Mensaje de Nuestra Señora
Queridos y amados hijos, es necesario rezar con el corazón arrepentido de sus pecados. No se desanimen delante de las dificultades del día a día.
Arrepiéntanse de vuestros pecados y regresen a Dios lo mas de prisa posible.
Amados, no negocien con Dios. Veo que muchos de mis hijos están negociando con Dios. Muchos piensan así: Primero Dios me da y después yo hago mi parte!
Hijitos, Dios es justo y misericordioso. El no es un Dios de juegos.
Recen, recen, recen.
Reconcíliense con Dios y con el prójimo en cuanto haya tiempo.
Soy la Inmaculada Concepción.
Recibido por el hermano Eduardo Ferreira el dia 10 de junio de 2010 en São José dos Pinhais-PR, Brasil.
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