Mensaje de Nuestra Señora – María,
Llena de Gracia
El Advenimiento del Nuevo Mundo –
Palabras de Nuestra Señora
EL TIEMPO DE LA REALIZACIÓN DE LAS
PROFECÍAS DADAS AL MUNDO
05 de Mayo de 2013 – 6º
Domingo de la Santa Pascua del Señor
Queridos hijos, hoy, en el día del Señor, con mucho amor y cariño, vengo
a bendeciros en el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo.
Unidos a la Santísima Trinidad, vamos juntos a buscar la verdadera Paz
para el mundo.
Mis hijos, escuchad la Voz de
Dios llamándoos, alertándoos e invitándoos a aseguraros firmes en las Manos de
Él, porque un gran peligro avanza sobre el mundo. Un peligro que os amenaza, y que vosotros no lo creéis.
El Divino
Espíritu Santo se está derramando sobre todos vosotros, para que lo podáis
percibir y podáis prepararos para vivir este tiempo tan doloroso que acontecerá
en el mundo por culpa de vuestros pecados.
En este tiempo
habrá una gran transformación en la Tierra entera.
Ya está muy cerca, Dios os invita a acercaros a los Sacramentos, a arrepentiros
de vuestros pecados, confesar y reparar lo que hicisteis, antes de que venga la
gran aflicción para la humanidad, el peso de la conciencia es muy doloroso.
Convertíos, convertíos, desapegaos de todo lo que es material, vosotros no necesitaréis de las cosas
materiales después de la gran transformación de la humanidad.
Mis hijos, la Santa Palabra de Dios os alerta hoy sobre vuestro deber de
ser fieles a Él, de ser obedientes. Se os invita a oír los consejos que vienen
del Cielo, la Palabra de Él es vida, vosotros debéis atenderla y vivirla con
amor, sin excepción, para recibir los beneficios que Él os da.
Vosotros sabéis que el Padre envió a Su Divino Hijo, el Hijo Unigénito
Jesucristo, verdadero Dios, verdadero Hombre, para salvaros y Él vino por Voluntad
del Padre, con toda obediencia, sufrió y murió en la Cruz y Resucitó de entre
los muertos, venció la muerte por vosotros. Él cumplió la Voluntad de Dios
Padre. Entonces, Él dio este premio al mundo, pero el mundo no lo valoró, y gran parte de la humanidad, la mayoría, no
tiene fe en la Gracia derramada sobre ella.
Esta mayor parte es rebelde, algunos ni conocen al Salvador, no
pronuncian el Nombre de Él. Jesucristo
es el Salvador del mundo.
Mis hijos, es necesario creer, vosotros no debéis cuestionar la Voluntad
de Dios, es necesario ser correcto, ser obediente, ser sumiso, humilde, acoger la
Voluntad de Él y entregarse al servicio de la evangelización del mundo.
Es muy fácil comparar quien se esfuerza o no, si vosotros tenéis sed, debéis
tomar agua, porque el agua sacia la sed. Si
vosotros queréis conocer por qué va a suceder algo en el mundo, debéis pedir a
Dios por los Dones del Espíritu Santo, porque ésta es una sed espiritual, y
del Corazón del Padre brota esta Agua que purifica, santifica, da los Dones especiales
para que el hombre conozca la Verdad. Así tendréis el Entendimiento, la Sabiduría,
la Fortaleza, y todos los Dones para conocer todo lo que no conocéis. Sólo de
esta Agua viene el consuelo, el valor, para que el hombre no desista de la Vida
Eterna.
Mis hijos, vosotros necesitáis de la ayuda de Dios, porque todo lo que pasa
por la transformación, pasa por la Voluntad de Él. Como todos saben, el mundo pecó
y sigue pecando, no ama como Dios quiere que él ame, no valora la vida, y ahora
necesita ser purificado, tomar del Agua de la Fuente de la Vida, amar la
Palabra de Dios, esto significa creer en Ella. Esta sed de amor debe acabar, el
mundo pasa por la muerte porque no obedeció a Dios, y la desobediencia es la mayor falta de amor a Dios. Comenzó con Adán y
Eva y ahora va a terminar, porque Dios es Todopoderoso y Él dejó que el
hombre reconozca, hasta el ‘tiempo final’, que pecó y pida perdón.
Ahora llegó el
tiempo final y viene la purificación para el mundo. Sed firmes en
la fe quien la tiene, y quien no la tiene procure cultivar esta semilla que ya
fue sembrada en cada corazón, ella no está muerta, pero se secará ahora y no
producirá más el fruto de la fe, si vosotros no creéis ahora, en este resto de
tiempo antes de la purificación. Sin fe
no hay conversión y sin conversión no hay salvación para quien no se convierte.
