Mensaje a Darly Chagas

Mensaje de Nuestra Señora – María Llena de Gracia

El Advenimiento del Nuevo Mundo – Palabras de Nuestra Señora

El tiempo de la realización de las profecías dadas al mundo

20 de octubre de 2012

            Queridos hijos, con mucho amor y cariño Vengo a bendeciros en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

            Unidos a la Santísima Trinidad, vamos juntos a buscar la verdadera Paz para el mundo.

            Hijos míos, siento una gran alegría en encontraros aquí reunidos en oración para atraer Paz a países en guerra.

            La Madre os advierte, aumentéis vuestras oraciones por las víctimas que caen durante un ataque en los países musulmanes.

            Si el mundo supiera lo que se está tramando en medio de aquellos que tienen el coraje de exterminar a toda la nación, se detendría a reflexionar sobre si es posible evitar el derramamiento de sangre, pero son pocos los que luchan por la paz. Y a este poco es que Yo, María, la Madre de todos los hombres, os pido, haced un poco más de esfuerzo con Dios, es muy necesario que el hombre haga su parte por el amor a los hermanos.

            Cada grupo de oración extendido en todo el mundo, todavía puede orar más para suavizar el sufrimiento de muchos hijos que están bañados en su propia sangre en los países que no creen verdaderamente en Dios.

            Vamos a rezar por Mis hijos, para que la humanidad esté consciente de que la guerra no produce ningún fruto, sólo la ruina, es sólo una ofensa contra Dios.

            Mis hijitos, Dios quiere daros la Tierra Prometida, vos debéis prepararos todos los días para merecer conocer el Tesoro que Él quiere daros.

            El mundo está lejos de Dios, está provocando con desafíos terribles la Ira de Dios y por lo tanto se acerca un gran castigo para el mundo.

            Cuánto tiempo estuve con vosotros, sobre todo en vuestro país para enseñaros a vivir en armonía, dedicando vuestro precioso tiempo a Dios, rezando, Alabándolo y Adorándolo porque vuestra patria necesita mucho de ayuda, mientras tanto países en guerra, porque un terrible acontecimiento va a azotar a vuestros corazones. Antes os enseñé que todavía podéis rezar más, suavizar lo que se aproxima, pero pocos atendieron al Llamado de Dios y no es más posible impedir puesto que el hombre ora con más fe sólo cuando algo sucede. ¡Pobres hijos! Ahora os resta aprender a soportar más las pruebas difíciles porque es así que el hombre abre el corazón para que Dios entre.

            El Espíritu Santo está brillando cada día iluminándoos y hasta los animales se están dando cuenta de que algo está a punto de suceder en vuestro país y muchos otros, pero la mayoría se burla de la Gracia que está sobre vos. Brasil va a sufrir mucho, pero al final vendrá el triunfo de Mi Inmaculado Corazón y vos venceréis.

            Mis hijos, la Santa Palabra de Dios os advierte hoy el gran peligro del pecado. Cuando Jesús estaba en el mundo antes de Su Pasión y Muerte, enseñó, enseñó y enseñó muchas veces a Sus discípulos la importancia del respeto, el amor, la fidelidad, el compromiso con la vida, pero la mayoría no valoran, muchos no creen que ofender al Espíritu Santo es muy grave y por ello un gran castigo viene al mundo.

            Despertad Mis hijos, acercaos a Él para que seáis inundados con Sus Siete Dones. Vos debéis dar las gracias todos los días por estos Dones que os dan cualidades. El hombre cuando recibe los Dones del Espíritu Santo, hace grandes obras.

            Pidamos al Espíritu Santo que venga rápidamente a purificar el corazón de toda la humanidad.

            Cuando los países hacen guerras es porque no buscan la Gracia de Dios, prefieren actuar con las manos y causan no sólo la destrucción de un país, sino que peor, desobedecen a Dios y causan la muerte hasta de niños inocentes.

            Vamos a rezar más, es el momento de dedicar más tiempo a la oración para ayudar a evitar la muerte de tantas personas que todavía tenían tiempo para convertirse y esto no sucedió. Quien no se convierta pierde el Cielo.

            Mis hijos, perdóneme por haber hablado hoy de tantas tristezas, pero si pudierais ver con vuestros propios ojos lo que está ocurriendo en el Oriente Medio, vos quedaríais abatidos y pediríais más a Dios, con oración, la Paz.

            No permitáis que el enemigo gane más espacio en el mundo, vamos a pedir a Dios que derrame Su Gracia sobre todas las naciones. Vamos a hacer todo lo que fuera posible para derrumbar el poder de las guerras.

            Rezad, esto es lo que vengo a revelaros hoy para la conversión de todas las naciones.

            Rezad, rezad, rezad por el Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, por todo el Clero, por los religiosos y religiosas, por toda la humanidad.

            Rezad por los ateos y paganos, el tiempo de conversión se está acabando. Ayudéis al Santo Padre el Papa a buscar a aquellos que todavía no están convertidos.

            Rezad por la Santa Iglesia fundada por Jesucristo, la unidad y la voluntad de llevar a todos los pueblos la ayuda con oraciones. Un Ave María puede cruzar océanos para llegar allá donde la gente está siendo escudo protector para los insensatos que no tienen gratitud por la vida.

            Viene ahí un gran castigo para los países que gustan derramar sangre humana.

            Ayudéis al Santo Padre el Papa con más oraciones, todos los cristianos tienen la Gracia de Dios para poder luchar contra el mal con oraciones, le está faltando valentía a la mayoría.

            Yo os amo mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.

            A todos los brasileños os advierto de las grandes tempestades que se aproximan. Encended velas bendecidas en esta hora de peligro y rezad el Santo Rosario si es posible.

            A todas las naciones, os advierto, no será fácil de aquí en adelante, estéis atentos a los peligros y procurad los refugios antes que no haya más tiempo.

            Gracias por vuestro homenaje a Mi Hijo Juan Pablo II, Me sentí muy feliz cuando colocasteis la estampa de él en la sala, es señal que aquí él fue un gran ejemplo. Él está con vosotros ayudando y un día cercano veréis con vuestros ojos lo que El hace por la Fe…ya se aproxima la hora que la Fe…va a mejorar.

            Agradezco a todos la presencia hoy, pues Me ayudasteis mucho. Un día vos veréis cómo fue bueno para vosotros reunirse aquí para ayudar a vuestra Madre llevando hacia el frente el compromiso de rezar por la Paz en todos los corazones.

            Os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo, la Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo,

María, la Inmaculada Concepción.

            Debéis meditar sobre el Santo Evangelio de hoy: Lc. 12: 8 - 12.