Mensaje de Nuestra Señora – María, Llena de Gracia
El Advenimiento del Nuevo Mundo – Palabras de Nuestra Señora
el tiempo de preparación para la purificación de la humanidad
7 de junio de 2012 - Fiesta del Corpus Christi
Queridos
hijos, con amor y cariño Vengo a bendeciros en el Nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo.
Unidos a la Santísima Trinidad, juntos vamos a buscar la verdadera Paz para el mundo.
Hijos míos, el Señor os llama, Escúchenlo, para que tengáis Vida Eterna.
Hace tantos y tantos años que Dios está llamando a la humanidad a entrar en el Camino del Cielo. Si ella estuviese escuchando, la situación mundial ya estaría mejor, pero como hasta ahora, la mayoría está indiferente a Su Llamado, el mundo acabó atrayendo, para todos, un gran sufrimiento.
A medida que cada día se repite, más es la indiferencia y el desprecio por los Avisos del Cielo, más el mundo va a sufrir. Dios os ofrece comida para fortalecer vuestro corazón, vuestra vida, pero estáis prefiriendo seguir como estáis, sin amor, sin compromiso con vuestra vida.
Vengan y aliméntense del Cuerpo y la Sangre del Señor, para vuestra Salvación.
Mis hijos, la Santa Palabra de Dios os revela hoy en este hermoso día, elegido por la Iglesia para toda la familia de Dios que se reúne para alimentar el alma escuchando la Palabra de Dios y alimentándose con la Santa Eucaristía donde está escondido el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo.
Vengan, todos a alimentarse de El, así lo recibiréis en el último día la Salvación.
Dios os dio tiempo para cultivar la fe y crecer hacia ella, ese tiempo ha expirado, si vos no te das prisa, perderás el Cielo.
Jesucristo vino al mundo, se convirtió en Palabra para enseñar la Voluntad del Padre, conducir a vos hasta El, pero el hombre es sordo, no quiere aprender, no valora la ayuda que Dios le da, no se acerca a El para saber lo que El quiere. Dios quiere mostrar a vos que estáis en peligro y que necesitáis refugiaros bajo Su Protección.
Es necesario que cada uno abra los ojos del espíritu para ver el tiempo que está sucediendo ahora y entender que Dios existe y que Él ama a cada uno de vosotros por igual.
El salva al que quiere la Salvación, Él alimenta al que quiere ser alimentado, Él os da los Dones del Espíritu Santo que os sacará de las tinieblas en las que estáis y os llevará a Su Luz.
Por lo tanto, Dios os ofrece todo para ser felices para siempre.
Hoy hablaremos de la época del gran milagro de la transformación del Pan y el Vino, la Sagrada Eucaristía en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo. Este es el milagro de la Transubstanciación de las dos especies de pan y vino, que durante la celebración de la Santa Misa, en el momento en que el sacerdote consagra la hostia se convierte en el Cuerpo y la Sangre del Señor, para la salvación del alma de cada uno que cree en Dios y se alimenta de Su Cuerpo y Su Sangre. Allí está el Cuerpo presente, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, Verdadero Dios, Verdadero Hombre.
Él, el Hijo Unigénito de Dios el Padre, derramó toda Su sangre y Agua de todo Su Cuerpo, muriendo en la cruz para salvarlos, pero antes de Su muerte quería darles de comer del Alimento Eterno, la Sagrada Eucaristía, para que todo el que se alimente de El viva Eternamente.
Hoy debéis agradecer más todavía el perdón que Él os da, no despreciando la Santa Comunión, vengan todos en busca de este Pan para no morir de hambre, sobre todo ahora, en esta etapa final de vuestra vida en la tierra, con el fin de continuar viviendo en Cielo con Él, que os ama con Amor Eterno.
Debéis buscar fortaleza en Dios, se acerca al mundo los momentos de mayor sufrimiento que podéis soportar solamente si creéis que Dios realmente existe y en El vuestra vida no tiene fin.
Ha llegado el momento en el que El manifestará Su Poder ante el mundo para buscar todo lo que El quiere que continúe existiendo. Pero, esta existencia es sólo para aquellos que se convierten porque los que no se convierten serán castigados con la separación del amor de Dios, irán al infierno donde no hay ayuda de Dios. Todos ellos están perdiendo el derecho al perdón de El. Nunca serán perdonados, se quedarán quemándose en el fuego eterno y no tendrán alivio del dolor porque pisaron la Salvación.