Cada día más la Palabra de Jesucristo debe ser aceptada por vosotros,
porque Él Se hizo Palabra para salvaros.
Jesucristo quiere ser amado por todos, para salvar a todos, sin
elección. El hombre es el que está renegando de la salvación, está muchas veces
tragando la Palabra y haciendo fuerzas para vomitarla, porque no acepta ser
puro, ser bueno, ser obediente a Dios. El
mundo no quiere amar, no quiere perdonar, no quiere ayudar, no quiere ser fiel
a Dios, quiere ser independiente sin Dios, mas se está esclavizando cada día
sirviendo al demonio, y después se arrepentirá más tarde porque el Día de
Dios vosotros no lo conocéis y Él viene a vuestro encuentro en el Día que es
sólo de Él, vosotros no sabéis la hora. Será de repente. Así como Él llega en
la hora de la muerte de cada uno, sin que nadie lo espere, ahora Él vendrá a
todos, vivos, conscientes y paralizados para recibirlo, pero no muertos. El
mundo temerá esta Hora, para muchos será tarde porque no cultivaron la fe, no
creyeron que esta Hora llegaría.
Si guardáis la Palabra de Dios, sabréis vivirla todos los días, porque
la Palabra de Dios no es un objeto que se coloca en un cofre y se tranca, nadie
tiene el poder de sacarla de quien cree en Ella. Ella echa raíces y produce un
árbol que se llama Paz y este árbol produce el fruto de la Vida Eterna.
Jesucristo es la Palabra Viva, es la Paz, es la Felicidad para quien
cree en Él.
Quien no ama no está guardando la Palabra de Él, no está pidiendo a Él
una nueva morada junto al Padre. Quien ama puede tener la certeza de que no irá
para el Infierno, porque el Infierno es el lugar del odio, de la desobediencia
a Dios, es el lugar donde mora la infelicidad y quien no cree en Dios caerá allá
para siempre, nunca más saldrá.
Todos los días os invito a uniros a la Santísima Trinidad para buscar la
verdadera Paz para el mundo. Esto significa, buscar juntos en el Cielo la
Gracia de la conversión de todos, porque el Cielo es la morada que se ajusta a
la humanidad entera para ser feliz.
La Gracia está ahí, con vuestras oraciones, llevo vuestras peticiones a
Dios y Él derrama sobre vosotros el Espíritu Santo, pero muchos todavía están
con los corazones cerrados, no están cultivando la fe.
Jesucristo os dice todos los días, que el Padre es mayor que Él, mas sin
Él, el mundo no tendrá la Salvación, porque el Padre Lo envió para Salvar, el
hombre no puede querer ser más que Dios. Sólo Jesucristo puede salvaros. Él os
está diciendo todo y Me envió para ayudaros y esta ayuda que os doy es
recordaros que la Salvación está cerca.
Preparaos, limpiad vuestros corazones para recibir al Salvador del
mundo,
Es esto lo que vengo a revelaros para vuestra conversión. Convertíos, convertíos.
Rezad, rezad, rezad por los dos Santos Padres Papas, Benedicto XVI y
Francisco, por todo el Clero, por los religiosos y religiosas, por toda la
humanidad.
Rezad por los ateos y paganos de todas partes que están viviendo en el
paganismo y en el ateísmo, la hora es
grave, quien no se decide por Dios se está decidiendo por el Infierno o el
hombre lucha por la santidad o se va para el Infierno.
Sólo existen
dos lugares para elegir, el Cielo o el Infierno.
Rezad por la Santa Iglesia fundada por Jesucristo, pido a toda la Iglesia que rece pidiendo a Dios la fuerza para
derrumbar el orgullo de los que están en el paganismo y en el ateísmo, dándoles
a ellos más valor para volver a la Iglesia de Cristo. Vosotros, que ya estáis
en la Iglesia, sed perseverantes, no os apartéis nuevamente, el peligro os
amenaza, aquí tenéis protección.
Ayudad a los dos Santos Padres Papas en esta hora a buscar a los que
todavía están del lado de afuera.
Yo os amo mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.
Brasileros,
brasileros, hay muchos del lado de afuera de la Iglesia, frecuentando falsas
religiones, es vuestro deber rezar para que todos los brasileros estén juntos
en esta hora que se acerca a vuestra patria. Incluso si ellos no vienen ahora, mas en la última
hora, antes de la ‘gran tribulación’, muchos vendrán de prisa, reconocerán que erraron
y volverán.
Rezad con fe y
veréis el fruto de vuestras oraciones, la Gracia llegará.
Todas las naciones, haced lo mismo, la dispersión está en todos los
países.
La
purificación vendrá para toda la humanidad.
Ahora os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu
Santo, la Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo,
María, la Inmaculada Concepción
Debéis reflexionar sobre
el Santo Evangelio de hoy: Jn. 14, 23-29.
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