Mensaje de Nuestra Señora – María Llena de Gracia
El Advenimiento del Nuevo Mundo – Palabras de Nuestra Señora
El Ultimo Tiempo de Preparación para la Purificación de la Humanidad
9 de marzo de 2014 – 1er domingo de Santa Cuaresma
Queridos hijos, hoy en el día del
Señor, con mucho amor y cariño vengo a bendeciros en el Nombre del Padre, del
Hijo y del Divino Espíritu Santo.
Unidos a la Santísima Trinidad,
vamos juntos a buscar la verdadera Paz para el mundo.
Mis hijitos, este es el último
tiempo para la humanidad salir de su egoísmo y unirse a la multitud de todos
los pueblos, con un solo cuerpo, una sola alma, un solo espíritu y
principalmente con un solo corazón para llegar hasta Dios. Es caminando juntos
de manos dadas que lo logrará.
Sabéis Mis hijos, que es en Dios que
encontrareis siempre el consuelo, el conforte y la felicidad verdadera. Quien
no se una a la multitud de todos los pueblos, quedará en la soledad en la
tierra, porque sobre ella no habrá nada que pueda consolaros, solamente habrá
soledad.
Entonces, todos los pueblos
necesitan unirse ahora más que nunca antes, es principalmente necesitan
desapegarse de toda la materia, para que no se desesperen con la manera
diferente que tendrá que soportar, pues una cosa os digo hoy aquí, ahora,
no será fácil para nadie.
Es necesario que todos se conviertan
desapegándose para ser bendecidos por Dios, recibiendo la Salvación.
Quien se convierta estará siempre
debajo de la protección de Dios.
Mis hijitos, la Santa Palabra de
Dios os revela hoy sobre las tentaciones del demonio sobre Jesucristo en el
desierto y sobre toda la humanidad, hasta el fin de todos los tiempos.
A Jesucristo el demonio lo tentó
mucho y también en el desierto donde Jesucristo fue haciendo sacrificios y
ayuno para defender a la humanidad y pedir al Padre ayuda para ella. Allí, en
aquel desierto, donde Jesucristo estaba, El comenzó la batalla contra Satanás y
su reino.
El soportó
todas las tentaciones por amor a vosotros pecadores, por los cuales El dio su
vida, derramando toda la sangre, toda el Agua de Su Cuerpo en la Cruz para
Salvaros, el fue bárbaramente humillado y
ofendido por aquellos que obedecían al demonio que los instruía. Como los pecadores
que servían al demonio no reconocieron a Jesucristo como siendo Dios, no fue
difícil para ellos martirizar a Mi Divino Hijo.
Vos sabéis que quien no cree, no
tiene miedo, hace con gusto la maldad pues se cree victorioso y por encima de
todas las personas. Pero, Dios allí estaba viendo todo, y lo peor seria para
los hombres crueles.
Jesucristo nunca se dio por vencido.
Mientras El estaba en la tierra para salvar a los pecadores, El nunca dejó de
ser Dios, pero se despojó de Su Poder mientras era hombre, siendo apenas un
instructor de la Salvación, para que todos fuesen salvos El quiso que el hombre
aprendiese el valor de la vida espiritual y conociese el Amor de Dios sobre
todos Sus hijos.
Un pequeño grupo de seguidores
andaba con El, y entre aquellos Jesucristo escogió a Sus discípulos y apóstoles
que llevaran al mundo todo lo que aprendieron, Escuchándolo hasta la hora de Su
Muerte y después de Su Resurrección.
Ellos valoraron, aprendieron y
pasaron a otros los conocimientos que fueron creciendo en ellos y en el mundo,
hasta los días de hoy.
Así Sus Enseñanzas no fueron echadas
al viento.
Los que Lo escuchaban se volvieron
Sus discípulos, como vos sois hoy lo que aprendieron a conocer la Palabra de
Dios y cuidaron de la conversión.
Ser discípulo de Jesucristo y llevar
al mundo el Santo Evangelio para que todos aprendieran la fraternidad, a andar
de manos dadas, nada de prejuicio, nada de superioridad pues superior es sólo
Dios.
Dios está por encima de todas la
cosas, nada existe por encima de El.
Vos sabéis que el demonio tentó a
Jesucristo y tienta a todos vos, porque sois de EL (Jesucristo) y a vos también
el demonio quiere matar, quiere arruinar con vuestras almas. Pero, quien
estuviera atento saldrá victorioso como Jesucristo salió de la tumba
resucitado.
El vino para liberaros de la muerte
y muy pronto sucederá.
Todo tiene un tiempo cierto para
suceder. Los que creen en Dios saldrán victoriosos.
Jesucristo cuando fue tentado por el
demonio, El ya sabía que sería, por esto se preparó, no tenía nada para
arrepentirse porque El nunca pecó, pero ayunó, hizo sacrificios, porque el
merecimiento del Infierno es para quien definitivamente no quiera convertirse,
es la persona que no quiere creer en Dios.
Jesucristo pidió al Padre el perdón
para los que Lo crucificaron, pero El sabía cuántos allí se convertirían. Para
el mismo no tenía que pedir perdón porque El nunca pecó, aun teniendo
naturaleza humana también, pero nunca pecó de ningún modo. El se ofreció al
Padre como víctima, por esto tuvo que pasar tantos sufrimientos para Salvar al
mundo.
Por la Gracia
del Padre y del Divino Espíritu Santo, El recibió fuerza para Resucitar y dar a
todos los que en El creen, la Vida Eterna.
La Resurrección de los muertos será
en el último día, ya está próximo, muy próximo. Preparaos arrepintiéndoos de
vuestros pecados y pidiendo a Dios el perdón de ellos.
Hoy la Santa Palabra de Dios os
revela también sobre la gran importancia de la ley.
Muchas veces preguntáis ¿porqué
antes, cuando no había todavía Ley, habían tantos pecados que eran permitidos?,
pero Yo os digo, permitidos no eran, pero como no había Ley tampoco no había
castigo, porque para castigar se necesita la ley. Por esto Dios dio a Moisés la
Ley y después que la Ley fue dada al mundo, era y es hasta hoy deber de todos
obedecerla, quien no obedece merece castigo.
Ahora cabe al hombre escoger la
Felicidad o la infelicidad.
Quien obedece la Ley de Dios será
feliz y quien no la obedece será infeliz siempre. Esto se llama pecado desde el
inicio del mundo cuando Adán y Eva pecaron. La Justicia de Dios no comete
errores. Lo que Ella determina no tiene error.
Por culpa de un hombre la humanidad
fue a condición de pecador. Pero, por la obediencia total de un solo hombre
Jesucristo, la humanidad ganó el derecho de ser juzgada por Dios para
saber el destino de su alma, si va para el Cielo o el Infierno.
El demonio tentó a Jesucristo y
tienta a toda la humanidad, pero Jesucristo lo despidió diciéndole lo que está
escrito
“Adorarás al Señor tu Dios, y sólo a
El servirás.” (Deuteronomio 6:13)
El diablo perdió fuerza ante la
Palabra y se fue después de que Jesucristo fue servido por los Angeles del
Cielo.
Es esto lo que vengo a revelaros hoy
para vuestra conversión.
Rezad, rezad, rezad por los dos
Santos Padres los Papas, Benedicto XVI y Francisco, por todo el Clero, por los
religiosos y religiosas, por toda la humanidad.
Rezad por los ateos y paganos,
ayudéis a que regresen a Dios con urgencia, el tiempo está venciendo, viene ahí
algo muy terrible para ellos porque no se prepararon, será terrible para el
mundo entero, pero los que están con fe y rezan, se están fortaleciendo para no
desesperarse, estos sufrirán mucho menos. Por lo tanto, vos que tenéis fe y estáis
rezando, vos que creéis en Dios y estáis escuchando el Llamado de El y
enderezando vuestros pasos espiritualmente, sufrirán mucho menos. Por lo tanto,
luchéis por vuestros hermanos haciendo sacrificios, oraciones y penitencias y
haciendo ayunos por la conversión de ellos. Dios os recompensará.
Rezad por la Santa Iglesia fundada
por Jesucristo, unión y oración, todos unidos en esta hora ayudándose unos a
otros con oraciones. Si vos supieseis lo que podéis evitar para vos y para vuestros
hermanos con oraciones, no os olvidéis de rezar a hora ninguna, porque la
fuerza de la oración es mucho más de que podéis imaginar.
Por esto, ayudéis a los Santos Padre
los Papas, vuestra oración junto con la de ellos es de una gran suma, podéis
juntos buscar muchos cristianos que están lejos de Dios, para cerca de El, lo
más rápido posible. Si las oraciones son hechas con verdadero amor, verdadera
fe, con mas esperanza y humildad, vos podéis traer muchos hijos para el Refugio
Seguro que es en Mi Inmaculado Corazón lo mas de prisa que podéis imaginar.
Yo os amo mucho y os cubro con Mi
Manto de Amor.
Brasil, las tempestades serán muy
fueres, preparaos, ellas vendrán de repente, pero hace mucho tiempo que Yo
estoy alertándoos sobre ellas y vos estáis dudando. Preparaos, preparaos.
Muchos hijos no están cuidando de sus casas.
Mis hijos, vos estáis viviendo el
tiempo de la Santa Cuaresma, recordaos que este es un tiempo para renovación y
verificación de vuestros actos. Es hora de cada uno mirar al mundo, a las
vísperas de una gran guerra. Es tiempo de recordar lo que será para la
humanidad no sólo la última guerra, sino que peor, la consecuencia de que ella
causó gran ruina al mundo hasta hoy y que de esta vez quien sobreviva va a
envidiar a quien ya murió.
Para que todos encuentren la
verdadera Paz, rezad, rezad, rezad.
Todas las naciones, estéis atentas,
muchos acontecimientos están a las puertas. Rezad, rezad, rezad. Los que
piensan sólo en ellos mismos están poniendo sus vidas en gran riesgo.
Ahora os bendigo en el Nombre del
Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo, la Madre de Jesucristo, el
Salvador del mundo,
María, la Inmaculada Concepción.
Debéis meditar sobre el Santo
Evangelio de hoy: Mt. 4: 1 – 11.
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