Mensaje de Nuestra Señora – María Llena de Gracia
El Advenimiento del Nuevo Mundo – Palabras de Nuestra Señora
El Ultimo Tiempo de Preparación para la Purificación de la Humanidad
22
de marzo de 2014
Queridos hijos, con mucho amor y cariño vengo a
bendeciros en el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo.
Unidos a la Santísima Trinidad, vamos juntos a
buscar la verdadera Paz para el mundo.
Mis
hijos, es grande Mi alegría en encontraros reunidos en este día aquí en este
hogar, para rezar juntos, delante del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu
Santo. Aquí están también los Santos y Angeles, vamos a construir una unión
fuerte para buscar la Misericordia de Dios para todos los pueblos.
Vos
brasileños, debéis tener más gratitud a Dios que os dio un país unido, país que
gran parte sabe mirar unos a otros con igualdad. Vos sabéis sufrir juntos,
sabéis mirar al Cielo y contemplar a Dios que está para cada uno de vos y
fortaleciéndoos para las grandes dificultades que caen sobre vos.
Vos
sois un pueblo sufrido, pero sois un pueblo fuerte que espera en Dios.
Por
esto aquí es un lugar donde dejo más llamados de oración.
El
que persevere un poco será capaz de vencer por los otros también.
Gracias
Mis hijos, por vuestro esfuerzo en continuar firmes en Mi ejército. Ya estamos
casi listos para la batalla.
Tantos
países están unidos a nosotros y tantos no están y es por los que no están que
nosotros tenemos que rezar mucho más, por nuestra victoria, Yo tengo certeza
que ella será completa, porque no vamos a dejar a nadie atrás, vamos siempre a
rezar para que todos sean bendecidos por Dios, que todos entren en la
Eternidad.
Cuando
llegue aquel día que es el último en la tierra impura, el día del Juicio Final,
todos estéis listos para vencer.
Yo
Soy la Madre que quiere a todos los hijos en el Cielo y Dios Me dio esta misión
de luchar por Mis hijos, no es forzando para que ellos decidan por el Cielo,
pero es mostrando a ellos que el tiempo de decisión está terminando, que ellos
decidan por la felicidad.
Mis
hijos, la Santa Palabra de Dios os revela hoy sobre la importancia de la
libertad. Dios os muestra que es un padre no debe impedir a un hijo salir de
casa en busca de un sueño, pues cuando un hijo ve con sus propios ojos que
necesita del amor de su padre, él regresa con más amor, porque aprendió que el
amor es la cosa más necesaria en la vida de todas las personas, muchas veces el
hijo siempre estuvo junto al padre y se siente despreciado, siente celos del
padre, siente diferencias que no existen, peor al distanciarse un poco, siente
que el frio está penetrando en su corazón, este frio es la falta de amor al
padre que quedó distante. Entonces, él regresa corriendo, más amoroso y abraza
a su padre, siente la alegría porque el padre está allí vivo en su presencia,
como antes él no lo veía, no le daba importancia.
Pero,
el otro hijo que no salía del lado del padre, lleno de celos, porque no sabía
amar, tenía apenas un sentimiento de juzgarse más merecedor de atención, de
consuelo, este necesitaba más ayuda, porque no aprendió a amar como el otro
aprendió. El otro aprendió porque pasó más dificultades lejos de casa.
Así,
Mis hijos, está el mundo entero, quien se convierte se siente feliz porque
regresó al Padre y quien no se convierte todavía necesita sentir que necesita
de Dios para después regresar al El con el corazón dispuesto a Obedecerlo.
Quien no se convierta todavía, no comprendió que Dios no ama con diferencias,
El da todos el mismo amor y El quiere ser amados por todos sin diferencias.
Mis
hijos, desapegaos de las cosas materiales y aproximaos más a Dios, solamente El
puede daros consuelo que no acaba.
Seáis
fraternos, seáis compañeros, estéis de manos dadas, sea rico, sea pobre, todos
unidos, un solo corazón, vos estáis a pocos pasos de muchos sufrimientos. Es
esto que cada persona necesita pensar y recomenzar la batalla contra la
indiferencia, la falta de fe y la falta de coraje.
Mis
hijos, vos estáis en la Santa Cuaresma, es tiempo de conversión, esto significa
tiempo de crecer espiritualmente. La conversión es desde la hora que nace hasta
la hora de dejar este mundo tierra y entrar en la eternidad.
Quien
deje para convertirse sólo al final, puede no conseguirlo.
Quien
no se convierte no será feliz en la eternidad.
Mis
hijos, vos debéis meditar mucho sobre el sufrimiento de Jesucristo y procurar
todavía hacer más oraciones para reparar vuestra culpa.
Si
vos no hubieseis cometido pecados, Jesucristo no necesitaría pasar por tantos
sufrimientos. Arrepentíos y pedid perdón a Dios. Así estaréis preparándoos para
vuestra Pascua. Jesucristo ya Resucitó y ya conmemoró Su Santa Pascua, ahora es
vuestra vez de prepararos para cuando llegue día de vuestra Resurrección, vos
podáis resucitar para la felicidad eterna y
no para ser lanzados al Infierno.
Es
esto lo que vengo a revelaros para vuestra conversión.
Rezad,
rezad, rezad por los dos Santos Padres los Papas, Benedicto XVI y Francisco,
por todo el Clero, por los religiosos y religiosas, por toda la humanidad.
Rezad
por los ateos y paganos, seáis perseverantes con vuestras oraciones para ellos,
Dios os recompensará.
Rezad
por la Santa Iglesia fundada por Jesucristo, unión y oración, sacrificios y
penitencias. Son pocos los que están perseverando en oración por la paz
mundial.
Seáis
verdaderos cristianos, unidos en oración para que la sangre humana no sea
derramada, pues cada hijo que muere en medio de guerras y crímenes, accidentes
y enfermedades, será justificado. Todos son hijos de Dios y El no quiere que la
sangre de Sus hijos sea derramada.
Ayudéis
a los Santos Padres los Papas en la búsqueda de todos los que están distantes.
La hora está quedando menor, más corta, apresuraos en vuestra conversión.
Yo
os amo mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.
Brasileños,
aproximaos más a la Santa Iglesia, con corazón puro para recibir la Santa
Eucaristía, muchos sufrimientos vendrán para el país.
Todas
las naciones, haced lo mismo, también vos seréis sorprendidos por grandes
sufrimientos.
Agradezco
vuestra presencia y os espero en el próximo encuentro.
Ahora
os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo, la
Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo.
María, la Inmaculada
Concepción.
Debéis
meditar sobre el Santo Evangelio de hoy: Lucas: 1 – 3, 11 – 32.
Visiones:
1ª
visión – un círculo dentro de otro. En el mayor vacío y en el menor oscuro,
negro.
2ª
visión – un mapa de Brasil y dentro el cuerpo de Jesucristo, el Sagrado Corazón.
3ª
visión – un mapa de Brasil y dentro Nuestra Señora Aparecida.
4ª
visión – un mapa de Brasil y dentro una medalla Milagrosa, siendo mostrado el
dorso de la medalla.
Mensaje de Nuestra Señora – María Llena de Gracia
El Advenimiento del Nuevo Mundo – Palabras de Nuestra Señora
El Ultimo Tiempo de Preparación para la Purificación de la Humanidad
16 de
marzo de 2014 – 2do domingo de Santa Cuaresma
Queridos
hijos, con mucho amor y cariño vengo a bendeciros en el Nombre del Padre, del
Hijo y del Divino Espíritu Santo.
Unidos a
la Santísima Trinidad, vamos juntos a buscar la verdadera Paz para el mundo.
Mis hijos,
Mis pequeñitos hijos, después de tantos avisos al mundo, él se muestra al Cielo
con gran desprecio, indiferencia y falta de fe, en su mayor parte.
Esto
significa que no ha habido todavía una demostración de aprendizaje suficiente
para decir que vos estáis totalmente atentos, y ni estáis preparándoos para
superar los sufrimientos que se aproximan para el mundo.
Pero, la
Madre Celestial que Soy Yo, no se desanima, Ella lucha por Sus hijos
defendiéndoos mientras pueda, hasta que suceda el último momento, porque Ella
nunca dudó del Poder de Dios.
Yo sé que
mientras haya desafíos de los hijos a Dios, habrá castigos y Yo no quiero ver a
ninguno de Mis hijos pecadores siendo castigados. Deseo mucho veros en el
Cielo.
Vos
sabéis que el Infierno es el castigo para quien no se convierta, son los que no
creen en Dios ni en el último segundo de su vida.
Vos
sabéis que no podéis forzar a nadie a creer en Dios, no tiene valor ninguno,
pero rezar para que todos crean, tiene gran valor.
Yo rezo y
pido a Dios por todos, pido a quien cree que rece junto Conmigo para que todos
Mis hijos salgan victoriosos en este último tiempo que Dios está dando al
mundo, para que el hombre se convierta. Sin conversión no hay Salvación.
Entonces,
estéis atentos, todos vos porque está llegando la hora en que el tiempo de conversión
encerrará, será de repente, en un parpadear de ojos. Mientras tanto Dios
todavía está ofreciendo ayuda a todos sin excepción, pero cuando llegue la hora
del hombre presentarse ante El en el día del Juicio Final, para responder si
creyó o no en el Poder de El, entonces estará cerrado el tiempo, es el último
segundo para cada uno.
Quien cree
pide perdón de los pecados. Existen hijos que creen, pero no se lo demuestran a
Dios por orgullo, estos corren mucho peligro de perder también la Salvación.
Quien no se esfuerce para decir a Dios que Lo ama, este no será feliz. El
hombre necesita ser verdadero, Dios conoce todo, sabe quién Lo ama, pero a El
le gusta que los hijos demuestren la fe que tienen delante del mundo. El hombre
necesita dar ejemplo de fe, ayudar a quien necesita y agradecer a Dios la vida
que de El recibió.
Mis
hijos, apresuraos en hacer lo mejor posible para el bien de vuestras almas.
Dios,
hace muchos años, viene avisando al mundo que está llegando la hora del gran
cambio de la humanidad.
Todos
necesitan prepararos porque será un tiempo que va a agradar a unos y desagradar
a otros, los que no se convirtieron.
Para un
hombre ser feliz, él tiene que regresar el corazón a Dios sin demora y cambiar
su manera de vivir, no dar mal ejemplo, necesita vivir correctamente, ser
simples y humildes, no tener vergüenza de profesar su fe delante de nadie.
Mis
hijos, la Santa Palabra de Dios os revela hoy sobre la gran importancia de la
fe, especialmente sois invitados a tomar más conocimiento sobre cómo Dios
realiza Su Plan de Salvación para todos, porque El quiere salvar a todos, no
sólo a una parte.
El hombre
necesita prepararse porque un día puede ser sorprendido por Dios y quedará
preocupado cuando comprenda que el tiempo pasó y él no cuidó del alma, en aquel
momento podrá estar frente a frente con Dios y no está con el alma en buena
condición para entregársela a El.
Vos
escuchasteis hoy cómo Dios sorprendió a Sus discípulos, en el Monte Tabor, en
la hora de la transfiguración de El.
Dios
manifestó Su Poder delante de ellos y ellos no comprendían lo que estaba
sucediendo, se quedaron sin curso, preocupados, sin saber qué hablar.
Pero,
Dios sabía, conocía la fe de ellos, por esto permitió todo lo que sucedió.
En
aquellos días ellos presenciaron la gran maravilla de la transfiguración de
Jesucristo y por fin escucharon la Voz de Dios Padre que dijo: “Este es Mi Hijo
muy amado, en quien puse todo Mi cariño, Escuchadle.” (Mt. 17: 5)
Mis
hijos, la misma orden Dios Padre os da hoy, escuchéis las Enseñanzas de
Jesucristo, creáis en el Santo Evangelio y seréis salvos porque El que es
vuestro Salvador.
Cada vez
que Jesucristo realizó milagros visibles a los pueblos que Lo seguían, los
discípulos también vieron, daban testimonios por donde pasaban, de lo que
vieron y escucharon.
Hoy vos
estáis aprendiendo con ellos a creer, pero muchos hijos todavía no creen.
Felices son todos los que creen sin haber visto, porque tienen fe y con esta fe
están viviendo y aprendiendo cada día más.
El
Espíritu Santo sustenta a cada hijo con la fuerza de la perseverancia y ellos
conseguirán vencer todas las dificultades.
Esto es
lo que vengo a revelaros hoy, para vuestra conversión.
Rezad,
rezad, rezad por los dos Santos Padres los Papas, Benedicto XVI y Francisco,
por todo el Clero, por los religiosos y religiosas, por toda la humanidad.
Rezad por
los ateos y paganos. El valor de la oración es muy fuerte, por esto os invito a
rezar más por vuestros hermanos que todavía no se convirtieron. Nada puede echar
el valor de la oración por esto vos que sois cristianos, sois todos los días
invitados a permanecer firmes en la oración por vuestros hermanos porque debéis
amarlos para agradar a Dios. En breve ellos correrán para Dios.
Rezad por
la Santa Iglesia fundada por Jesucristo, unión y oración, ahora llegó el
momento que recogeréis muchos frutos. Debéis aumentar vuestra fe porque la
situación del mundo va a empeorar mucho por motivo de guerras y enfermedades,
pero lo peor todavía son las grandes catástrofes que están llegando.
Ayudéis a
los Santos Padres los Papas con vuestras oraciones, la misión de ellos ahora es
buscar a las ovejas dispersas y guardarlas con cariño dentro de la Santa
Iglesia. Es necesario que todos los cristianos aumenten más la fe.
Yo os amo
mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.
Brasil,
cuidéis del alma, las tempestades caerán y muchos hijos están viviendo en áreas
de peligro. Ayudadlos, no os quedéis indiferentes a los sufrimientos de
vuestros hermanos.
Todas las
naciones, preparaos para los sufrimientos que están llegando. Confiéis en Dios,
nada venceréis si no confiáis en Dios.
Permaneced en estado de gracia para recibir toda la
asistencia del Cielo.
Ahora os
bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo, la Madre
de Jesucristo
María, la Inmaculada Concepción.
Debéis meditar sobre el Santo Evangelio de hoy: Mt. 17: 1 – 9.
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