Mensaje del Arcángel San Gabriel
17 de agosto de 2011 - Visión en un Sueño
En mi sueño durante el día, vino el Angel del Señor para hablar conmigo otra vez. No sé el tiempo exacto porque me desperté a rezar durante la noche, yo estaba agotada y tenía un sueño muy pesado.
El ángel me despertó y yo le pedí que me dejara dormir un poco más porque era incapaz de despertar. Pero no lo hizo, insistió en voz baja. Él me dijo:
Después duermes, pero ahora escuchadme porque no volveré luego y tengo que cumplir con mi deber, porque esta es la orden del Altísimo, a quien sirvo.
Debéis hacer lo mismo sin quejarte, tus beneficios son muchos, no lo olvidéis. Tenéis que rezar por el mundo, que es una gracia que recibisteis del Altísimo, ser elegida para orar por los hijos de Dios.
Entonces yo reaccioné y pedí disculpas por mi desánimo. Yo le dije - Yo amo a mi Jesús y le doy las gracias por despertarme para escuchar lo que El mandó a decirme.
En ese momento yo estaba viendo toda su belleza, esa Luz que lo envolvía, él estaba un poco más lejos de mí y le pregunté: - ¿Por qué estás lejos de mí pero te escucho como si estuvieras aquí?
El respondió:
Esta es una comunicación espiritual, tu mente me escucha, tu alma está cerquita de mí y es a ella a quien le hablo, no es necesario que tu cuerpo esté de pie.
Yo le dije – ¡Qué bueno! Así que mi cuerpo puede descansar, ya que es el que está cansado. Él respondió:
Pero recuerda, tu cuerpo también un día irá para el cielo, recuerda que tu existencia es toda de Dios y necesita ser bendecida por El.
Si tenéis un alma que responde a la Llamada del Señor, también debéis contar con un cuerpo santo que se pone de pie y hace los sacrificios, que soporta el dolor, permanece de pie cuando la Gracia de El se aproxima a ti, debéis permanecer de rodillas.
Cuando soy yo quien te habla, sólo debéis escucharme, yo sólo soy un siervo del Señor, como tú.
Debéis recibirme con atención, no por mí sino por la gracia que os traigo. Soy apenas quien anuncia lo que viene para el hombre. Como anuncié a María, la primera venida de Jesucristo al mundo, también ahora anuncio la segunda venida de El, para que el mundo se prepare, porque esta vez El no desciende a sufrir por vuestra Salvación, sino que vendrá a reinar sobre los que le temen. El mundo ya estará listo para Recibirlo con amor.
Los condenados a irán al infierno y los que se merecen la salvación recibirán la herencia que el Creador les da a ellos.
El mundo será purificado antes y bautizados en el Espíritu, pero muchas cosas van a suceder antes de la Venida del Señor.
Entonces le pregunté: - Por favor, Santo Ángel, me podéis decir si ¿todavía tenemos la oportunidad de mejorar aún más nuestra vida para no ser castigados severamente por la culpa de nuestros pecados?
El respondió:
Yo no soy un juez, no sé el peso de vuestros pecados, pero tenéis que sentir el peso de vuestras conciencias, reparéis y arrepentíos antes que sea demasiado tarde.
Sin embargo, mi ángel, por supuesto, vamos a cometer errores en los cálculos, ya que no conocemos el total de nuestros pecados ante Dios.
Pero, sabéis de dónde vengo y lo que se necesita para regresar. Reparad sin medida y no permanezcáis pérdida para siempre. Si realmente creéis en la Salvación que Jesús ofrece, luchad por ella hasta el final de tus días en la tierra. No os desaniméis.
Gracias mi ángel, por tu visita y por los anuncios. Los pondré en mi corazón y me corregiré, pero ayudadme, ruega por mí.
Después me mostró el pergamino como de costumbre, y allí estaban las advertencias de Dios.
Continuación del mensaje del Arcángel Gabriel el 17 de agosto 2011
El me dijo:
Vengo a traer la paz del Cielo, ánimo, tú eres apenas criatura, pedidle a Dios fortaleza, Él te dará.
"Estéis atentos, una gran señal os será dada a vosotros a través de un acontecimiento que los científicos no sabrán explicar. Será muy pronto. Orad, orad, orad." |
"Humillaos, doblad vuestras rodillas pidiendo a Dios perdón de vuestros pecados. |
Al final del pergamino estaba escrito:
"Yo soy el que le sirve al Altísimo |
El, con toda su belleza, con toda la Luz, estaba vestido como antes y ahora traía en su mano un cáliz de oro y nos dejó este consejo:
"La hora de la Justicia Divina se aproxima, |
Yo le dije - Voy a leer y te doy las gracias por dejarme saber. El respondió:
A mí no tienes nada que agradecerme, sino que debéis agradecer a Dios, sobre todo tú especialmente porque El te está dando tiempo para arrepentirte de tus pecados y todavía podréis reparar alguno de ellos antes de los grandes sufrimientos. Pero cuando venga el Paráclito, El abrirá tu mente más y te acordaras de todo lo que has hecho mal, ningún pecado quedará oculto y tú te arrepentirás de todo con la conciencia y pedirás perdón de Dios. Todo esto sucederá antes de la venida de nuestro Señor Jesucristo Todopoderoso, que vendrá cuando el Padre lo ordene.
Permaneced en paz y ahora me despido de ti.
Le di las gracias.
Estaba más brillante y se fue al Cielo.
Yo estaba pensando y agradecí a Dios por esta visita. Le pedí a El que tenga misericordia de todos nosotros los pecadores, y que nos conceda la paz interior mientras todavía no podemos tener paz en el mundo a causa de nuestra desobediencia, la guerra, la ambición, la codicia, el desprecio, exaltaciones, el egoísmo, la falta de unidad, fraternidad, todo esto significa la falta de amor a Dios, al prójimo y a nosotros mismos.
Pero cuando venga el Espíritu Santo, creo que podemos corregirnos más y merecer el perdón de Dios y así la paz vendrá. Recemos.