Ese lugar donde el fuego es un profundo lago que arde eternamente pero no se consume, mantiene el cuerpo y el alma eternamente ardientes. Dios quiere libraros de esto por lo que debéis obedecer los Mandamientos, respetando todo lo que existe en Dios, especialmente vuestra vida que tenéis en El, vosotros no debéis profanar lo que es Santo. Vuestra vida pertenece a Dios, vos apenas podéis vivirla, no dañándola como hacéis pecando contra Dios y contra vosotros mismos.
Vos estáis burlándose deliberadamente el Poder de Dios, pero cuando El se manifieste, será lo último para vuestra decisión, debéis humillarte, reconocer la existencia de Él y no pecar más, porque mucho se os ha dado y mucho será cobrado.
El hombre no paga el amor que recibe de Dios con nada, sino que con la obediencia, con fidelidad, con respeto, con gratitud, con su propia vida. Se trata de un abandono total en las Manos de Dios, es aceptar Su Voluntad. Nadie puede ser libre y feliz sin el perdón de Dios, Él perdona cuando el hombre verdaderamente se arrepiente de sus pecados y se humilla pidiendo perdón. Y este perdón le da al hombre el derecho a ser alimentado con el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, que es Dios.
Esto es lo que vengo a revelaros hoy para vuestra conversión, venid a la Sagrada Eucaristía, este es el momento en que toda la humanidad ha de recibir la primera venida del Espíritu Santo que viene a purificar el mundo y tenerlo listo para recibir el Divino Rey Jesucristo para el Juicio Final.
Todos están siendo preparados para una gran transformación en el mundo que hará que los que desean la Salvación no pequen más, apenas tendrán un poco de tiempo para reparar todo lo que hicieron mal y luego, cuando Dios el Padre vuelva a enviar su Divino Hijo Jesucristo, los muertos resucitarán y los que no han pasado por la muerte, es decir, los que estén vivos serán transformados para Recibirlo como hicieron los crueles cuando El vino la primera vez. Entonces debéis preparase para no merecer la condenación, quien esté bien preparado, recibirá el Premio de la Salvación y quién no valorizó, no se humilló, no se convirtió, ese día serán lanzados en el fuego del infierno.
Mis hijos, limpien vuestros corazones, con la venida del Espíritu Santo, Jesucristo descenderá en vuestros corazones para libraros de las penas del infierno. El os dará Su Misericordia.
Vosotros sentiréis la alegría y recibiréis la confirmación de que hay un Paraíso en vuestra espera. Manténgase preparados para la visita del Divino Espíritu Santo.
Rezad, rezad, rezad por el Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, por todo el Clero, por los religiosos y religiosas, por toda la humanidad.
Rezad por los ateos y paganos, es vuestro deber orar por aquellos que todavía no están comprendiendo el valor de la conversión.
Rezad por la Santa Iglesia fundada por Jesucristo, este es el momento para que todos se reúnan para consolar los unos a otros, veréis muchas señales en medio de vosotros y comprenderéis que irritasteis la Ira de Dios.
No debéis Irritarlo porque el Poder de El es el más grande que pueda existir y vuestro poder es menor. Sois criatura, sois dependientes del perdón de El y de todo lo que necesitáis. El que se humilla está protegido y quien no se humilla hasta en la hora de la muerte, perderá la protección que tiene mientras está en la tierra, luego la perderá para siempre. Dios no abandona a nadie, pero los que perseveran Despreciándolo caerán en el infierno por sus propias culpas. Ayudéis al Santo Padre el Papa a buscar a los más rebeldes en esta hora próxima a vuestra purificación. Ayúdenlo con vuestra oración.
La oración es la luz de esperanza que al Santo Padre el Papa le asegura para llevar a todos a la Santa Iglesia. No dejéis las cosas para la última hora, ayudéis ahora, Dios os recompensará.
Los amo mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.
Escuchad Mis Consejos, Yo soy vuestra Madre Celestial, entréis en el refugio que Dios os ofrece, Mi Corazón Inmaculado, quien esté fuera no podrá más entrar después que Dios cierre las puertas de este Refugio. El arrepentimiento será tardío. Venid Mis hijos, las puertas siguen abiertas.
Los que no Me aceptan como Reina del Cielo y de la tierra, están siempre ofendiéndome, pero Yo soy la Madre de todos, viene la hora en que Dios le dará evidencia de esto y también Me amarán como nunca amaron en sus vidas.
Brasil, rezad, rezad y rezad, la hora se acerca, fuerte tempestad caerá sobre ti y no si no te aseguras en las Manos de Dios, va a ser doloroso para vosotros. El hambre, la enfermedad y la pérdida, llevará a muchos a la desesperación.
Brasileños, asegúrense en las Manos de Dios, todas las naciones hagan lo mismo. La confianza, la esperanza, la fe y la aceptación, todo lo que acontece es para vuestro cambio de vida.
