Mensaje a Darly Chagas, Brazil

Mensaje de Nuestra Señora – María, Llena de Gracia

El Advenimiento del Nuevo Mundo – Palabras de Nuestra Señora

El tiempo de preparación para la purificación de la humanidad


07 de julio del año 2012 - 1^er Sábado

            Queridos hijos, con mucho amor y cariño Vengo a bendeciros en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

            Unidos a la Santísima Trinidad, juntos vamos a buscar la verdadera Paz para el mundo.

            ¡Qué alegría Me dais estando atentos al Llamado que Dios os hace hoy y, como corderitos que pastaban en los campos, escucharon la voz de Dios, dejaron todo para comparecer aquí para rezar Conmigo.

            Mis hijos, si la Madre del Cielo ha descendido para orar con toda la humanidad, es porque algo terrible le está amenazando, no importa cuántos pudieron asistir, lo importante es que por lo menos los encontré dispuestos a orar Conmigo. Me alegro de que seáis un número notable, sois responsables, cumplidores con vuestros deberes, sois pecadores pero reconocéis que para dejar el pecador es necesario luchar esta batalla y tenemos que pedir ayuda a Dios para toda la humanidad.

            Gracias Hijos Míos, porque estás aquí con el corazón abierto, con la esperanza de que Dios bendecirá vuestra vida y hacer de ella algo agradable para El. Si una vida se vuelve agradable a Dios,  Él enriquece esta vida con los Dones del Espíritu Santo.

            Hijitos Míos, hagan una comparación, como si fuera para hacer un pastel o pan o un plato de comida diferente, a menudo tenéis que aprender de una receta. Para vivir, para ser feliz, tenéis que buscar los Dones del Espíritu Santo, tenéis necesidad de la Sabiduría, Entendimiento, todo eso sólo Dios puede daros hoy. Necesitáis entender porqué Dios ha enviado muchos mensajes al mundo.

            Entonces, el Divino Espíritu Santo os da la claridad, porque El no está engañando a nadie, hasta quien está agonizando, sabe que es su último momento en la tierra y tiene que reconciliarse con Dios y con los hermanos.

            En este momento quiero advertiros sobre la última oportunidad que tiene el hombre que es el Purgatorio. Así que vamos ahora, en este día dedicado a la liberación de las almas del Purgatorio, pedir a Dios que os dé fuerza, el coraje, para ayudar con vuestras oraciones para acortar el tiempo de las almas que están en el Purgatorio y que puedan entrar al Cielo.

            En este día se abren las puertas del Purgatorio y el Cielo para recibir las almas. Si vos supierais cuán grande es la alegría de un alma entrar en la puerta del Cielo, rezaríais más para ayudarlos, y ellas rezaran por vosotros.

            Mis hijitos, haced vuestras oraciones con alegría, Dios os quiere alegres cantando y esperando el pasaje de este tiempo y la llegada del nuevo tiempo.

            Ahora es el momento para las grandes catástrofes, el tiempo de las tempestades naturales, tempestades espirituales y materiales. Son tres tempestades que el mundo necesita vencer.

            Será grande el desespero de los que no se aseguran en las Manos de Dios. El mundo será sacudido.

            Debéis tratar de valorar el santo Evangelio de cada día y pedir a Dios que derrame Su Misericordia sobre vosotros. Este es el momento de dolor, mucha tristeza, estad firmes, sin flaquear.

            La Santa Palabra de Dios os habla hoy acerca de la importancia de valorar el tiempo de Gracia que Dios os da.

            Cuando Jesús se refirió a los beneficios que recibe aquel que está con El, El dejó bien claro que estando con El, el hombre tiene fuerza, no está sólo, no necesita mortificarse. El que ayuna, ayuna para fortalecerse espiritualmente. Cuando el espíritu del hombre está conectado con Dios, no necesita comida, tiene fuerza, no corre el riesgo de tentaciones. Cuando los discípulos de Jesucristo, después de Su ascensión al Cielo, se sentían amenazados, entonces tenían que ayunar, como los que no reconocían la presencia de El, porque todavía necesitaban más fuerza aun, serían perseguidos.

            Hijos Míos, estáis en tiempo de ayunar, prepárense, porque ahora todo va a ser más difícil.

            Esto es lo que vengo a revelaros hoy para vuestra conversión.

            Rezad, rezad, rezad por el Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, por todo el Clero, por los religiosos y religiosas, por toda la humanidad.

            Rezad por los ateos y paganos. Ya el tiempo se está cerrando.

            Rezad por la Santa Iglesia fundada por Jesucristo, únanse todos en oración para ayudar al Santo Padre el Papa en este momento.

            Una parte de la tierra se derrumbará y muchos cristianos morirán sin los Sacramentos, vamos a divulgar más los Avisos del Padre. No puedo revelar todavía cuál será la parte que se derrumbará, pero si vuestros esfuerzos están sembrando los avisos, todos los países irán tomando conocimiento de los peligros que vienen y se van preparando, confesando y comulgando.

            Nada más tenéis que hacer, sólo rezar, aumentar la fe, la confesión y la comunión, y esperar la voluntad de Dios.

            Yo os amo mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.

            Brasil, Brasil, rezad, hagan ayuno, sacrificios y penitencias para ser un ejemplo de fe, coraje, esperanza. Si vencéis lo que se aproxima, seréis un ejemplo de confianza en Dios.

            Dios os está avisando desde hace mucho tiempo.

            Todas las naciones, rezad, rezad, rezad.

            Os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, la Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo,

María, la Inmaculada Concepción.

            Debéis meditar sobre el Santo Evangelio de hoy: Mt.9, 14 - 17.