Mensaje de
Nuestra Señora – María Llena de Gracia
El
Advenimiento del Nuevo Mundo – Palabras de Nuestra Señora
El Ultimo Tiempo de Preparacion para la Purificacion de la Humanidad
11
de mayo de 2014
4to
domingo da Santa Pascua del Señor - mes de Maria - Día das Madres
Querido
hijos, con mucho amor y cariño vengo a bendeciros en el Nombre del Padre, del
Hijo y del Divino Espíritu Santo.
Unidos a
la Santísima Trinidad, vamos juntos a buscar la verdadera Paz para el mundo.
Mis
hijos, tanta alegría traigo hoy en Mi Corazón al ver a Mis hijos festejando y
agradeciendo a Dios por este día tan lindo, el día de las madres. Yo también Le
agradezco por la madre que El Me dio, Santa Ana, y Le agradezco por todas las
hijas que son madres. Entonces, estoy muy feliz con los homenajes que todos
hacen a Mí en este día, especialmente a los niños.
Cómo
es maravilloso ser madre, cargar a los hijos en los brazos, amamantarlos,
educarlos y ayudarlos por toda la vida.
Soy
la Madre de Dios y Soy también vuestra Madre Celestial, tengo gran alegría en
ser vuestra Madre. Gracias Mis hijos, por vuestro cariño, vuestro amor por Mí,
aun los que no Me aceptan como Madre Yo os amo mucho.
Quien
valora la Gracia recibida de Dios es feliz.
Mis
hijos, también hoy os alerto, escuchad la Voz de Dios llamándoos. Vos estáis
necesitando de ayuda, mucho más ahora que la situación mundial esta gravísima.
El Padre envió a vos al Hijo Unigénito para socorreros, El es el Señor
Jesucristo, es el Pastor que os conduce todos los días de vuestras vidas.
Jesucristo es el Pastor y vos sois las ovejas, y El vino al mundo para
Salvaros, El quiere llevaros delante del Padre muy pronto. El quiere que todos
reciban la Salvación, por esto vos debéis abrir las puertas de vuestros
corazones a El, para que Su Palabra entre y crezca día a día, Sus Enseñanzas
pueden producir dentro de vos el fruto de la Salvación. Dios quiere que vuestra
vida sea iluminada, y con la Luz que El está dándoos podáis ver la realidad.
Atended
al Llamado de El, si vuestros padres en la tierra os avisan cuando estáis en
peligro, mucho más Dios antes puede ver el peligro que os amenaza de causar
mayor destrucción. El sabe todo lo que puede pasaros.
Hoy
El esta avisándoos, avisándoos y vos no estáis escuchando. Cómo podéis
prepararos si no escucháis los Llamados de El.
Cuando
los hijos Lo desobedecen es porque los oídos espirituales están haciéndose de
sordos. Si continuáis así, no tendréis más tiempo para enderezar vuestros
corazones. Sin fe vos no tendréis aceptación de lo que puede suceder. Vos
estáis en un peligro mucho mayor de lo que podéis imaginar. Viene para el mundo
un tiempo de sufrimiento muy grande, ya está a las puertas. Vos veréis que
descuidasteis de vuestras vidas, pero ya estará muy cerca, y entonces entrareis
en gran depresión, será tan profunda que no tendréis más fuerza para levantaros
del lugar donde estaréis caídos.
Vos
sois las ovejas del Padre, Jesucristo es el Pastor, El es la Puerta para que
las ovejas que deseen llegar al Cielo pasen. El vino a Salvar a las ovejas que
se apartaron del Padre y hoy no saben regresar a El porque están en la
oscuridad. La oscuridad es el pecado, todo pecado es tiniebla.
El
Pastor da la vida por las ovejas, El desea que ellas encuentren la Felicidad
Eterna.
Mis
hijos, la Santa Palabra de Dios os lleva hoy a meditar sobre la necesidad de
cada hijo de Dios, que necesita valorar la Venida de Jesucristo al mundo. El
siendo Dios, obedece al Padre y hace la Voluntad de El, Salvar al mundo.
