Mensaje de Nuestra Señora – María Llena de Gracia
El Advenimiento del Nuevo Mundo – Palabras de Nuestra
Señora
El tiempo de la realización de las
profecías dadas al mundo
19 de septiembre del año 2012
En esta hermosa noche el Señor viene a alimentaros con Su Santa Palabra para que tengáis vida eterna.
Mi alegría es grande en poder estar aún con vosotros trayéndoos el Mensaje de Dios.
La Palabra de El está sobre el mundo para sustentar a los que quieren ser sustentados por El, estos son los que se sienten débiles, impotentes, reconocen que necesitan ayuda del Cielo para vencer todas las tentaciones. Ellas ahora serán más fuertes y más difíciles, el tiempo para aquellos que aman la vida recibida del Padre.
Por eso los que desean vencer os aconsejo, dejéis las puertas de vuestros corazones abiertas, estéis más vigilantes, no dejéis que el invasor, que es el pecado entre y se apodere de vuestros corazones.
Dios quiere en vos la pureza, la santidad, para esto todos debéis prepararse pues el día de la Purificación se aproxima. Son pocos los que acogen los Avisos de Dios, la mayor parte hasta ahora, después de tantos Avisos, sólo Lo han despreciado y no creen en las profecías.
Hijos
Míos, el mundo ha recibido tantos mensajes, pero ahora recibió mucho más,
porque este es el tiempo de la decisión final.
Vamos a prepararnos para la gran transformación que sucederá en toda la humanidad. Requiere esfuerzo, buena voluntad, mucha fe, esperanza en la Salvación y caridad entre ustedes.
Convertíos, convertíos antes de que sea demasiado tarde.
Queridos y amados hijos de Mi Corazón Inmaculado, os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, que os ilumina conduciéndoos siempre con Su Luz.
Yo soy la Esclava del Señor, María, la Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo, el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo.
Yo soy la Inmaculada Concepción de María, yo soy la Mensajera de Dios y en el mensaje de hoy El os da las gracias por el tiempo de oración y os avisa:
"Hijos míos, vos que estáis viviendo indiferentes a lo que tendréis que hacer, para el merecimiento del Cielo, tengáis cuidado, porque el comodísimo es una muralla muy alta, impide al hombre de ver al corazón propio y así él va quedándose cada vez más duro, seco, sin amor a la vida. Es necesario amar para merecer la Salvación. Es necesario hacer alguna cosa en beneficio del alma. Vos no podéis continuar indiferentes porque el tiempo de cuidar del alma es ahora y está terminado. Vos tenéis poco tiempo y debéis traer delante de Mí vuestras obras.
Vamos a prepararnos para la gran transformación que sucederá en toda la humanidad. Requiere esfuerzo, buena voluntad, mucha fe, esperanza en la Salvación y caridad entre ustedes.
Convertíos, convertíos antes de que sea demasiado tarde.
Queridos y amados hijos de Mi Corazón Inmaculado, os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, que os ilumina conduciéndoos siempre con Su Luz.
Yo soy la Esclava del Señor, María, la Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo, el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo.
Yo soy la Inmaculada Concepción de María, yo soy la Mensajera de Dios y en el mensaje de hoy El os da las gracias por el tiempo de oración y os avisa:
"Hijos míos, vos que estáis viviendo indiferentes a lo que tendréis que hacer, para el merecimiento del Cielo, tengáis cuidado, porque el comodísimo es una muralla muy alta, impide al hombre de ver al corazón propio y así él va quedándose cada vez más duro, seco, sin amor a la vida. Es necesario amar para merecer la Salvación. Es necesario hacer alguna cosa en beneficio del alma. Vos no podéis continuar indiferentes porque el tiempo de cuidar del alma es ahora y está terminado. Vos tenéis poco tiempo y debéis traer delante de Mí vuestras obras.
Será en el último día de nuestro
encuentro. Practiquéis
la caridad, grabad en vuestros corazones los Consejos que os envié.
Debéis
comprender que los consejos vienen antes de que cometáis los errores.
