Mensaje a Darly Chagas, Brasil

Mensaje de Nuestra Señora – María, Llena de Gracia

El Advenimiento del Nuevo Mundo – Palabras de Nuestra Señora

el tiempo de preparación para la purificación de la humanidad

24 de junio de 2012 – Fiesta de San Juan Bautista

 
            Queridos hijos, hoy, el día del Señor, con mucho amor y cariño Vengo a bendeciros en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

            Unidos a la Santísima Trinidad, juntos vamos a buscar la verdadera Paz para el mundo.

            Hijos míos, escuchad la Voz que os llama. Dios es vuestro Padre, queriendo darle protección en este difícil momento que estáis pasando, cuando la violencia se ha convertido aún mayor, ya que no estáis cumpliendo con vuestro deber de cristianos. Debéis poner a Dios primero en vuestra vida, Amarlo, Adorarlo, Obedecerle y obedecer las leyes que El os ha dado. Así sufrirás mucho menos de lo que estáis sufriendo.

            Sean fieles a Dios Mis hijos, tratéis de cumplir con vuestra misión, que no os importéis la persecución, si deseáis un mundo mejor, trabajad en la construcción de esta mejora para él, seáis valientes, este es el tiempo que tenéis necesidad de aumentar el valor. Es muy difícil de ganar. Pero para aquellos que esperan y confían en el poder de Dios no es tan difícil, porque El gana por el que se humilla y pide ayuda. Arrepentíos, arrepentíos.

            Mis hijos, la Santa Palabra de Dios os revela hoy e invita a reflexionar acerca de esta revelación, la gran misión de Juan el Bautista.

            La Santa Iglesia celebra la fiesta con el aniversario del nacimiento de Juan el Bautista, el gran precursor de la Venida del Mesías prometido por Dios Padre a Su pueblo para salvarlo.

            Vosotros debéis seguir el ejemplo que él dejó, no tenía miedo de nada, él cumplió con su deber, profetizar la venida del Salvador. Juan el Bautista enfrentó todo con obediencia a Dios, él advirtió a todos que se prepararan para conocer el Camino al Cielo. Juan el Bautista fue el más grande de todos los profetas, fue especial para la llegada del Salvador del mundo.

            Juan el Bautista fue perseguido, arrestado y le cortaron la cabeza porque su voz molestaba a los pecadores, especialmente molestó a la mujer que vivía en pecado grave, Herodías, que era la esposa del hermano de Herodes quien gobernaba en aquella región donde mataron a Juan el Bautista. Así fue como sucedió el martirio de Juan el Bautista.

            Pero Dios le dio un lugar de honor en el Cielo.

            Mis hijos, ahora estáis siendo preparados para recibir en la tierra de nuevo a Jesucristo, el Hijo Unigénito de Dios, Verdadero Dios, Verdadero hombre. La precursora de la segunda venida de Jesucristo soy Yo, Su Madre Celestial. Le cortaron la cabeza a Juan el Bautista en el momento de la primera venida de Jesucristo, pero Mi cabeza nadie puede cortarla.

            Yo estoy en el mundo para advertir a toda la humanidad y lo haré hasta el último segundo que Dios me ordene que lo haga, pero lo único que quiero es salvar a Mis hijos, Yo no soy el Salvador, pero soy la madre de El, y El me envía para haceros saber que tenéis un alma dentro de vosotros y tenéis que cuidar de ella para salvarla del fuego del Infierno.

            Nada puede separar a vosotros del pecado sólo Dios, si os aferráis a él. Dios no obliga a nadie a nada, sino que Él Me envía a deciros que ha llegado el momento y que tienen necesidad de desapego definitivo del pecado que os está atrapando al suelo. Vosotros tendréis que luchar contra el pecado, perder ese peso que os impide volar hacia Dios.

            Entonces Dios formó un ejército en el mundo que Me ayuda a advertir a Mis hijos, son los que están en oración y aquellos que son los mensajeros, los visionarios, las personas las cuales Le entrego una misión de revelar al mundo el mensaje que traigo a Dios . Yo sólo soy la Sierva del Señor y todos vosotros os debéis ofrecer como servidores en esta hora de preparación para el gran cambio en el mundo. Dios quiere obreros para Su mies, y todos debéis trabajar y parar de estar criticando, de atacar a los mensajeros que Él escogió.

