Mensaje de Nuestra Señora – María Llena
de Gracia
El Advenimiento del Nuevo Mundo –
Palabras de Nuestra Señora
El Ultimo Tiempo de
Preparacion para la Purificacion de la Humanidad
1 de diciembre de 2013 1er
domingo de Adviento
Queridos
hijos, hoy en el día del Señor, con mucho amor y cariño vengo a bendeciros en
el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo.
Unidos a la
Santísima Trinidad, vamos juntos a buscar la verdadera Paz para el mundo.
Mis hijos, Mis pequeñitos
hijos, vos que estáis hoy con vuestros corazones abiertos, estáis preparándoos
para la Navidad del Señor, alegraos porque estáis felices. Felices son los que
aman al Señor, estos, en esta Navidad, van a recibir una gracia especial. Dios está preparándoos para el mayor
cambio en vuestras vidas.
Ahora
vos comprenderéis cuánto El derramo su Misericordia sobre vos. Si Ella no os preparase, vos no tendríais fuerza
para vencer lo que viene llegando, especialmente en poco tiempo.
Dios
corregirá los errores de la humanidad y muchos sufrimientos sucederán en la
tierra entera. Vos estáis comenzando el mes de diciembre, esto es importante
para todos se preparasen para la Navidad, así tendréis la oportunidad de
rezar más, pidiendo a Dios que os enseñe cada día el desprendimiento de las
cosas materiales y acercarse más a Jesucristo porque todo lo que hicieres para
Agradarlo recibiréis los beneficios en este tiempo.
Es tiempo
de hacer alguna cosa mejor de la que ya hicisteis hasta ahora, es tiempo de
buscar más ayuda en Dios.
Mis
hijos, la Santa Palabra de Dios os lleva hoy a meditar sobre el tiempo final,
el tiempo que Jesucristo avisó a Sus discípulos, cómo sería el día de su
Regreso al mundo nuevamente. Aquel tiempo tan hablado durante más de dos mil
años, llegó, este tiempo tan hablado por los profetas antiguos y actuales.
Llegó, es el tiempo de la culminación de todos los sufrimientos humanos.
Dios
dio oportunidades y más oportunidades para que cada generación se enderezara de
sus errores y reconociera que El es
el Señor de la Vida y quiere llevaros a una vida mejor. Vos no valorasteis
los tiempos que El os dio, cuando os enseñó, enseñó y todavía continúa ensenándoos
que el pecado es destrucción, es separación, él atrae enfermedades, hambre,
guerras y lo peor, atrae castigo.
Hoy Dios todavía os ofrece oportunidades mayores y más oportunidades para
comprender que es necesario renunciar al pecado para ser felices.
Está próxima la Venida del Señor y vos necesitáis
del perdón de vuestros pecados antes de vuestra partida de este mundo tierra. Pedid
a Dios un poco más de entendimiento, para sentir la alegría de saber que viene
llegando la Vida Nueva, renovada, vida sólo de Paz y de felicidad verdadera. Solamente gobernados por Dios.
Vos os
dejasteis orientar por el mal, porque aceptasteis al enemigo gobernando en
vuestros corazones, engañándoos con cosas pecaminosas.
Pero
ahora todo va a cambiar, así todas las influencias malignas serán derrotadas.
Dios va a mostrar al mundo entero Su Poder.
Veréis grandes y terribles
acontecimientos, pero después veréis la victoria. Ella es la vencedora, el mal será derrotado. Todo
lo que es falso caerá.
Alegraos
porque en un poco más de tiempo el mundo se va a enderezar.
Nadie
puede apagar lo que Dios habla y no adelanta querer impedir que las profecías se
realicen, porque Dios nunca será vencido.
El es
quien gobierna al mundo, gobierna el universo, no son los pecadores que lo
gobiernan.
El os
dio avisos y más avisos, para cada uno prepararse porque es hora del
encuentro con El, está muy cerca, vos no estáis preparados hasta ahora. Vuestra
fe está menor que un grano de arena, si fuese mayor, vos ya estaríais rezando
mucho más.