Pero,
para ser salvo el hombre necesita tener fe, sin fe el hombre no se convierte y
sin conversión el hombre no tiene derecho a la Salvación.
Para
el hombre convertirse necesita ser manso, ser como un cordero y el mayor de los
corderos es Jesucristo. El es el Cordero de Dios, El es el Hijo que más ama al
Padre, El nunca cometió pecado alguno.
Vos
debéis aprender con El a ser como El, ser obediente.
Muchos
hijos no creen en Dios, por eso no Lo obedecen, pero ellos serán sorprendidos
en cualquier momento en un parpadear de ojos verán que solamente Dios puede
salvarlos, caerán de rodillas en el suelo y pedirán perdón de los pecados
cometidos, pero será tarde para muchos, los que dejaron para última hora.
Dios
mostrará al mundo que El existe, no porque el mundo quiere pruebas, sino porque
El va a transformar al mundo.
El
hombre que desafía al Señor, no
encontrará consolación.
Es
hora de humillarse y decidir qué hacer para ser salvo.
Es
necesario preocuparse con el futuro de vuestras almas, porque el pasado la
mayor parte despreció, el presente el mundo esta día a día tirando afuera y el
futuro llega día a día y va siendo perdido porque el mundo no sabe valorar la
ayuda de Dios.
Pero,
aquel futuro que es el fin, cuando llegue la primera parte de este tiempo que
es para el hombre retornar a Dios, podrá no dar más tiempo para el
arrepentimiento, porque ya llega causando muerte de muchos al mismo tiempo.
Entonces,
estáis en gran peligro de perder la Salvación.
Es
necesario humillarse y aceptar las Enseñanzas que Jesucristo os dio y continúa
dándoos. No adelanta estar combatiendo los Avisos del Cielo, es necesario
acogerlos y agradecer lo que Dios está dándoos.
El
tiempo trae sorpresas y a vos no os gustareis lo que está llegando, porque
sufriréis más de lo que podéis imaginar. Sabéis queridos hijos, que sufrir por
arrepentimiento tardío es peor que cualquier dolencia, es peor que las guerras,
es peor que el hambre y sed y principalmente es peor que cualquier catástrofe,
porque quien se arrepiente después de cerrado el tiempo de pedir perdón a Dios,
ira al Infierno. No existe nada peor que el Infierno, allá es el extremo
sufrimiento porque es sufrimiento sin fin.
Dios quiere libraros del Infierno, pero
vos no estáis comprendiendo. Esforzaos y convertíos, convertíos.
Viene
llegando el tiempo de los Juicios, el Individual y el Universal.
No
podréis huir a lugar ninguno.
Nada
seréis sin el Amor de Dios, valorad pues vos sabéis que el Amor de El es la mayor
Riqueza que todos pueden tener al mismo tiempo. No echéis fuera vuestra
felicidad.
Solamente
Dios puede daros fuerza para permanecer de pie, en esta hora que se aproxima
con tantos sufrimientos para el mundo entero.
Son
tantas las tragedias, tantas catástrofes, tantas tempestades, vos estaréis
pensativos, no sabréis qué hacer para no desesperar. Cuando el mundo
concientice que provocó a la naturaleza y que ella no perdona nada, correrá el
riesgo de sí desesperarse.
Es
necesario mejorar el corazón y pedir a Dios el perdón de los pecados cometidos.
Solamente El puede ayudaros, no continuéis distantes de El, humillaos y
levantaros.
El
mundo entero querrá mejorar en tres días, porque no mejoró antes, pero pocos
conseguirán, gran parte se desesperará, no conseguirá hacer nada. Este será el
fracaso de alguien que no paró día ninguno para meditar en las Enseñanzas de
Jesucristo. El es el Mayor de todos los maestros, El os enseñó el poder del
Amor, quien no aprenda sufrirá, porque pisó en la Gracia de Dios. El quiere que
vuestros corazones sean un tesoro lleno de amor y de confianza en El, de
certeza, de seguridad. Un corazón que va a pasar por el Fuego Sagrado pero no
se va a quemar, va a ser purificado y santificado para recibir a Jesucristo que
regresará muy pronto.