            Dios quiere protegeros y por esto envía tantos mensajes para que cada uno se convierta y pueda merecer el Cielo.

            Dios escogió en medio de Su pueblo aquellos que debían trabajar para ayudar a limpiar la tierra para cuando venga el Reino Nuevo.

            La tierra está llena de reinos impuros, donde las personas se enriquecen a costa del sufrimiento de los pobres y de los que trabajan para sostenerlos en sus tronos.

            Dios pondrá fin a todo lo que es injusticia en la tierra.

            El Reino de Dios da todo por igual a todos los seres humanos, todos están llenos de todo lo que una persona necesita para vivir feliz. Ninguno será más que otro, la igualdad reinará en el medio de vos que sois hijos de Dios y que dejaréis el pecado atrás y decidiréis por la vida solamente en Dios. No habrá más guerras, hambre, sed ni enfermedades.

            Todo va a pasar, sólo Dios prevalecerá y los que están en Él vivirán felices para siempre.

            Mis hijos, la verdadera conversión no ocurre de un momento a otro, existe la compasión de Dios y Él quiere que el hombre use el tiempo que tiene todavía para decidir si quiere ser feliz para siempre. Pero el mundo debe estar consciente de que hay un límite de tiempo y este límite está terminando, por esto Dios envió muchos mensajes al mundo, para advertir al hombre que el tiempo final está a las puertas.

            Vos tuvisteis toda una vida para volver a Dios con vuestros corazones limpios, pero ahora tenéis poco tiempo, tenéis que daros prisa y cuidar del alma, tenéis que entregaros a Dios, porque a Él pertenecéis y quien no quiera seguir con El, irá a Infierno. Yo estoy con vosotros para ayudaros, vos estáis acomodados, no estáis limpiando vuestra vida para recibir a Jesucristo. Despertad, ahora ha llegado el momento en que Él enviaría al Espíritu Santo para purificar vuestros corazones, y El os bautizará en Espíritu y estaréis listos para recibir a Jesucristo.

            En la Venida del Espíritu Santo, estaréis preparados con el primer Juicio, el particular. En Venida de Jesucristo ocurrirá el Juicio Final, será el día de la Resurrección de los cuerpos, día de cada uno conocer lo que se merece el Cielo o el Infierno. Los condenados serán arrojados al fuego del infierno, donde van a estar para siempre sin la bendición de Dios. Esta será la segunda muerte no tendrán más la vida en Dios.

            Mis hijos dense prisa en vuestra conversión, vos no sabéis lo que será del mundo de aquí en adelante.

            Esto es lo que Vengo a revelaros hoy para vuestra conversión.

            Rezad, rezad, rezad por el Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, por todo el Clero, por los religiosos y religiosas, por toda la humanidad.

            Rezad por los ateos y paganos, son los últimos llamados, vencido el tiempo ya no tendréis la paz que aún tenéis ahora.

            Rezad por la Santa Iglesia fundada por Jesucristo, la humanidad está viviendo en una época de indiferencia, desprecio y de más desobediencia a Dios. Las falsas iglesias se multiplican, las malas hierbas están creciendo y asfixiando a los verdaderos cristianos, sólo basta un soplo de Dios y todo se desmorona.

            El dará Su Soplo y vos veréis nacer la nueva primavera y la Iglesia de Jesucristo resurgirá brillante y todos los que estaban en el error llegarán de rodillas a bendecir el Nombre del Señor que os acogerá con los brazos abiertos.

            No habrá más iglesias falsas, sólo prevalecerá la que es liderada por el Santo Padre el Papa. No se llamará más la Iglesia Católica, sino la Fundación de Jesucristo. Dios no está anulando la Iglesia Católica, sino que glorificándola.

            Rezad, ayudéis al Santo Padre el Papa para retener a los fieles para el gran día cuando Jesucristo santificará a todo Su pueblo.

            Os amo mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.

            A los brasileños os dejo la alerta, preparaos, tenéis en vuestras manos las velas para los tiempos difíciles. Ya se acerca el sufrimiento demasiado fuerte para vos.

            Insto a todas las naciones a prepararse para el inicio de la gran batalla entre el bien y el mal sobre todos los pueblos.

            Os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, la Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo,

María, la Inmaculada Concepción.

            Debéis meditar en el Santo Evangelio de hoy: Lucas 1, 57-66-80.