Esta
preparación es una señal de que estáis convirtiéndoos, es necesario creer en
Dios, creer que El no corrige al mundo sin primero alertar a la humanidad.
Fueron
tantos los avisos y todavía hoy todos vos os estáis haciendo los sordos, no estáis
escuchando a propósito el Llamado de Dios, todavía no respondéis vuestro ‘sí’ a
El. No adelanta decir que no sabéis nada, porque hay mensajeros por todas partes
de la tierra. Dios llamó a muchos para este tiempo, pero vos no habéis tenido
humildad para acercaros a ellos y procurar saber lo que está sucediendo. Lo que
Dios quiere de vos, es vuestra conversión.
Vosotros
pecadores, estáis todavía ofendiendo mucho al Sacratísimo Corazón de
Jesucristo, recordéis que El es vuestro Salvador. Esforzaos para amarlo por
encima de todas las cosas.
El quiere
ayudaros, debéis arrepentiros de vuestros pecados y pedirle a El perdón antes
que sea tarde. Convertíos hijos, convertíos.
Recordéis
que llegará un día, el día del Juicio Divino, en este día todo se volverá
visible delante de vos y vos no pensáis en esto, porque no estáis cuidando de
vuestras almas.
Dios
está alertándoos para que cuidéis de vuestras almas, El las quiere en el Cielo.
Pero,
viene ahí un terrible sufrimiento para el mundo, apresuraos, corréis el peligro
de entrar en el desespero.
Mis hijos,
vos tendréis de ahora en adelante un tiempo especial, será más rápido el paso
de cada día, sentiréis que las horas están casi volando. Es por esto que debéis
esforzaros más en la meditación sobre el peso de vuestra conciencia, ellas ya
no soportan más. Pedid a Dios el perdón, coraje para que el arrepentimiento
sea sincero. Si vos no hacéis esto ahora, caeréis en desespero por causa de las
culpas escondidas, encerradas en vuestros corazones.
Mirad
adentro de vuestros corazones y veáis, ellos están secos, sin amor, sin
gratitud para con Dios. Ellos están sucios de lama podrida que es el pecado,
ellos necesitan ser lavados con Agua derramada por el Divino Espíritu Santo. Ellos
necesitan del perfume de Santidad porque el Rey está llegando y vos no estáis
limpios. Primeramente el Rey que es Jesucristo descenderá dentro de vuestros
corazones en el día de la Venida del Divino Espíritu Santo. Después vendrá para
el Juicio Final.
Yo os
pregunto: ¿Qué vos habéis hecho bueno para Recibirlo? - ¿Dónde están los
talentos que El os dio, qué hicisteis de ellos? ¿Qué hicisteis para el bien de
vuestras almas, estáis tranquilos, cuidasteis bien de ellas? - ¿Vos estáis en
Paz?
En verdad
os digo: vos habéis pecado mucho más. Los talentos que vos despreciasteis son
los Dones que recibisteis en la hora de vuestro Bautismo.
Las almas
están en el olvido, no creéis verdaderamente que tenéis un alma dentro de vos. No
estáis tranquilos porque no tenéis tiempo para Dios. La Paz, vos no
renunciasteis al pecado todavía. No sois nada merecedores de la verdadera Paz.
Mis
hijos, mirando al mundo veo tantas cosas tristes y puedo comprender que todo es
culpa de vuestros pecados.
Vos estáis
en la oscuridad, el pecado es la ruina del mundo. Todos los pecadores son
culpables de esta causa, el mundo en peligro.
La crueldad
está más fuerte, dentro de cada uno de vos está un pecado de culpa, porque vos
os acomodasteis, no combatisteis vuestros errores. Nadie está fuera de esta
culpa, falta en vos la fuerza de voluntad para elevar vuestros corazones a Dios
y pedir a El la Misericordia, vos no estáis rezando por la Paz mundial. Entonces
estáis contribuyendo para la crueldad crecer cada vez más.
