Mensaje
de Nuestro Señor Jesucristo
21 de noviembre de 2013
Jesús llamó dentro de mi corazón y yo Le atendí con gran alegría. El me
dice:
Ven
a Mi flor de trigo, Soy tu Dios y te llamo, para darte a conocer lo que quiero
que reveles al mundo, en este pequeño mensaje.
Hoy
no haremos un largo dialogo, porque de aquí en adelante daré apenas para el
mundo un pequeño mensaje. A ti te hablare individualmente, preparándote para un
momento especial.
Soy
Dios, Soy el que Soy, Soy el Salvador del mundo.
Al
dar inicio a este nuevo tiempo, tiempo de grandes sufrimientos para los cuales
toda la humanidad necesita de preparación para no perder la poca fe que todavía
tiene y no desistir de la Salvación.
Fueron
muchos y muchos años de mensajes, pocos hijos los acogieron y por esto la mayor
parte de la humanidad no está preparada para superar las dificultades que
tendrá que enfrentar.
Por
esto todos corren gran peligro, el peligro del desespero.
Cada
palabra mal hablada en la hora de un desespero, puede causar una herida
profunda en el alma del pecador. Y nada es más doloroso para un alma que una
herida. La herida del alma es condenación. El alma de un pecador que desafía el
Poder del Cielo, ella no será curada, ella perderá la felicidad.
Pero
una vez más os digo, Mi Palabra está cayendo en tierra infértil, en los
corazones duros, indiferentes, llenos de arrogancia y vanidad, son corazones
que están secos. Por esto no está produciendo fruto en el hombre, falta en él,
el calor, el agua, pocos corazones tienen buenos frutos para recoger, por esto
el mundo está como está, sin belleza y pasando hambre espiritual. Quien no planta Mi Palabra dentro del
corazón, no tiene Mi Paz, no tiene mansedumbre.
Y un
corazón sin amor, sin bondad, sin compasión, es piedra.
Si os
doy el Espíritu Santo, es para sustentaros espiritualmente. No puede un hombre
tener unión Conmigo si Yo no sustento el alma de él y este sustento que doy es
la salud del espíritu. Si el espíritu queda enfermo, el cuerpo no tiene apoyo, él
cae.
La mayor
parte de la humanidad no está firme, no se ha preocupado por el alma, no quiere
ni saber lo que es un alma, para ella es solo cuerpo la cosa verdadera, la
historia de un alma es una cosa imaginaria. Pero, los que piensan así, serán sorprendidos.
Estéis todos listos para el conocimiento de la Verdad, será pronto.
Vos estáis
viviendo valorando solamente vuestra carne, no estáis preocupados con vuestras
almas. Es hora de despertar para lo que es real.
Todos
tienen cuerpo y alma y tendréis que cuidar de los dos porque donde el alma fuere, el cuerpo también ira,
aunque estéis separados por la muerte durante un tiempo hasta que llegue el día
del Juicio Final. Un alma no tiene dos cuerpos, es sólo uno. Por esto es
necesario cuidar de los dos, quien no vigila el deseo del cuerpo, pone el alma
en mayor peligro. El alma desea el Cielo y el cuerpo desea el pecado. Es necesario
dominar estos deseos del cuerpo y aceptar el deseo del alma. Solo así tendréis la
Paz verdadera.
Así siendo
el alma ahora está sedienta de pureza y santidad, porque está sintiendo que está
llegando el tiempo de Paz, ganar la batalla. Es necesario que todos se preparen
para la victoria.
No habrá
más Purgatorio dentro de poco tiempo, será extinguido. Por esto ahora todos
deben reparar sus errores, así sea con el aumento de los sufrimientos, para no
perder la Salvación.
Solo
existirán por último los dos lugares que son eternos, el Cielo y el Infierno. Ningún
alma debe desear el Infierno porque esto es una decisión por la condenación.
Tengáis
cuidado porque todavía es tiempo en que el arrepentimiento es considerado, cuando comience la oscuridad total, no valdrá
de nada el arrepentimiento tardío.
Quien
quiera la Salvación tiene que apresurar la conversión.
El arrepentimiento
tardío no adelanta nada más.
Nada
más os diré hoy, porque vos no estáis atentos a lo que os hablo, estáis siempre
huyendo de Mí, ya se aproxima la hora de vuestra purificación, vos no sabéis cuándo
se pondrá más difícil este final de tiempo, que no tendrá más duración larga.
Yo os
di todos los avisos, pero vos no quisisteis escuchar.
Si vos
estuvieseis valorando este tiempo de tantos mensajes, estaríais fuertes y no sufriríais
tanto cuanto iréis a sufrir, todo porque no os preparasteis. Vos sufristeis y
continuareis sufriendo por causa de la dureza de vuestros corazones.
Pero,
haré brotar de estos corazones endurecidos
la leche y miel que saciará vuestra hambre y vuestra sed de amor por la vida.
Yo haré esto porque os amo con Amor Eterno.
Yo Soy Dios, Soy el que Soy,
Soy Jesucristo vuestro Salvador
Yo Soy la Paz.
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