Mensaje de Nuestra Señora – María Llena de Gracia
El Advenimiento del Nuevo Mundo – Palabras de Nuestra Señora
El Ultimo Tiempo de Preparación para la Purificación de la Humanidad
1
de marzo de 2014 – Primer sábado
Queridos
hijos, con mucho amor y cariño vengo a bendeciros en el Nombre del Padre, del
Hijo y del Divino Espíritu Santo.
Unidos
a la Santísima Trinidad, vamos juntos a buscar la verdadera Paz para el mundo.
Mis
hijitos, siento gran alegría en poder estar aquí con vosotros en este día, para
rezar juntos delante de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Los Santos
y los Angeles también están presentes, porque el mundo eta necesitando de mucha
ayuda y como él todavía no está listo para entrare en el Cielo, el Cielo
desciende en medio de él para enseñarle a buscar el Agua en la Fuente de Vida
para saciar vuestra sed.
El mundo está necesitando rezar, rezar
y rezar para sentirse más fuerte en esta hora en que se aproxima la hora de
subir al calvario.
Nosotros
estamos aquí hoy para rezar juntos por las almas del Purgatorio, pero vamos a
dividir con ellas este momento rezando por los que todavía están vivos sobre la
tierra, vamos a pedir a Dios la Misericordia para toda la humanidad,
especialmente por vuestra patria pues en estos días las ofensas a Dios se
multiplican, los hijos están en la plaza pública haciendo demostración de la
falta de respeto a Dios, a los niñitos y a todos los que no aprueban los
escándalos en el carnaval. Dios quiere que todos los hijos comprendan que la
hora para la humanidad es grave, es la hora próxima a una y terrible catástrofe
mundial.
Todos
los pueblos deberían estar unidos ahora más que nunca antes, pidiendo a Dios la
Misericordia para todas las naciones.
Yo
os alerto brasileños, todavía vos no has visto cosas tan dolorosas, tan
difíciles de comprender, tan dolorosa como la veréis ahora muy, muy breve.
Brasil está siendo el país que está recibiendo más Avisos del Cielo, no es sin
motivo, si Dios permite que Yo todavía hablaré uno por uno, porque lo que está
llegando para el mundo y especialmente para Brasil es una cosa terrible.
Mis
hijitos, Yo vuestra Madre Celestial, os invito a la oración pidiendo a Dios
fuerza, coraje, pidiendo la Luz sobre vos.
Mis
hijos, la Santa Palabra de Dios os lleva hoy a meditar sobre la palabra ‘aceptación’.
Esta palabra es capaz de remover una montaña del lugar para vos dar paso
durante la hora que vos estéis asustados, sin rumbo, creyendo o no creyendo
porque cuando estáis asustados, dudáis de Dios, dudáis de vuestra capacidad,
dudáis que si tuvierais paciencia podríais vencer cualquier problema.
Jesucristo
aconseja a vos a comportaros como un niñito en este momento debéis revisar la
vida de un niñito y seguir su ejemplo. Ellos cuando están con miedo de alguna
cosa, ellos no lo enfrenta, ellos corren a los brazos de los padres. Ne los
brazos de ellos están con el coraje de que serán capaces de poner la mano en la
boca de un león.
Dios
no quiere que vos enfrentéis los peligros, El quiere que sigáis firmes en Sus
Manos, El quiere que vos dejéis que El os proteja.
En
esta hora que se aproxima para el mundo, vos tenéis un Refugio a vuestra
espera, es Mi Inmaculado Corazón, es dentro de El que seréis protegidos. El
peligro ahora es para el alma, porque lo que está para sucedes en el mundo es
una persecución espiritual a vuestras almas, una persecución que os llevará a
perder vuestra fe si no buscáis fuerza en Dios.
Una
rebelión sucede cuando el mundo es atormentado por guerras, guerras que causan
la ruina de gran parte de la humanidad, sea de la edad que sea, dentro de cada
criatura hay un alma, una vida que vino de Dios, nada puede destruir una vida,
pero el hombre quiso medir fuerza con Dios y causará una gran destrucción y
muerte en masa.
Mis
hijos, vamos llegando al final de un tiempo de muchos sufrimientos, pero
confiad que después vendrá el tiempo de la Felicidad Eterna. Cuidéis de
vuestras almas.
Es
esto lo que vengo a revelaros hoy para vuestra conversión.
Rezad,
rezad, rezad por los dos Santos Papas, Benedicto XVI y Francisco, por todo el
Clero, por los religiosos y religiosas, por toda la humanidad.
Rezad
por los ateos y paganos, son los últimos llamados que Dios está haciendo a
ellos, por esto es vuestro deber rezar por ellos todos los días para traerlos a
la realidad. Recibiréis la recompensa en el Cielo.
Rezad
por la Santa Iglesia fundada por Jesucristo, unión y oración. Si Yo paro de
alertaros sobre la unión, hasta este pequeño grupo de oración se divide. Si vos
pudieseis ver todavía ahora lo que este grupo de oración está realizando en el
mundo, vos estaríais vanidosos y así perderíais el encanto. Pero, cuando estuvierais
todos curados de la herida que el pecado provocó al hombre, vos veréis y os
alegrareis con humildad, por lo tanto confiéis y continuéis.
Ayudéis
a los Santos Padres los Papas, para ayudar a vos a ser perseverantes Vengo a
rezar con vosotros en el mundo entero.
Un
día recogeréis lindos frutos de vuestro trabajo.
Yo
os amo mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.
Dejo
para todos vos Mis agradecimientos de vuestra comparecencia para cumplir con
vuestro deber de ayudar, no sólo de salvar vuestras almas, sino también de toda
la humanidad. Sois soldados fieles, haya sol o haya lluvia estáis siempre
cumpliendo vuestro deber de comparecer hoy para ayudar a sacar almas del
Purgatorio y llevarlas al Cielo.
Gracias
Mi hija…tú eres una hija que Me ayuda mucho, habéis recibido las gracias para
la familia y para ti y tu esposo. Estoy feliz en entrar en tu casa para rezar
juntas. En tus manos pasan Gracias de Dios para el mundo. Tú no eres mejor que
nadie, pero tu amor por Nosotros en el Cielo es agradable a Dios, se siempre
feliz con la Gracia de Dios.
A
todos os dejo Mi Corazón, Yo os amo mucho, mucho, vos no podéis medir Mi Amor
por vos, pero podéis sentir la gran alegría que Mi Divino Hijo os da en
agradecimiento a vuestra fe, vuestro amor en considerarme vuestra Madre, porque
esta es la alegría que dais a El, estéis felices en ser Mis hijos también con
El es.
Todas
las naciones, llevéis y guardaos en vuestros corazones este acto de Mi
agradecimiento a todos vos que Me acogisteis como vuestra Madre Celestial.
Ahora
os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y el Divino Espíritu Santo, la
Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo,
María, la Inmaculada
Concepción.
Debéis
meditar sobre el Santo Evangelio de hoy: Marcos 10: 13 – 16.
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