Sabéis
que la falta de caridad es desprecio también a vuestros hermanos.
Mirad
dentro de vuestros corazones y veáis cuántas cosas desagradables están ahí acumuladas
necesitando ser retiradas, pero está faltando coraje, es necesario buscarlo en
Mí que Soy vuestro Dios. Vos estáis presos a vuestros pecados. Debéis cortar las
cadenas que os esclavizan y correr en Mi dirección.
Voy
a transformar al mundo y vos sois el mundo.
Voy
a podar la hierba dañina y vos creceréis espiritualmente en un abrir y cerrar
de Mis ojos, recordéis que Soy el Señor y no os dejaré sofocados por más
tiempo.
Tiraré
las ramas que os mantienen lejos de Mí y os traeré delante del Sol de la
Justicia que Soy Yo vuestro Dios.
Mi
Amor por vos es inconfundible, vos Lo conoceréis verdaderamente. Hasta ahora vos
no Lo conocéis por causa de las ramas que todavía están cubriendo vuestros
ojos, pero ya voy a limpiar a toda la tierra y vos veréis que Yo cuido de lo
que he creado.
Yo
os amo con Amor Eterno. Ya viene ahí el tiempo del que os hablé y vos no
quisisteis escuchar.”
Queridos
hijos, vamos a meditar en las Palabras de Dios nuestro Padre Eterno, el
Todopoderoso, quien hoy una vez más os promete la liberación de vuestras vidas.
Ellas están presas a los Pecados Capitales.
Cuando El habla que os va a limpiar
y liberaros de las ramas, esto quiere decir que seréis liberados de los vicios
de los Pecados Capitales.
El pecado no tiene fuerza delante de
Dios, él se seca y cae.
Vos os aprisionasteis al pecado por
libre voluntad, vos lo amasteis y adorasteis ofendiendo así a Aquel que es Dios y os ama como nadie os
puede amar. Si vos quisierais no seríais pecadores, porque sois libres, podéis
vivir libremente, en la obediencia a Dios. Él es la fuerza que rige el universo,
Él os da Su Fuerza cuando sois capaces
de despreciar lo que es del mundo y valorizar lo que es del Cielo. Lo que
es del mundo es el pecado y lo que es del Cielo es la Gracia de Dios. Quien Lo
obedece recibe de El la Salvación. Quien no Lo obedece se vuelve esclavo del pecado,
llega hasta a desistir de la Salvación para vivir solamente pecando, porque
piensa que el pecado es mejor, el sustenta la satisfacción, enriquece a muchos
y estos se sienten poderosos por poseer cada día mas, la riqueza conquistada
con deshonestidad.
Pobres hijos, Dios mostrará al mundo
que está comenzando el tiempo en que veréis cuán precioso es el don de la
obediencia a Él que es Dios. Mostrará cuán dolorosa es la falta de amor por la
vida.
Esto no depende del hombre creer o
no, lo que sucederá en el mundo está llegando y todos comprenderéis que el
hombre no puede nunca impedir la acción de Dios. Él es Todopoderoso, es Justo y
hace lo que quiere. Él quiere un mundo más fraterno, quiere un mundo puro y
santo. Él sólo ama.
Dios no acepta nada que
viene del demonio. Todo
pecado viene del demonio, no de Dios. Cuando
el hombre peca, él está obedeciendo a la orden satánica.
Cuando el hombre renuncia al pecado, él está
obedeciendo a la orden de Dios.
El poder del mal está confundiéndoos, distanciándoos
de Dios, pero este poder caerá muy pronto, Dios va a eliminar el mal que todavía
os domina. Él es un desafío a Dios, el caerá.
Entonces, llegó la hora en que como Jesucristo
dejó bien claro, que las confusiones quedarán claras y el hombre que valoró el
don de la Sabiduría comprenderá que la Justicia de Dios no falla, Él os mostrará
que no existe poder mayor que el de Él.
Dejéis en las Manos de Él vuestra vida y viviréis Eternamente.
Mis hijos, la Santa Palabra de Dios os lleva hoy a
meditar sobre la certeza sobre lo que Él aprueba y lo que no.
Si vos juzgáis con vuestros corazones sin piedad,
vuestros hermanos no son capaces de conocer lo que os perjudica, porque estáis
juzgando con espíritu de vanidad de querer saber más que Dios. La vanidad lleva
al hombre a tener pensamientos maliciosos, ya dando por sentado lo que piensa y
que no es real. Si vos miráis a vuestros hermanos con espíritu de piedad, sin
ninguna malicia, veréis las cualidades buenas y con respeto tendréis piedad los
unos con otros.
Tengáis cuidado para no continuar prisioneros de
las ramas del mal, esta es una hierba que prolifera rápidamente.
No seáis jueces de vuestros hermanos, porque cometeréis
injusticias.
Veáis, los jueces de los tribunales humanos
estudian años y años y muchos se equivocan en juzgar, condenan a inocentes y no
ven en sus equívocos a los que son culpables.
Vos que sois ciudadanos comunes, no tenéis noción
de lo que es un juicio, tenéis más oportunidades de equivocaros.
Así estáis poniendo vuestras almas en peligro,
mucho más que un juicio humano. Mirad a vuestros hermanos con misericordia, no
os quedéis hiriéndose unos a otros con el vicio de juzgar.
Esto es lo que vengo a revelaros hoy para vuestra conversión.
Ahora os pido la Santa Misa y la Santa Eucaristía
con fidelidad a Dios.
Rezad, rezad, rezad por el Santo Padre el Papa
Benedicto XVI, por todo el Clero, por los religiosos y religiosas, por toda la
humanidad.
Rezad por los ateos y paganos, ofreced a Dios vuestras
oraciones por la Salvación de ellos, la oración tiene el poder de encontrarlos.
Rezad por la Santa Iglesia, fundada por
Jesucristo, permaneced todos vigilantes noche y día atentos a las trampas que
el enemigo pone en vuestro frente y a vuestras espaldas, usad el Santo
Escapulario, no dudéis de lo que os aviso, el peligro os amenaza día y noche
para destruiros. El poder de la oración os muestra dónde estáis pisando. Muchas
persecuciones están armadas delante de vuestros ojos, estéis atentos para no
caer en estas trampas.
Rezad por la protección del Santo Padre el
Papa y seréis bien recompensados. Él necesita mucho de vuestras oraciones. Si
alguien le hiciere mal a él, “hay del mundo”. Los misterios de Dios son impenetrables
por el hombre, pero conoceréis la verdad muy pronto. Ayudad al Santo Padre el
Papa a recoger las ovejas que están distantes, con más urgencia, el tiempo está
muy corto. Es necesario que vengan todos para la Santa Iglesia.
Se acerca un gran peligro al mundo.
Yo os amo mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.
Preparaos para la temporada de lluvias fuertes.
Brasileños, rezad, rezad cada día más por vuestra protección.
Todas las naciones están en gran peligro.
El mundo está cada día más apegado al vicio de las
guerras, es necesario buscar con mucha fe la Paz para acabar con todas las
guerras.
Ahora os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo, la Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo,
María, la Inmaculada Concepción.
Gracias por responder al Llamado de Dios.
Se aproxima un sufrimiento demasiado grande para el mundo.
Sin embargo, también se acerca al triunfo de Mi Corazón Inmaculado.
Es necesario que todas las profecías pasen para purificar la humanidad. No os quedéis lejos de Dios, así no correréis el riesgo de sufrir más.
Ahora os ofrezco Mi Corazón Inmaculado como Refugio en la hora del castigo que se aproxima por el pecado.
Se acerca un gran castigo, cuidéis de vuestras almas.
Con todo el cariño y amor de Madre os deseo la paz y llevo hasta Dios vuestros pedidos.
La paz de nuestro Señor Jesucristo esté con vosotros ahora y para siempre. Amén.
Bendito sea Dios, Bendito sea Su Santo Nombre.
Debéis meditar en el Santo Evangelio de hoy: Lucas 7: 31-35.
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