Ahora os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, la Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo,
Unidos a la Santísima Trinidad, juntos vamos a buscar la verdadera Paz para el mundo.
Hijos míos, el Señor os llama, Escúchenlo, para que tengáis Vida Eterna.
Hace tantos y tantos años que Dios está llamando a la humanidad a entrar en el Camino del Cielo. Si ella estuviese escuchando, la situación mundial ya estaría mejor, pero como hasta ahora, la mayoría está indiferente a Su Llamado, el mundo acabó atrayendo, para todos, un gran sufrimiento.
A medida que cada día se repite, más es la indiferencia y el desprecio por los Avisos del Cielo, más el mundo va a sufrir. Dios os ofrece comida para fortalecer vuestro corazón, vuestra vida, pero estáis prefiriendo seguir como estáis, sin amor, sin compromiso con vuestra vida.
Vengan y aliméntense del Cuerpo y la Sangre del Señor, para vuestra Salvación.
Mis hijos, la Santa Palabra de Dios os revela hoy en este hermoso día, elegido por la Iglesia para toda la familia de Dios que se reúne para alimentar el alma escuchando la Palabra de Dios y alimentándose con la Santa Eucaristía donde está escondido el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo.
Vengan, todos a alimentarse de El, así lo recibiréis en el último día la Salvación.
Dios os dio tiempo para cultivar la fe y crecer hacia ella, ese tiempo ha expirado, si vos no te das prisa, perderás el Cielo.
Jesucristo vino al mundo, se convirtió en Palabra para enseñar la Voluntad del Padre, conducir a vos hasta El, pero el hombre es sordo, no quiere aprender, no valora la ayuda que Dios le da, no se acerca a El para saber lo que El quiere. Dios quiere mostrar a vos que estáis en peligro y que necesitáis refugiaros bajo Su Protección.
Es necesario que cada uno abra los ojos del espíritu para ver el tiempo que está sucediendo ahora y entender que Dios existe y que Él ama a cada uno de vosotros por igual.
El salva al que quiere la Salvación, Él alimenta al que quiere ser alimentado, Él os da los Dones del Espíritu Santo que os sacará de las tinieblas en las que estáis y os llevará a Su Luz.
Por lo tanto, Dios os ofrece todo para ser felices para siempre.
Hoy hablaremos de la época del gran milagro de la transformación del Pan y el Vino, la Sagrada Eucaristía en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo. Este es el milagro de la Transubstanciación de las dos especies de pan y vino, que durante la celebración de la Santa Misa, en el momento en que el sacerdote consagra la hostia se convierte en el Cuerpo y la Sangre del Señor, para la salvación del alma de cada uno que cree en Dios y se alimenta de Su Cuerpo y Su Sangre. Allí está el Cuerpo presente, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, Verdadero Dios, Verdadero Hombre.
Él, el Hijo Unigénito de Dios el Padre, derramó toda Su sangre y Agua de todo Su Cuerpo, muriendo en la cruz para salvarlos, pero antes de Su muerte quería darles de comer del Alimento Eterno, la Sagrada Eucaristía, para que todo el que se alimente de El viva Eternamente.
Hoy debéis agradecer más todavía el perdón que Él os da, no despreciando la Santa Comunión, vengan todos en busca de este Pan para no morir de hambre, sobre todo ahora, en esta etapa final de vuestra vida en la tierra, con el fin de continuar viviendo en Cielo con Él, que os ama con Amor Eterno.
Debéis buscar fortaleza en Dios, se acerca al mundo los momentos de mayor sufrimiento que podéis soportar solamente si creéis que Dios realmente existe y en El vuestra vida no tiene fin.
Ha llegado el momento en el que El manifestará Su Poder ante el mundo para buscar todo lo que El quiere que continúe existiendo. Pero, esta existencia es sólo para aquellos que se convierten porque los que no se convierten serán castigados con la separación del amor de Dios, irán al infierno donde no hay ayuda de Dios. Todos ellos están perdiendo el derecho al perdón de El. Nunca serán perdonados, se quedarán quemándose en el fuego eterno y no tendrán alivio del dolor porque pisaron la Salvación.
Ese lugar donde el fuego es un profundo lago que arde eternamente pero no se consume, mantiene el cuerpo y el alma eternamente ardientes. Dios quiere libraros de esto por lo que debéis obedecer los Mandamientos, respetando todo lo que existe en Dios, especialmente vuestra vida que tenéis en El, vosotros no debéis profanar lo que es Santo. Vuestra vida pertenece a Dios, vos apenas podéis vivirla, no dañándola como hacéis pecando contra Dios y contra vosotros mismos.
