Mensaje de Nuestra
Señora – María Llena de Gracia
El Advenimiento del
Nuevo Mundo, Plabras de Nuestra Señora
El
Tiempo de Preparacion para la Purificacion de la Humanidad
29 de abril de 2012 – 4to domingo de la Santa
Pascua
Queridos hijos, hoy en el día del Señor, con mucho amor y cariño vengo a bendeciros en el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo.
Unidos a la Santísima Trinidad, vamos juntos a buscar la verdadera Paz para el mundo.
Mis hijos, hoy Dios os da más conocimiento, para procurar comprender mejor el Santo Evangelio. Así vos valorizaréis más la Gracia de Dios que os creó y os adoptó como hijos de El. Vos no debéis perder esta unión con El. Vos debéis luchar contra el mal que día a día está invadiendo el mundo y mucho más ahora que llegó el tiempo que Dios va a transformar a Sus hijos pecadores.
El mal es del demonio y él sólo desea vuestra ruina, quiere destruiros, llevaros a la separación de Dios. Quiere haceros esclavos de él y llevaros a la separación de la Felicidad Eterna que os espera. Dios quiere que todos Sus hijos sean merecedores de esta Felicidad, pero el demonio quiere llevaros a la perdición. Cada día él está convenciéndoos a la desobediencia a Dios, vos sabéis que él no tiene poder para atacar a Dios, pero él vienen en vuestra dirección porque sois esclavizados por el pecado, esto le facilita el dominio sobre vosotros, él así quiere irritar la Ira de Dios que os ama. A través de cada pecador él quiere llegar a Dios, quiere ocupar el Trono de Dios, quiere poseer también vuestros corazones. Así desea dominar todo el universo.
Sabéis hijos que él odia a la Santísima Trinidad.
El demonio quiere engañaros con falsos prodigios y destruiros.
Hijos, el demonio sabe que vos no perdisteis lo que él perdió, él ya perdió el Cielo y la Felicidad, vos no, vos estáis todavía en tiempo de hacer lo que es posible para no perder, arrepentiros de vuestros pecados y pedir perdón a Dios. El demonio no puede más, él ya fue juzgado y condenado al Infierno.
Estéis atentos, el peligro de caer en el Infierno es cuando el hombre no se convierte.
Estéis atentos y convertiros antes de que sea tarde. Aumentéis vuestra fe y convertiros, el peligro os amenaza cada día.
Está terminando el tiempo de conversión. Quien no se convierta irá a hacer compañía al demonio, en el Infierno.
Vos todavía podéis valorar vuestra vida, pero el demonio no puede más, él ya perdió la unión con Dios, no recibe ninguna Gracia de Dios. Vos todavía tenéis este pequeño tiempo para enderezaros y vivir de la Gracia que viene del Cielo. El enemigo no tiene más. Por esto intenta vengar en vos la rabia, el odio que le tiene a Dios.
El Juicio Divino es lo más justo que puede existir, es lo más verdadero. El no engaña a nadie, no erra, no comete injusticias, El salva a quien merece ser salvo y condena a quien merece la condenación. Sobre los condenados sólo vienen castigos nada más.
Veáis Mis hijos, como vos sois preciosos para Dios, y procuréis agradecer con la vida convirtiéndoos en cuanto todavía podéis. Si vos estáis vivos en la tierra todavía, no perdáis más el tiempo, agradeced y reparad vuestros pecados, confesad, estéis listos.
Dios está dándoos tiempo, la gratitud es la cosa más bella, la persona saber decir a Dios: Muchas gracias mi Dios por esta vida que me disteis. Despertéis Mis hijos, valoréis vuestra existencia. Quien valora la vida, obedece a Dios, hagáis la Voluntad de El, andéis el Camino al Cielo. Así seréis Feliz Eternamente.
La Palabra de Dios debe ser aceptada por vos. Ella es Salvación.
Está llegando el fin del tiempo de prepararse para la gran transformación que sucederá en el mundo muy breve.
Estéis atentos para no perder las últimas oportunidades que tenéis.
Debéis abrir vuestros corazones a los Enseñamientos de Dios a vos.
Mis hijos, la Santa Palabra de Dios os revela hoy sobre el gran Amor de El por vos. El os dio lo que es más precioso para El, Su Divino Hijo Jesucristo, Su Hijo Unigénito, Verdadero Dios, Verdadero Hombre, para Salvaros.
El es el Pastor que da la vida por vos que sois Sus ovejas. El murió en la Cruz por vos, dándoos la Salvación. El mismo dice: “Yo Soy el buen Pastor. El buen Pastor da la vida por sus ovejas.” (Juan 10: 11).
Mis hijos, en cada tiempo la Palabra de Dios os da un conocimiento de acuerdo con lo presente. Vos podéis hoy comprender que Jesucristo dio la vida por vos y el enemigo sólo quiere vuestra ruina, él quiere poseeros, haceros esclavos de él. Es esto lo que el enemigo ha hecho de todos los pecadores.
Vos sabéis que él es el anticristo, el sólo quiere alejaros de Dios. El odia a Dios y odia a vos también.
Hoy podéis percibir que el anticristo es el lobo vestido de cordero, él llegará causando mayor dispersión y será admirado por vos los cristianos y él quiere destruir no sólo a la humanidad sino también a vuestro planeta tierra. Estéis atentos, él causará una ruina tan grande en el medio de vos que os desequilibrará y os llevará a la dispersión. Jesucristo dejó bien claro que aquel que dispersa las ovejas, es un lobo no es un cordero.
El lobo ataca a las ovejas, no se interesa por ellas. El no mira las cosas de Dios con ojos de bondad, sino que quiere destruirlas.
