sabían del gran sufrimiento
que Él pasaría dentro de algunos días para salvar al mundo.
Jesucristo, Él, un Hombre pobre, sencillo y
humilde de Corazón, el Hijo Unigénito de Dios, Verdadero Dios, Verdadero
Hombre, sería sacrificado en la Cruz. Él sabe comprender al mundo, por eso no
desistió de salvarlo. No desistió de Su pueblo.
Él se
despojó de Sí Mismo, y aceptó la Voluntad de Dios.
Allí, en el Monte Tabor, Él estaba
dando Señales a Sus discípulos, Señales que ellos todavía no podían comprender.
Por
más que se esforzasen les quedaba siempre una duda así: —“¿Será que Él es el
mismo Mesías prometido por Dios Padre?” Mas, Le seguían por todas partes con
aquella esperanza de que Él fuese el mismo Mesías.
En
aquel momento cuando estaban con Jesucristo en el Monte Tabor, una nube los
cubrió y ellos oyeron una Voz que les dijo: —“¡Éste es Mi Hijo amado,
escuchadlo!”
Mis
hijos, así escuchándolo ellos no quedaban vacíos, ni sin esperanza, porque
recibían las Señales de Dios. Ellos habrían de alegrarse.
Mis
hijos, haced como Jesucristo hizo, con oraciones buscad la ayuda de Dios,
dejad que Él guíe vuestros pasos. Dios os quiere dar una vida gloriosa,
pero purificaos primero, y así, cuando Jesucristo vuelva, brillaréis como Él
brilló en aquel momento, y todos los que merecen el Cielo serán salvos. Así
comprenderéis en aquel día que ya no sois más de este mundo, sentiréis gran
alegría y felicidad.
Cuando
sucedió la Transfiguración de Jesucristo, el mundo no había comprendido
todavía, porque no tenía la certeza sobre quién era Él. Ahora, después de más
de dos mil años (2.000) ya no es tan difícil comprender porque la Palabra de Él
todos los días os está instruyendo. Él os ayuda, vosotros venceréis si
permaneciereis fieles a Él.
Mis
hijos, ved cuántas cosas sucedieron en aquel tiempo y aumentad vuestras
esperanzas, porque vosotros estáis muy cerca del tiempo en que veréis suceder
un gran cambio en vosotros.
Dios siempre ha dejado en el mundo testimonios de Sus Milagros, pero
la humanidad no quiere darse cuenta de las grandes Obras que Él realiza, porque
no cultiva la fe.
Vosotros ya conocéis las maravillas que sucederán con vosotros cuando
paséis de este mundo Tierra, mas no tenéis fe, siempre estáis pensando si es la
misma verdad o no. Creed, Mis hijos, Dios es Misericordioso, Él os dará una
gran felicidad, tendréis vida eternamente si creéis en Él y en las Obras de Él.
Él quiere que todos conozcan la
parte que no conocen, estad listos para recibir esta Gracia.
Es esto lo que vengo a revelaros
para que vuestra conversión suceda más de prisa, antes de la hora final,
apresuraos, el tiempo se hizo más corto.
Rezad, rezad, rezad por el Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, por
todo el Clero, por los religiosos y religiosas, por toda la humanidad.
Rezad por los ateos y paganos,
esforzaos ahora para buscarlos con la oración por la conversión de ellos.
Recibiréis la recompensa por la caridad que hicisteis por ellos.
Rezad por la Santa Iglesia fundada por Jesucristo, unión y oración en
esta hora en que el mundo entero espera llenar el corazón que se quedó vacío.
Lo que llena es la Verdad, pero pronto vosotros sabréis lo que sucedió, todo
está escrito, todo lo que sucedió tiene un sentido, solamente Dios puede llenar vuestros
corazones.
Ningún pecador puede llenar
vuestros corazones de lo que vosotros no conocéis sobre el Secreto del Cielo.
El Secreto que sólo Dios sabe.
Dios no deja este vacío en vosotros, vosotros veréis con los propios
ojos, no será necesario que nadie os diga nada. Cuando vuestros corazones
estuvieren abiertos a Dios, nadie más os engañará.
Vosotros sois la Iglesia de Jesucristo, Él os sostiene de pie y vosotros no caeréis
jamás. Cuando llegue el invasor, él será derrotado por el Rey y vosotros jamás
estaréis divididos. Ayudad al Santo
Padre el Papa con vuestras oraciones, para que él, Benedicto XVI, soporte todo
lo que está sucediendo sin desesperarse. Viene ahora dentro de algún tiempo un
gran cambio en la Iglesia, vamos a pedir la ayuda a Dios y a confiar en Él, que
sabe lo que hace.
Yo os amo mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.
Brasileños, preparaos con
oraciones para vencer las dificultades que se acercan a vosotros y también al
mundo.
Todas las naciones, estad
atentas y rezad confiando en el Poder de Dios.
Ahora os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino
Espíritu Santo, la Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo,
María, la Inmaculada Concepción.
Debéis reflexionar sobre el Santo
Evangelio de hoy: Lc. 9, 28-36.
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