Mensaje a Darly Chagas

Mensaje de Nuestra Señora – María Llena de Gracia

El Advenimiento del Nuevo Mundo – Palabras de Nuestra Señora

El tiempo de la realización de las profecías dadas al mundo

2 de diciembre de 2012 – 1^er Domingo de Adviento

            Queridos hijos, hoy día del Señor, con mucho amor y cariño Vengo a bendeciros en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

            Unidos a la Santísima Trinidad, vamos juntos a buscar la verdadera paz para el mundo.

            Hoy mis hijos, vos estáis dando los primeros pasos para la Navidad más importante para la humanidad en este fin de los tiempos. Vos no sabéis lo que se aproxima para el mundo. Hace tantos años que Yo estoy trayendo Avisos del Cielo enseñando al mundo a observar la llegada de la época en que Dios enviará de nuevo al mundo a Su Divino Hijo Jesucristo. El viene a gobernar a la humanidad. Va a ser muy breve, preparaos todos vosotros que deseáis la Felicidad Eterna.

            Hoy es el primer domingo de Adviento, debéis comenzar a cambiar vuestros pensamientos, creyendo verdaderamente que Jesucristo murió en la cruz por culpa de vuestros pecados, Él vino a salvaros. Asumió vuestros pecados para libraros del Infierno. El venció por vos. Debéis agradecer y no quedaros lejos de El, como seguís todavía cada día más.

            Vosotros sois la familia de Dios, El quiere a todos en el Cielo con El algún día muy próximo. Sois el tesoro del Padre, cuando vos no cometáis más pecado, os quedareis libres de toda la contaminación, seréis la alegría del Padre, ahora todavía estáis contaminados, impuros, cada día Ofendiéndolo más.

            Hijos míos, sólo el Milagro de Dios puede libraros de esta contaminación. No existe ningún medicamento que pueda curar esta terrible enfermedad. El pecado es la peor lepra que existe, él hiere el alma y la pone en peligro de la segunda muerte, la separación de Dios.

            Dios está enseñándoos a buscar la curación del alma. Y vosotros mismos descuidasteis de ella y caísteis en la trampa del diablo, él tienta al hombre sin parar, incluso hasta arruinar el alma del pecador.

            Hoy corréis peligro de continuar pecando cada vez más y no soportaréis el día de la purificación. Vosotros estáis idolatrando el pecado y no estáis más interesados en el Cielo, para no abandonar el pecado. El pecado es la ruina, es la causa de la desesperación, el hombre que no cree en Dios, no tiene fe, no tiene esperanza y se desespera por cualquier cosa. Pero no es sólo a aquellos que no creen en Dios, que están en peligro, los que se debilitan en la fe, también se debilitan  y se desesperan.

            Por lo tanto, ahora todos corren peligro, porque la fe de todos es muy pequeña.

            Como oísteis hoy, la Santa Palabra de Dios os lleva hoy a reflexionar sobre la desesperación.

            La Palabra de Dios es la Verdad, El no está engañando a nadie, todo está escrito en las Escrituras y nadie puede cambiar las profecías que están allí.

            Jesucristo habló sobre el tiempo que un día vendría al mundo, nadie puede cambiar lo que dijo.

            Despertaos Mis hijos, Jesucristo es Dios, y El habló hoy sobre el miedo que tendrán las personas cuando ese día venga y que será de mucha preocupación, habrá señales en el sol, la luna y las estrellas. Dejó en claro que todos serán afligidos por el ruido del mar y de las olas y muchos se van a desmayar del miedo sólo de pensar en las cosas que sucederán. Esto vos lo veréis cuando se revelen los Secretos, la gente se desmayará de miedo sólo de pensar en la proximidad de todo.

            Como ya fue revelado por el Cielo, vos no estáis listos, porque vuestra fe es muy pequeña.

            No hay más cómo prevenir porque el mundo está lejos de Dios.

            Jesucristo es Dios y El vino a la tierra para salvar a la humanidad, no será merecedor de la Salvación aquel que no se convierta. Todo está advertido por Dios con gran anticipación.

