Mensaje de Nuestra Señora – María, Llena de Gracia
El Advenimiento del Mundo Nuevo – Palabras de Nuestra Señora
El tiempo de preparación para la purificación de la humanidad
19 de octubre de 2011
En esta linda mañana el Señor viene a alimentaros con Su Santa Palabra para que tengáis vida Eternamente.
La Palabra de Dios es vida, ella enseña al hombre a valorar la vida y no perderla. Para no perderla el hombre necesita ser humilde así podrá llegar a la Santidad.
El hombre necesita tener aceptación de la Voluntad de Dios, ser sumiso, reconocer que es criatura y no exaltarse queriendo decir que no necesita de Dios. Dios es el creador y El tiene Poder sobre todas las cosas.
El hombre humilde no desobedece la Voluntad de Dios, el acepta con cabeza baja porque así él tiene la paz en el corazón.
La criatura no puede desafiar al Creador, si así lo hiciere estará en paz, pero si Lo desafía va a tener que enfrentarse a las consecuencias.
Por lo tanto, la Santa Palabra os enseña cómo llegar a la Felicidad Eterna.
Este es el tiempo que Dios dio al hombre para reconocer que necesita de la ayuda de El, necesita humillarse, rezar y no desistir de luchar por la santidad, porque este es el tiempo final de las desobediencias.
La humanidad llegó al tiempo de la gran transformación, tendrá que decidir entre el Cielo y el infierno.
Dios no obliga al hombre a querer la santidad, pero ofrece toda la ayuda para que todos se vuelvan santos, cuando partirán de este mundo en dirección a la eternidad.
La ayuda que Dios está dándoos ahora está ahí, vos tenéis los Avisos del Cielo, ellos os invitan a arrepentirse de vuestros pecados y pedir el perdón a El de todo lo que hicisteis malo.
Es hora de prepararse para el encuentro con Dios, convertíos, convertíos, vos necesitáis detenerse y escuchar lo que vos tenéis que hacer ahora en esta hora tan próxima de vuestra purificación. Es necesario mejorar, es necesario corregir lo que está errado.
Hay personas que no están bien y quieren estar peor todavía, otras se preocupan en cambiar, pero después se debilitan, apresuraos, la situación es de mucho peligro. Sufrimientos terribles están aproximándose. Atendéis el Llamado de Dios y convertíos.
Queridos y amados hijos de Mi Inmaculado Corazón, os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, que os ilumina conduciéndoos para siempre con Su Luz.
Soy la Sierva del Señor, María, la Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo, el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo.
Soy la Inmaculada Concepción de María, Soy la Mensajera de Dios y en el mensaje de hoy, El os agradece por el momento de oración y os alerta:
“Mis hijos, está aproximándose la hora en que Voy a transformar vuestros corazones. Vos reconoceréis de una vez por todas que Yo Soy vuestro Dios y no Me ofenderéis más. Yo quise que vosotros Me reconocierais sin pasar por sufrimientos, pero vos, con vuestra desobediencia, quisisteis sufrir para Reconocerme. Vuestra elección fue: sólo sufriendo para Darme atención. Entonces os daré lo que pedisteis, así vos regresareis vuestros corazones a Mí, doblareis vuestras rodillas y Me adorareis.
Yo soy el que Soy, nada Me puede vencer.
Soy Dios, soy la Verdad. Todos necesitáis mejorar para continuar Conmigo. La mejora es no pecar más.”
Queridos hijos, unidos vamos a meditar las Palabras de Dios nuestro Padre Eterno, Todopoderoso que una vez más os revela sobre los sufrimientos que están llegando para el mundo.
Será en este último tiempo para vuestra conversión que vos tendréis las pruebas más difíciles que se aproximan para el mundo.
La Santa Palabra de Dios hoy os alerta para la preparación. Recordaos que debéis aumentar vuestra fe, porque sólo teniendo fe venceréis y es necesario creer verdaderamente que Dios existe y que quiere Salvaros.
Debéis desapegaros de todo lo que es de este mundo y prepararos para entrar en la Eternidad.
Vamos a preparar para el encuentro con Dios, Yo estoy con vosotros para ayudaros y os traigo la Gracia que El os envía y os llamo a la oración, ella os fortalecerá. Mucho tendréis que sufrir para quemar vuestros pecados, pero si vuestro amor por Dios fue verdadero, vosotros venceréis todas las batallas y recibiréis la Salvación.
Rezad Mis hijos, rezad mucho.
Siguiendo el Santo Evangelio, creyendo, entenderéis que llegó la hora, es sólo recordar que el mundo no cumplió lo que Yo revelé en Fátima a MI hija Lucía. Si el mundo no se endereza en el fin sufrirá una guerra peor que las que acontecieron, el mundo no mejoró y sólo empeoró.
Es esto lo que Vengo a revelaros para vuestra conversión.
Si el mundo no quiere mejorar sin castigo, él lo atrae con la desobediencia que le causa el mal así mismo.
Veréis en este año todavía cosas terribles acontecer, pero si abrís vuestros corazones a Dios, soportaréis con dignidad, sin rebelión, porque comprenderéis que Dios nunca dejo de amaros. El siempre está ayudándoos.
Rezad Mis hijos, las lluvias serán muy fuertes, rezad con confianza en la ayuda que Dios está ofreciendo a vos.
Ahora os pido la Santa Misa con Fidelidad a Dios.
Rezad, rezad, rezad por el Santo Padre el Papa Benedicto XVI, por todo el Clero, por los religiosos y religiosas, por toda la humanidad.
Rezad por los ateos y paganos, ayudadlos con vuestras oraciones.
Rezad por la Santa Iglesia fundada por Jesucristo, observad los Mandamientos, obedeced Mis hijos, así venceréis todas las batallas. Vos tenéis que vencer las guerras, las dolencias, el hambre, la sed, las tempestades, la pérdida de todo, las persecuciones, pero es necesario rezar mucho.
Confiad que Jesucristo os Resucitará después de vuestra muerte.
Ayudéis al Santo Padre el Papa a buscar a los cristianos que se alejaron, es necesario que todos regresen para Dios con urgencia.
Yo os amo mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.
Brasil, Brasil, permanece de pie, tu hora viene llegando, veréis los montes desmoronarse y caer todo lo que está en la cima.
Todas las naciones rezad, rezad, vienen muchos terremotos y grandes volcanes entrarán en erupción.
Ahora os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, la Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo,
María, la Inmaculada Concepción.
Gracias por responder al Llamado de Dios.
Quien quiera vencer las dificultades, necesita cultivar la fe. Esta es la hora del hombre mostrar que tiene fe en el Poder de Dios. Sólo Dios os puede ayudar.
Ahora os ofrezco Mi Inmaculado Corazón como Refugio en la hora de gran castigo que se aproxima para el pecado. Un gran castigo se aproxima cuidéis vuestras almas.
Con todo el cariño y amor de Madre os deseo la Paz llevo hasta Dios vuestros pedidos.
La Paz de Nuestro Señor Jesucristo esté con vosotros para siempre. Amén. La Paz.
¡La Paz! ¡La Paz! ¡La Paz! ¡Amén! ¡Amén! ¡Amén!
Bendito sea Dios.
Bendito sea Su Santo Nombre
Debéis meditar sobre el Santo Evangelio de hoy: Lucas 12: 39-48.
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