Mensaje de Nuestra Señora – María Llena
de Gracia
El Advenimiento del Nuevo Mundo –
Palabras de Nuestra Señora
El Ultimo Tiempo de
Preparacion para la Purificacion de la Humanidad
La Santa Navidad del Señor
24 de diciembre de 2013
Queridos
hijos, con mucho amor y cariño vengo a bendeciros en el Nombre del Padre, del
Hijo y del Divino Espíritu Santo.
Unidos a la
Santísima Trinidad, vamos juntos a buscar la verdadera Paz para el mundo.
Mis Hijos, hoy
vos estáis conmemorando el aniversario del Nacimiento de Jesucristo, El vino
para salvar a la humanidad de todo el pecado y dar a ella la Salvación.
Mis hijos,
Mis pequeños hijos, Yo os llamo pequeños porque sois dependientes de la ayuda
para vuestra conversión.
Vos que
estáis Escuchándome, con humildad, estáis cuidando mejor de vuestra conversión.
Vos sois péquenos porque sois dependientes del socorro, sois como bebecitos que
todavía no perciben peligros, ellos no saben andar, pueden caer en todos los
instantes, porque todavía están necesitando de ayuda.
Por esto la
humanidad está en esta dependencia todavía, esta muchas veces en caminos falos,
errados. Dios está instruyéndoos para que afirméis vuestros pasos en la
obediencia a El, así no caeréis. El está dándoos una instrucción especial ahora
para que todos vean que llego la hora que Jesucristo, Su Divino Hijo, vino en
esta Santa Navidad para daros Gracia especial, la Gracia que os fortalece para
manteneros firmes en vuestra decisión por la Salvación.
El os avisa
que vos estáis rodeados por los peligros ahora, en el aire, en el fuego, en el
agua, en la tierra, en las guerras, y lo peor de todos los peligros, el peligro
de caer en el abismo profundo, el Infiero, este es el más grave.
Muchas almas
están en peligro de perder la Salvación.
Todo por
causa de la desobediencia a Dios, los desafíos a Su Poder.
Ahora vos
estáis necesitando de socorro del Cielo, no dudéis de que estáis siendo
avisados por Dios. El Me envía a deciros todo esto, todos los días.
Estéis
atentos, preparaos, vuestros días están contados. Sólo El puede rescataros. El
en este momento está moviendo cielos y tierra para ayudaros. El está
ensenándoos como huir de los peligros, será con fe, con esperanza, con caridad
que hiciereis unos a otros.
Dios mueve el universo en favor de
los hijos que El creó.
El hombre está todavía con corazón
duro porque peca por esto no ve el peligro llegando, especialmente ahora, está
más indiferente.
Esta para
suceder en el mundo el mayor cambio en vuestras vidas.
Es necesario
despertar, escuchar la Voz de Dios llamándoos y enderezar los pasos, aseguraos
firmes en las Manos de El, sino chairéis y no os levantareis más, porque sólo
en El podéis buscar protección, fuerza y sabiduría para no caer. Pues, el pecado
está debilitándoos cada días más.
Vos no estáis
amando a Dios ni a vosotros mismos y ni a vuestros hermanos. Está faltando el
arrepentimiento, el pedido de perdón a Dios por vuestros pecados. Vos estáis en la oscuridad, el pecado es oscuridad.
Tengáis cuidado, día a día estáis
cayendo más y no tendréis fuerza sin que Dios os la de, porque sólo en El
podéis buscar fuera del bien.
El mundo
ahora está más en la fuerza del mal, fuerza de cometer la crueldad, la
separación, las drogas, y lo peor, la matanza en el mundo.
El pecado es
la fuerza que viene de la oscuridad, no hay bondad, es solo ruina.
Renunciaos
al pecado para merecer el Cielo, la Felicidad Eterna.
Vos todavía
estáis sordos, ciegos, mudos y cojos porque no tenéis firmeza en vuestra fe.
Vos estáis despreciando los Avisos que traigo del Cielo para vuestra
edificación en la fe. Es tiempo de luchar por vuestra supervivencia, salir de
la oscuridad espiritual y regresar a Dios. Lo que El me ordeno para avisaros
hoy es que dentro de poco tiempo, no habrá más noche, solamente el día existirá
para siempre, será único y todos los convertidos sentirán la alegría de recibir
este premio de Dios.
Viviréis
eternamente en la Luz de Dios. No sentiréis más cansancio ni el sueño, porque
ya habrá sucedido vuestra transformación.
La Luz de
Dios es para todos los que se convierten. Pensad en esto mientras es tiempo de
pensar. Pero, existen muchos que no están
pensando.
Hace más de
dos mil años que Jesucristo se volvió Palabra Viva y vino al mundo a enseñar al
hombre a cuidar del alma, pero el hombre no quiso ni quiere aprender, por estos
acabo atrayendo castigos y más castigos, porque desprecio la Venida de El y no
quiso cambiar el comportamiento.
Venid hijos
a Atenderlo. Es la última oportunidad que estáis teniendo ahora.