            Pero hay científicos que están dispuestos a competir con Dios, y ellos serán desenmascarados. Dios quiere que el hombre se humille y reconozca que la Sabiduría viene del Cielo, no de la tierra. Los estudiosos quieren demostrar lo contrario, y desde el principio cuando llegaron a existir, se elevaron y comenzaron a luchar contra el Poder de Dios, la falta de respeto de muchos científicos fue aumentando, ellos comenzaron a inventar cosas peligrosas y ponerlas en uso sin tener la certeza de las consecuencias.

            Pobres hijos, cuando se estén acercando los días, ellos mismos se sentirán avergonzados de sus invenciones. Cuántas enfermedades se encuentran en el mundo y muchas son causadas ​​por aquellos que dicen ser sabios. Hasta los remedios están causando enfermedades, porque no hay más respeto por Dios y ni por las criaturas.

            Así que Mis hijos, la humanidad está hoy a la espera de la hora de Dios. Ella viene llegando, todo lo que se eleva caerá. Veréis con vuestros propios ojos que no podréis negar la existencia de Dios, porque lo que El dice sucede.

            Todos debéis prepararos para esa hora, ahora está a punto de suceder. Ha llegado el momento, esta generación pasará por todo esto. Es necesario prepararse, por eso lo Avisos descendieron del Cielo para todos.

            Esto es lo que vengo a revelaros hoy para vuestra conversión.

            Estéis preparados para Dios, no dudéis de lo que viene del Cielo

            El está por encima de vuestra capacidad de conocer.

            Todo lo que sois, bien instruidos para vuestra conversión, debéis agradecer a Dios. Tengáis cuidado, todo lo que viene del enemigo es para vuestra destrucción. El enemigo quiere tener el mismo poder de Dios, como no lo tiene, se venga con las criaturas que Dios creó.

            Rezad Mis hijos, pidiendo a Dios que proteja a todos vosotros.

            Rezad, rezad, rezad por el Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, por todo el Clero, por los religiosos y religiosas, por toda la humanidad.

            Rezad por los ateos y paganos, vamos a luchar por ellos, para que la Salvación de ellos ocurra, muchos ya están pensando en regresar a Dios.

            Rezad por la Santa Iglesia fundada por Jesucristo, la unidad y la oración, vosotros estáis a pocos pasos para ver los Signos de Dios, estéis en espera, no con miedo, sino con la confianza en El. Sepáis queridos hijos que Dios sabe lo que hace para salvar a la humanidad.

            Ayudéis al Santo Padre el Papa, él realmente necesita vuestra ayuda, sobre todo ahora que gran parte de la humanidad está fuera de la Iglesia con tantas religiones falsas, no piden a Dios discernimiento para saber lo que es verdadero.

            Lo que es falso caerá muy pronto y lo que es verdad prevalecerá.

            Por fin, Mi Inmaculado Corazón triunfará.

            El Santo Padre corre peligro de persecución, recéis por él.

            Vosotros debéis prepararos ahora para la Navidad, todos comprenderán que llegó la hora de vuestra decisión por la Salvación. Vamos juntos a rezar, pidiendo a Dios que ayude a todos a arrepentirse y pedirle perdón de los pecados cometidos antes de la venida del día doloroso para el pecador.

            Vos debéis agradecer a Dios por la Salvación que ofrece todos los días.

            Jesucristo vino y vendrá de nuevo muy pronto. El anhela que todos comparezcan ante El en el Día del Juicio Final, decididos por la Salvación.

            Yo os amo mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.

            Brasileños, llenéis vuestros corazones de esperanza y mantengáis firmes en vuestra decisión por la conversión.

            Nada puede separarlos de Dios sólo el pecado, si el hombre se aferra a él no volverá a Dios, el hombre perderá la unión con Dios para siempre. Por lo tanto, arrepentíos, depende de vuestro arrepentimiento por el pecado para vencer la batalla que se iniciará en el mundo.

            Todas las naciones haced lo mismo, el peligro es para todos.

            Dios es el Padre de todos, y El quiere a todas las naciones aumentado la fe y no vaciléis. Muy pronto podréis ver las Señales de Dios.

            La Verdad vendrá, Dios no engaña a nadie.

            Ahora os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, la Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo,

María, la Inmaculada Concepción.

            Debéis meditar sobre el santo Evangelio de hoy: Lc. 21 ,25 - 28, 34 – 36.