Jesucristo vino al mundo y cuida de Sus ovejas, El quiere llevarlas todas al Padre.
Mis hijos, vos estáis en el tiempo del anticristo, él ya está en medio de vos, él se viste de cordero para no ser reconocido en el mundo, hasta que llegue su tiempo, pero llegará el tiempo también que él será desenmascarado por Dios y entonces el mundo lo conocerá frente a frente, cara a cara. Será muy breve. Estéis atentos, no os canséis, porque ahora es la hora más peligrosa, hora del mundo dispersarse.
El buen Pastor conoce Sus ovejas, hasta las que están alejadas, muy lejos de Su Amor, pero El las buscará y las traerá de vuelta. Muy breve ellas volverán todas a El, ellas no se querrán alejar más de El.
Mis hijos, preparaos para esta victoria, ya está bien cerca, se aproxima, habrá un solo Pastor y un solo rebaño.
Mis hijos, de todos los tiempos que ya pasaron, el de ahora es más grave, el más doloroso, porque la mayor parte escogió regresar a Dios solamente a través del dolor. Los que atendieron el Llamado de Dios y ya regresaron, estos sufrirán mucho menos. Todo lo que vos debéis hacer es convertiros lo más rápido posible. Vos sois la Iglesia de Jesucristo, Dios os dio un Papa, os dio también tantos sacerdotes que son fieles a El. Los que Me acogieron y todavía Me acogen, otros tantos que están llegando poco a poco, todos los que Me respetan como Soy, la Madre de la Iglesia, tienen la responsabilidad de cumplir sus deberes para con los fieles, todos vos que sois cristianos. Yo os agradezco. Vos fuisteis creados para ser parte de esta Iglesia. Por esto debéis valorar cada vez más vuestra existencia.
Sois protegidos por Dios Padre que os dio el Mayor de los Pastores, os dio al Salvador. Vos sois la Iglesia que El ilumina y que ahora va a purificar, El quiere que todos seáis puros de corazón.
El Divino Hijo vendrá muy breve, pero antes vendrá el Divino Espíritu Santo, El vendrá visiblemente para purificaros y vos iréis para los Brazos del Padre, llevados por el Hijo Jesucristo.
Haced todo para vuestras Salvación. La Fuerza de Dios permanece en los que quieren el Cielo y los que no lo quieren no tendrán la ayuda, no serán llevados al Cielo, irán al Infierno si no se arrepienten, si no le piden perdón a El.
El Pastor tiene otras ovejas que no están todavía dentro de la Santa Iglesia, porque se alejaron y cayeron en una trampa, pero El no desiste de Sus ovejas, El tiene la responsabilidad de conducirlas al Padre. Ellas reconocerán que están en el engaño y regresarán para el Verdadero Pastor.
Son las falsas religiones, los que están en ellas caerán en una trampa, engañados por la serpiente que quiere ganar espacio para lanzar más veneno en el mundo y causar dispersión entre los hombres. Pero en poco tiempo ella perderá el resto de la fuerza que todavía tiene y será encadenada y lanzada en las profundidades el Infierno y de allí no saldrá nunca más.
Dios es la Fuerza mayor que existe, nadie tiene más fuerza que El. Venid todos a pedirle a El de esta Fuerza, la Fuerza que sólo causa el bien, así tendréis fuerza para permanecer en la Iglesia que es Jesucristo, Ella nunca será destruida.
Con esta Fuerza que Dios os da, venceréis la fuerza del mal.
Los que creen en Dios recibirán toda la asistencia de El y vivirán eternamente.
Es esto lo que vengo a revelaros para vuestra conversión.
Rezad, rezad, rezad por el Santo Padre el Papa Benedicto XVI, por todo el Clero, por los religiosos y religiosas, por toda la humanidad.
Rezad por los ateos y paganos, procuréis ayudar a todos ellos, con vuestras oraciones, para que se conviertan con urgencia. Dios os retribuirá pues El quiere que vos os améis unos a otros.
Quien ama reza por los hermanos que están todavía distantes de Dios.
Rezad por la Santa Iglesia fundada por Jesucristo, vientos fuertes pueden derrumbar las paredes de ladrillos, pero una pared humana prevalecerá en la fe, no caerá, por esto es necesario reforzarla cada día más. Es necesario la fe y la esperanza y más todavía, es necesario practicar la caridad. Dios os ayuda a cada minuto, a cada segundo, unidos saldréis victoriosos. Ayudéis al Santo Padre el Papa con vuestras oraciones. Es necesaria más unión entre vos y más unión dentro de la Santa Iglesia para vencer las batallas que vendrán.
Yo os amo mucho y cubro con Mi Manto de Amor.
Mi Manto no es un pedazo de tela, El está hecho de Luz. El Divino Espíritu Santo Me cubre para Yo cubriros.
No soy Dios, soy apenas la Sierva del Señor, aquí estoy por Voluntad de El para ayudaros más en este tiempo final. El tiempo de la batalla contra del pecado.
Hoy llamo a la humanidad entera a acercarse más a Dios, viene ahí una gran tristeza para el mundo.
Brasil, Brasil, preparaos, rezad, rezad, rezad más ahora que nunca antes. Cultivéis la fe para vencer el miedo de los peligros.
Todas la naciones, haced lo mismo. El mundo está necesitando desapegarse de las cosas materiales y despertar a la realidad. La Realidad es Dios.
Ahora os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo, la Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo,
María, la Inmaculada Concepción.
Debeis meditar sobre el Santo Evangelio de hoy: Juan 10: 11 – 18.
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