Mensaje de Nuestra Señora – María Llena
de Gracia
El Advenimiento del Nuevo Mundo –
Palabras de Nuestra Señora
El Ultimo Tiempo de
Preparacion para la Purificacion de la Humanidad
2 de noviembre de 2013
Queridos
hijos, hoy en el día del Señor, con mucho amor y cariño vengo a bendeciros en
el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo.
Unidos a la Santísima
Trinidad, vamos juntos a buscar la verdadera Paz para el mundo.
Mis hijos,
siento gran alegría en encontraros a vos aquí reunidos en oración por la
intención de las almas que están en el Purgatorio y para atraer más a los
pecadores cerquita de Dios. Allá están las almas que esperan la liberación de
sus penas para entrar en el Cielo. Muchas hoy ya están en fiesta, porque el día
en que las puertas del Purgatorio ya se abrieron para la entrada de ellas en el
Cielo, gracias a nuestra ayuda, Madre e hijos rezando por ellas con nuestros
corazones llenos de esperanza que ellas ya estén en paz para siempre.
Vos que
todavía estáis en el mundo tenéis una oportunidad muy grande, la de disminuir
vuestras penas aquí y poder merecer desde aquí la gracia de vuestra liberación.
Pero, para esto es necesario que todo vuestro orgullo caiga y la humildad de
vos de condición de reconocer vuestras deudas con Dios y repararlas.
No se le
paga a Dios con dinero, Dios no vende libertad, El da a quien se humilla y
reconoce que es criatura y que repara todo lo que hace errado y pida a El
perdón con arrepentimiento verdadero.
Sois
pecadores y debéis pedir ayuda a Dios para ser curados de esta lepra que es la
peor, es el pecado.
La lepra del
cuerpo es curada con remedios, pero el pecado es la lepra que da en el alma,
sólo Dios puede curarla porque sólo el perdón cura las enfermedades del alma.
Mis hijos,
rendid gracias a Dios al amanecer de cada día porque cada día tenéis la
oportunidad de no pecar más.
Hay hijos
que no se preocupan en cómo aprender a renunciar al pecado. Cada día para ellos
es un día para cometer más pecados, llega a decir que: “El pecado es
demasiado bueno.”
Mis hijos,
el pecado es ruina, veáis, hay almas que están en el Purgatorio en un tiempo
tan grande como 300 años. Espera por libertad, la única cosa que ellas esperan
con paciencia es la liberación, ellas no tienen más peligro de desespero porque
mantuvieron la esperanza en la Misericordia de Dios.
Haced esto
ahora para que podáis disminuir cada vez más vuestras deudas con Dios. La
deuda es la falta de amor, de fidelidad.
Mis hijos,
la Santa Palabra de Dios os revela hoy sobre el gran Poder que Jesucristo tiene
para resucitaros en el último día.
Aquel día
está reservado para todos retornar a la vida, sea pecador perdido como pecador
que merecerá la Salvación.
No sólo los
que merecen la Salvación verán el Rey de la Gloria, todas las criaturas lo
verán, pero no todos entrarán en este Reino, porque pisaron en la Gracia de
Dios y ahora merecen el Infierno, pero primero verán lo que perdieron, verán
que el Hijo Unigénito de Dios, Jesucristo, prometió que regresaría por Segunda
Vez y se llevaría al Cielo a los mansos y humildes de corazón y ordenaría a los
Angeles del Cielo que lanzase al Infierno los que pisaron en la Gracia de la
Salvación.
Jesucristo
hizo todo cuando estaba en la tierra para enseñaros como merecer el Cielo,
Pero, la mayor parte exige de Dios que la deje cometer todo lo errado y que la
salve porque éste es el deber de El, salvar a los pecadores.
En verdad os
digo, Dios está siendo motivo de crítica para el mundo, pero El os mostrará a
todos los pecadores que El es el Poder Absoluto, El no juega, El es Justo.
Dios salva a
quien El quiera y no recibe órdenes de nadie.
Es bueno que quien Lo ofende se arrepienta porque va a abrir una herida
en la tierra que se esparcirá sobre todos los que no se arrepintieron de sus
pecados y no pidieron perdón a Dios.
Preparaos,
es hora de reconciliación. Dios es Misericordioso, no niega el perdón a
quien quiera de corazón ser perdonado.
Esto es lo
que vengo a revelaros hoy para vuestra conversión.
Recordéis
que Jesucristo resucitó a Lázaro después de algunos días después de su muerte.
No debéis perder vuestra esperanza en la Resucitación, pero haced todo lo
que todavía es posible para que resucitéis para la Vida Eterna. Amén.
Rezad,
rezad, rezad por los dos Santos Padres los Papas Benedicto XVI y Francisco, por
todo el Clero, por los religiosos y religiosas, por toda la humanidad.
Rezad por
los ateos y paganos, ya se está cerrando el tiempo para la conversión de los
pecadores, ahora sólo resta la conversión por el dolor. Ayudéis con vuestras
oraciones.
Rezad por la
Santa Iglesias fundada por Jesucristo, el tiempo ahora es de mucho peligro,
uníos en oración, extendéis vuestras manos para ayudaros unos a otros,
practiquéis la caridad sin medida. Ayudéis a los Santos Padres los Papas con
vuestras oraciones a buscar las ovejas que están distantes, ellas ya van a
sentir mucha hambre y sed que habrá en el mundo que las perjudicará con la
escases de alimentos para la carne y necesitan retornar a la Iglesia para comer
del Cuerpo y beber de la Sangre de Jesucristo, este es el Alimento que todos
necesitáis antes de la muerte, para no perder la unión con el Cielo.
Yo os amo
mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.
Brasileños,
aumentéis vuestra fe, sin ella no tendréis fuerza para soportar vuestros
sufrimientos.
Todas las naciones
haced lo mismo. Toda la humanidad necesita ahora sólo pedir a Dios los Dones
del Divino Espíritu Santo para vencer en el tiempo que viene.
Agradezco la
presencia de todos, especialmente a quien vino por primera vez.
Decid a
todos los que están aquí pidiendo gracia especial que ya le entregué a
Jesucristo los pedidos de cada uno y que El os dará respuesta en la hora
cierta.
Espero
vuestro regreso en el próximo encuentro. Recordéis, tenéis una misión, debéis
cumplirla, esto es bueno para todos.
Ahora os
bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo, la Madre
de Jesucristo, el Salvador del mundo.
María, la Inmaculada
Concepción.
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