Mis hijos,
la Santa Palabra de Dios os lleva hoy a meditar sobre el Nacimiento de
Jesucristo. El, el Hijo Unigénito de Dios, Verdadero Dios, Verdadero Hombre,
quiso Salvar a la humanidad por esto a más de dos mil años se volvió Palabra
Viva en el medio de vos para libertaros del pecado.
Dios Padre
prometió al mundo que enviaría al Mesías para salvarlo, pero el mundo no Lo
reconoció, y muchos todavía continúan esperando la llegada de El, porque no
aceptaron a Jesucristo.
Así sucedió:
Al llegar el día del censo en toda la tierra José y Yo fuimos a Belén a cumplir
con el deber como todos, de registrar. Y mientras estábamos allá en Belén,
ciudad de David, en Judea, comencé a sentir que la hora llegó. Y buscamos
refugio y no encontramos, por esto llegamos a una cueva donde allí Jesucristo
nació.
En aquel día
los Angeles del Cielo vinieron para Glorificarlo y avisaron a los pastores que
luego se manifestarían y también Lo glorificarían.
Así
Jesucristo fue recibido, los Angeles cantaron: “Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena
voluntad.”
Mis hijos,
El vino para que todos tuviesen Vida Eternamente. Pero, fue recibido con
desprecio, por los que no creían en El y Lo mataron, pero El Resucitó para
daros la Salvación y vos la tendréis si permanecéis fieles, obedientes a El.
Mis hijos,
sabemos que es difícil para vos este acto de obedecer, de ser fiel, de ser
gratos por la vida recibida, por esto estamos todos, Los del Cielo, ayudándoos.
Venid todos al Señor y seréis salvos,
tendréis fuerza para renunciar cada vez más al pecado.
De brazos
abiertos Padre, Hijo y el Espíritu Santo, Yo, los Santos y Angeles os acogemos.
Yo soy
vuestra Madre Santísima y quiero mucho vuestra liberación del pecado.
No soy Dios,
pero pido a El por vos, todos los segundos de cada día vuestro por vuestra conversión.
Sin conversión no hay salvación para
los pecadores.
Es esto lo
que vengo a revelaros hoy para vuestra conversión acontecer más de prisa.
Quien decida
por la desobediencia a Dios, quedará fuera del Reino del El, merecerá el
Infierno y nunca más saldrá de allá.
Ahora vos estáis
entrando en un tiempo de pruebas más difíciles. Sólo Dios puede ayudaros, es
fin del tiempo del pecado en el mundo. Quien
viva verá.
Felices los
que están glorificando a Dios por Su Nacimiento en Su naturaleza humana, estos
reconocen que necesitan de la ayuda de El, serán felices para siempre.
Pruebas difíciles
están comenzando, principalmente para Brasil.
Rezad,
rezad, rezad por los dos Santos Padres los Papas, Benedicto XVI y Francisco,
por todo el Clero, por los religiosos y religiosas, por toda la humanidad.
Rezad por
los ateos y paganos, no os debilitéis en vuestra participación, elevéis vuestras
oraciones a Dios pidiendo la conversión de ellos con esperanza de que es
posible ayudar con oración a vuestros hermanos. Dios
os dará la recompensa.
Rezad por la
Santa Iglesia fundada por Jesucristo, unión, oración, penitencias, ayunos,
sacrificios, para vuestra protección y la de todos los cristianos. Este es un
tiempo de mucho peligro. Aseguraos firmes en las Manos de Dios. Desapegaos de
las cosas materiales y cuidéis de vuestras almas. Solamente sobrevivirán para
la mayor parte de la humanidad. Vendrán tristezas, ahora es necesario rezar con
más fuerza, porque la oración es protección para todos.
Ayudéis a
los dos Santos Padres los Papas en esta hora, Dios acoge vuestra participación en
esta ayuda a ellos, que están haciendo lo posible para rescatar a las ovejas
que se separaron de la Santa Iglesia y están el peligro de separarse para
siempre. Solos los Santos Padres los Papas no conseguirán el rescate, vamos
todos a ayudarlos. Las voces de ellos necesitan llegar a todos los lugares de
la tierra. Recemos con fe todos juntos.
Yo os amo mucho
y os cubro con Mi Manto de Amor.
Brasileños, estéis
atentos, no os quedéis emborrachados, porque quien se emborracha, quien se
endroga, quien entra en depresión, no ve el peligro en frente y corre el
peligro de muerte precoz, muerte súbita, muerte durmiendo.
Las tempestades
serán más fuertes ahora, vendrán también catástrofes, tragedias y muchos
accidentes. Sólo Dios puede socorreros.
Todas las
naciones, haced lo mismo. El peligro está ahí para todos los pueblos, pero Dios
está enseñándoos a vencer. Seáis buenos discípulos, haced lo que El os ordena.
¡Feliz Navidad
para toda la humanidad!
¡Paz! ¡Amor!
Y Vida para todos.
Ahora os
bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo, la Madre
de Jesucristo, el Salvador del mundo,
María, la Inmaculada
Concepción.
Debéis meditar
sobre el Santo Evangelio de hoy: Lc. 1: 67 – 79.
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