Vos no
estáis obedeciendo a los Mandamientos, estáis pisando en ellos y así la
crueldad gana más espacio en la tierra.
Cuando el hombre practica una maldad, él causa una onda con la fuerza del
mal y ella se esparce, gira en torno de la tierra, causando la ruina para todo.
Causa enfermedades, hambre y lo peor, la guerra.
Vienen
tempestades que nadie saber parar, sólo Dios. El, sólo El que está por encima
de todo, puede mantener la fuerza de la naturaleza.
Pero
los incrédulos son muchos, sólo piensan en ellos y causan este dolor al mundo. Si
todos creyesen en Dios, el mundo estaría bien, no habría ningún desequilibrio,
ni desigualdad. No habría cultos satánicos ni falsas religiones, no habría más
la muerte, porque todo pecado es muerte. No habría más aborto, este es el peor
pecado, nada se compara con la muerte de un inocente. Por esto no hay cómo
evitar los castigos que el mundo se merece. La idolatría al pecado llegó al
extremo. Es hora de limpiar el pecado del mundo, todos se acomodaron y no
pensaron que Dios podría llegar en cualquier momento, fueron colocando la culpa
encima de culpas y ahora está ahí el tiempo del castigo.
El odio
provoca y Dios responde: “La Salvación es para quien ama a la vida que recibió
de El.” Nadie está fuera del Juicio Divino. En cualquier momento sucederá el
día del AVISO.
Es esto
lo que vengo a revelaros hoy para vuestra conversión.
Apresuraos, se está agotando el tiempo de la conversión a través del amor,
lo que sigue será solamente a través del dolor.
Rezad,
rezad, rezad por los Santos Padres los Papas Benedicto XVI y Francisco, por
todo el Clero, por los religiosos y religiosas, por toda la humanidad.
Rezad
por los ateos y paganos, ofreced a Dios vuestra ayuda, para que todos
despierten para la realidad y se conviertan.
Rezad
por la Santa Iglesia fundada por Jesucristo, ahora es hora de la mayor persecución religiosa en el mundo. Es
necesario mucha oración. Vos estáis distantes, muy distantes de Dios, porque estáis
dejando para rezar sólo en el último momento y vos no sabéis cuándo será el
último momento. Estéis atentos, vos seréis
engañados, porque no tenéis fe suficiente para creer en los avisos del
Cielo.
Todo
lo que es falso caerá, sólo prevalecerá la verdad, será para siempre. Todos debéis
ayudar a los Santos Padres los Papas en esta hora final para todos los
cristianos que están distantes a regresar para la Santa Iglesia. Quien no
regrese sufrirá mucho más de lo que puede imaginar. Quien no se convierta irá
al Infierno. Pero, una cosa queda bien claro, los que están insistiendo en el
orgullo van a llorar mucho, pero al final regresarán.
Ningún
pecador que decida por el Cielo, no se echará para atrás, sí, ya sea con sufrimiento muy fuerte él vencerá.
Los que
no quisieren lo mismo, de forma ninguna regresar para Dios, recogerán el fruto
del orgullo y no tendrán más ninguna oportunidad de Salvación.
Yo os
amo mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.
Brasil,
tempestades y más tempestades, tengáis cuidado todos vos brasileños, encended
velas y rezad con confianza. Confesad, permaneced en estado de gracia para
ayudarse unos a otros. Extended vuestras manos y elevad vuestros corazones delante
de Dios, El os mostrará lo que debéis hacer en las horas difíciles.
Todas
las naciones haced lo mismo. Las tempestades no serán sólo naturales, sino también
espirituales y materiales. Vos perderéis vuestros bienes materiales en varios países.
Pero, Dios os dará la consolación. No os
quedéis con vuestros corazones fríos ni en desespero. Confiad que Dios os ama y
os protege de todo peligro. Preparaos con amor para la Navidad.
Ahora
os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo, la
Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo,
María, la Inmaculada
Concepción.
Debéis
meditar sobre el Santo Evangelio de hoy: Mt. 24: 37 – 44.
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