Dios
dio a cada hombre una vida santa, pero él, el hombre, perdió la santidad, este
premio de poder vivir feliz, por causa del pecado, la desobediencia.
Ahora
que llegó la hora de la transformación del mundo para recibir a Jesucristo, el
hombre necesita aumentar la fe para merecer la Salvación. Jesucristo es el
Salvador del mundo. Todos necesitan de El.
Vos
necesitáis convertiros para merecer la Salvación.
Así,
cuando resucitéis, resucitareis para la Vida en Dios. Quien no se convierta,
resucitará también pero para ser lanzado en el Infierno de cuerpo y alma y allí
quedará eternamente en sufrimiento, el peor sufrimiento que existe, sufrirá por
toda la eternidad.
El
Infierno es un lugar para quien no se convierta.
Es
esto lo que vengo a revelaros hoy para vuestra conversión.
Rezad,
rezad, rezad por los dos Santos Padres los Papas Benedicto XVI y Francisco, por
todo el Clero, por los religiosos y religiosas, por toda la humanidad.
Rezad
por los ateos y paganos. Seáis perseverantes en vuestro deber de rezar por la conversión
de ellos. Dios os recompensará en el Cielo.
Rezad
por la Santa Iglesia fundada por Jesucristo, seáis perseverantes también en
vuestras oraciones para que todos los cristianos se una en esta hora de tantos
acontecimientos dolorosos en el mundo entero.
No
hay mucho tiempo más para la conversión de los que todavía no se están
convirtiendo. Es necesario que todos se conviertan con urgencia.
Todo
lo que hace al mundo difícil es el pecado de la humanidad entera.
Cuando
el pecado acabe, el mundo será mejor, no habrá hambre ni guerras, ni enfermedades,
ni sed, ni diferencias entre los pueblos. Todos serán felices si todos se
convierten. Vos tendréis el consuelo eterno. Para esto es necesario rezar más,
mucho más y ayudar con oraciones a los Santos Padres los Papas, son las mayores
autoridades humanas que están sobre la tierra. Ellos recibirán la Luz de Dios
para cuidar de las ovejas. Uno en oración y el otro dirigiendo la Iglesia y
rezando también por vos. Son ellos que todavía están manteniendo la puerta de
la Iglesia abierta con la ayuda de la Santísima Trinidad, están a la espera de
los que vendrán.
Todos
los cristianos deben rezar para que todas las ovejas de Jesucristo regresen a
tiempo, que escuchen la Voz de Dios llamándolas. Quien nos e convierta antes
del tiempo que Dios dio, no se convertirán después. Ya está llegando al fin.
Yo
os amo mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.
Brasileños,
comenzad el día rezando, vuestra situación está cada día más dolorosa. Escuchad
el Llamado de Dios, el peligro está próximo. Una gran catástrofe se aproxima,
cuidéis de vuestras almas.
Todas
las naciones, haced lo mismo. Vos no sabéis el valor de un alma, si supieseis
cuidaríais más de vuestras almas para entregarlas a Dios. Rezad, rezad, améis
unos a otros, en cualquier momento veréis la verdadera destrucción de una parte
de la tierra. Dios quiere vuestra victoria, pero vos estáis muy distantes del
Amor a El. Si vos supieseis amar a Dios como debíais Amarlo, no habría guerras
entre vos, todos serian amigos, compañeros, no enemigos.
Ahora
os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo, la
Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo,
María, la Inmaculada
Concepción.
Deseo
a todas las madres paz, armonía y felicidad, que Dios derrame sobre todas vos
la Gracia de cumplir con vuestra misión de madre. Deseo que cuidéis bien de
vuestros hijos así recibiréis la recompensa en el Cielo.
Vuestra Madre Celestial.
Debéis
meditar sobre el Santo Evangelio de hoy: Juan, 10: 1 – 10.
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