Vos estáis burlándose deliberadamente el Poder de Dios, pero cuando El se manifieste, será lo último para vuestra decisión, debéis humillarte, reconocer la existencia de Él y no pecar más, porque mucho se os ha dado y mucho será cobrado.
El hombre no paga el amor que recibe de Dios con nada, sino que con la obediencia, con fidelidad, con respeto, con gratitud, con su propia vida. Se trata de un abandono total en las Manos de Dios, es aceptar Su Voluntad. Nadie puede ser libre y feliz sin el perdón de Dios, Él perdona cuando el hombre verdaderamente se arrepiente de sus pecados y se humilla pidiendo perdón. Y este perdón le da al hombre el derecho a ser alimentado con el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, que es Dios.
Esto es lo que vengo a revelaros hoy para vuestra conversión, venid a la Sagrada Eucaristía, este es el momento en que toda la humanidad ha de recibir la primera venida del Espíritu Santo que viene a purificar el mundo y tenerlo listo para recibir el Divino Rey Jesucristo para el Juicio Final.
Todos están siendo preparados para una gran transformación en el mundo que hará que los que desean la Salvación no pequen más, apenas tendrán un poco de tiempo para reparar todo lo que hicieron mal y luego, cuando Dios el Padre vuelva a enviar su Divino Hijo Jesucristo, los muertos resucitarán y los que no han pasado por la muerte, es decir, los que estén vivos serán transformados para Recibirlo como hicieron los crueles cuando El vino la primera vez. Entonces debéis preparase para no merecer la condenación, quien esté bien preparado, recibirá el Premio de la Salvación y quién no valorizó, no se humilló, no se convirtió, ese día serán lanzados en el fuego del infierno.
Mis hijos, limpien vuestros corazones, con la venida del Espíritu Santo, Jesucristo descenderá en vuestros corazones para libraros de las penas del infierno. El os dará Su Misericordia.
Vosotros sentiréis la alegría y recibiréis la confirmación de que hay un Paraíso en vuestra espera. Manténgase preparados para la visita del Divino Espíritu Santo.
Rezad, rezad, rezad por el Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, por todo el Clero, por los religiosos y religiosas, por toda la humanidad.
Rezad por los ateos y paganos, es vuestro deber orar por aquellos que todavía no están comprendiendo el valor de la conversión.
Rezad por la Santa Iglesia fundada por Jesucristo, este es el momento para que todos se reúnan para consolar los unos a otros, veréis muchas señales en medio de vosotros y comprenderéis que irritasteis la Ira de Dios.
No debéis Irritarlo porque el Poder de El es el más grande que pueda existir y vuestro poder es menor. Sois criatura, sois dependientes del perdón de El y de todo lo que necesitáis. El que se humilla está protegido y quien no se humilla hasta en la hora de la muerte, perderá la protección que tiene mientras está en la tierra, luego la perderá para siempre. Dios no abandona a nadie, pero los que perseveran Despreciándolo caerán en el infierno por sus propias culpas. Ayudéis al Santo Padre el Papa a buscar a los más rebeldes en esta hora próxima a vuestra purificación. Ayúdenlo con vuestra oración.
La oración es la luz de esperanza que al Santo Padre el Papa le asegura para llevar a todos a la Santa Iglesia. No dejéis las cosas para la última hora, ayudéis ahora, Dios os recompensará.
Los amo mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.
Escuchad Mis Consejos, Yo soy vuestra Madre Celestial, entréis en el refugio que Dios os ofrece, Mi Corazón Inmaculado, quien esté fuera no podrá más entrar después que Dios cierre las puertas de este Refugio. El arrepentimiento será tardío. Venid Mis hijos, las puertas siguen abiertas.
Los que no Me aceptan como Reina del Cielo y de la tierra, están siempre ofendiéndome, pero Yo soy la Madre de todos, viene la hora en que Dios le dará evidencia de esto y también Me amarán como nunca amaron en sus vidas.
Brasil, rezad, rezad y rezad, la hora se acerca, fuerte tempestad caerá sobre ti y no si no te aseguras en las Manos de Dios, va a ser doloroso para vosotros. El hambre, la enfermedad y la pérdida, llevará a muchos a la desesperación.
Brasileños, asegúrense en las Manos de Dios, todas las naciones hagan lo mismo. La confianza, la esperanza, la fe y la aceptación, todo lo que acontece es para vuestro cambio de vida.
Ahora os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, la Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo,
María, la Inmaculada Concepción.
Debe
meditar en el Santo Evangelio de hoy: Mc. 14, 12 - 16, 22 - 26.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario