23 DE OCTUBRE 2013
12.40 P.M.
Esta mañana rezamos el Rosario de los niños
No Nacidos con su respectivo Rosario, que con este las Gracias que da Nuestra
Madre es que se detengan los abortos y por las madres que quieren
abortar, también se Bautizan Espiritualmente a los Niños No Nacidos, que por
nuestro Bautismo somos Sacerdotes, Profetas y Reyes y con el nombre de Jesús
María, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.
Nuestra Madre es Bella… Por que ama.
Describo la visión para Gloria de Dios y la
salvación de las almas.
Veo a padre Pío está dando una misa por que
veo en el momento de la Transubstanciación levanta la Hostia. Y de
la Hostia salen rayos de color amarillo muy fuerte de luz brillante como un
sol, me fundo en esos rayos se acerca a mí y me da la Comunión, me bendice.
No deja de ver la hostia admirado y
sorprendido y con sus ojos muy abiertos creo ve, la Pasión de Jesús.
Después veo a Nuestra Madre la Virgen de la
Paz y le miro, le digo “Madre llévame de aquí” y empiezo a ver una como vena de
sangre que circulaba muy rápido corría la sangre pero, digo vena porque
no se describir era sangre que corría de arriba hacia abajo y en eso veo que
ésta llegaba hacia un río de sangre impresionante, porque en este estaban
muchos cuerpos como mutilados, pedazos de miembros y eran bebés, bebés
abortados y después se aclara la visión y lo que forma la vena con sangre eran
cuerpos de bebés pero con tanta sangre no les podía visualizar bien, era
interminable, era interminable. Pero al mismo tiempo vi como esa vena con el
rosario de los Niños No Nacidos; del río corrían esos cuerpos y se introducían
de abajo hacia arriba por esa misma vena y se empezó a formar el rosario con
esos bebés y al ir subiendo ya eran almitas que se introducían al Inmaculado
Corazón de Nuestra Madre María. Ella Nuestra Madre los tomaba y se los ofrecía
al Padre.
Después, fue hermoso porque después me
muestra, me veo en un lugar lleno de rosas blancas, todo era blanco era como un
depósito de rosas blancas y las sentía, y las sentía tan suaves que parecían
algodones. Yo me sentía feliz era todo suave, hermoso todo era blanco y yo
jugaba con estas rosas y se las ofrecía a Nuestra Madre, y se las pongo en sus
brazos, veo que estas se forman en rosarios blancos y entiendo que eran “Los
Rosarios de las Rosas de María” y después me muestra un rosario de rosas rojas
hermosísimo y me lo da en mis brazos y me dice que se lo ponga a una persona,
una de la rosas de María, a esta le dará una gracia especial, pero antes
sufrirá y pasara la prueba.
Todo rosa tiene espina (Las rosas rojas
eran de tamaño grande)
Y le digo “llévame Madre Mía,
llévame” y me toma de la mano y veo a Jesús, Rey de Reyes Él sentado en un
trono, con su corona roja con dorado y su cetro en la mano derecha y este
también rojo con dorado.
Le veo serio, muy serio y yo me dejo ir a
Él y junto con mi ángel me inclino y le adoro como Rey de Reyes y hace un
movimiento fuerte con la mano derecha, con el cetro y se quita como un velo. Y
de lado izquierdo de Jesús veo… lloro y veo muchísimas personas horribles,
horribles, como esqueléticas, debiluchas, como si se fueran a quebrantar,
desmoronar y con sus rostros mirando a Jesús, pero estas parecían demonios
horribles, pero sé que son personas, temblaban.
Nuestro Señor está muy indignado y no les
da la cara, no les mira y se voltea de lado derecho y no les mira.
Entendí que eran almas que se iban a perder
y eran mexicanas. Jesús está muy indignado con México. Entonces empecé a pedir
por todas esas personas y Nuestro Señor, no les miraba y voy con Nuestra Madre
Santísima y tomo la Sangre de Cristo y empiezo a bañarlas y aún esas personas,
no querían ser bañadas con la Sangre del Cordero, pero los ate, tome el rosario
y los ate y con Nuestra Madre Santísima y los pongo entre sus brazos y ella se
los ofrece al Padre.
Veo a Nuestra Madre Santísima, la
Inmaculada Virgen María con su manto azul, vestido blanco y en la cintura un
listón azul y empiezo a ver como burbujas que empiezan a brotar pero estas son
rosas y cada rosa trae un rostro (son blancas y rojas) Y son las nuevas
personas que se unen a las rosas de María, muchas, muchas.
Alabado sea Jesucristo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario