Mensaje de Nuestra Señora – María Llena de Gracia
El Advenimiento del Nuevo Mundo – Palabras de Nuestra Señora
El Tiempo Final de Preparacion para la
Purificacion de la Humanidad
1 de septiembre de 2013 (Emergencia)
Queridos hijos, hoy en el día del
Señor, con mucho amor y cariño Vengo a bendeciros en el Nombre del Padre, del
Hijo y del Divino Espíritu Santo.
Unidos a la Santísima Trinidad,
vamos juntos a buscar la verdadera Paz para el mundo.
Mis hijos, hoy vuelvo nuevamente a
hablar por Voluntad de Dios, porque
El os ama mucho y quiere que todos estéis listos en este último tiempo que El
está dándoos para vuestra preparación.
Fueron muchos años que Dios os envió
avisos en todas partes de la tierra, para que todos tengáis conocimiento de que
os falta poco tiempo para vuestra concientización sobre la necesidad de convertiros.
El mundo está en gran peligro, debéis rezar con más fuerza ahora, porque
si no hacéis lo que Dios ordena, no vencéreis la batalla de miedo que vendrá
sobre vuestros corazones. No habrá lugar para nadie continuar viviendo en
tranquilidad.
Llegó la hora Mis hijos, que tanto
fuistéis alertados sobre ella.
El mundo
no sabe más cuál es el tamaño de la consecuencia de un conflicto entre dos
naciones, tampoco sabrá cuándo varias naciones decidirán enfrentarse con armas
tan poderosas como estas que están apoyadas por varios países a la espera de un
momento más grave para hacer uso de ellas.
Rezad Mis hijos, hechad fuera el
desánimo, cultivéis vuestra fe porque sin fe vuestras oraciones no producen
frutos y este es un momento muy grave para el mundo, esta es la hora de cada
hijo estar en silencio y hacer entrega de su vida a Dios.
Vos debéis siempre recordar que
debéis vivir como si cada día que amanece, sea el último que tenéis en la
tierra.
Hechad afuera el orgullo y humillaos
delante de Dios, procurad hacer un exámen de conciencia, arrepentíos de
vuestros errores y limpiad vuestros corazones.
Vos no sabéis lo que está llegando
para el mundo.
Es hora de revivir con más amor el
Santo Evangelio y hoy mucho aprenderéis, porque para vencer esta batalla vos
tendréis que humillaros delante de Dios y pedirle el perdón de vuestros
pecados.
Yo ya os dije muchas veces
alertándoos que el mar no será un mar de aguas, sino uno de sangre, porque no
es sólo la guerra sobre la tierra la que va a derramar sangre, sino que también
las catástrofes y las reacciones de la naturaleza con lluvias muy fuertes.
Terremotos, conmociones provocadas por el uso de armas potentes para
destrucción, muerte en masa.
Preparaos vos veréis en el mundo
gran agonía.
No fue por falta de avisos, pero vos
no estáis creyendo en el valor de la
oración, si creyeráis verdaderamente ya estaríais consiguiendo suavizar
lo que está por suceder. Solamente Dios puede ayudaros. Convertíos, convertíos,
convertíos, el tiempo se está agotando, Yo os avisé que en este fin de año el
mundo estaría en gran sufrimiento. Ya llegó la hora.
Mis hijos, la Santa Palabra de Dios
os revela hoy sobre la humildad que el mundo siempre necesitó poseer.
Quien se humilla será exaltado y vos
debéis esforzaros para que Dios os exalte cuando llegue el día de vuestro
juicio.
En aquel tiempo en que Jesucristo
estaba en el mundo, El instruyó a los que Lo seguían, que las personas no deben
ponerse en peligro de situaciones desagradables, no se consideren más grandes
que las otras personas. Sino que se comporten correctamente con simplicidad y
humildad en todo lugar que estuvieréis. Jesucristo explicó bien claro para que
todos los que escuchan Su Palabra conserven dentro de sus corazones lo que El
habla y sepan poner en práctica en el momento cierto.
Por lo tanto, hoy esta Palabra está
siendo dicha como en todos los tiempos, es necesario que todos aprendáis y no
olvidéis principalmente en este final, en este momento final para vos que estáis
enlistado en Mi ejército.
En este momento que estáis siendo
convocados a reuniros nuevamente aquí Estoy revelandoos ahora que llegó la hora
de la batalla que tenemos que vencer.
Vos sólo venceréis si ponéis en práctica las Enseñanzas de
Jesucristo a través del Santo Evangelio y de los mensajes que El os envió
durante todo este tiempo, para que todos se preparen en este momento
final. Escuchad lo que El os revela que
no hay más otro tiempo para convertiros.
Esto es lo que Vengo a revelaros
para vuestra conversión.
Espero que vuestros corazones estén
abiertos ahora, más que nunca antes, porque grandes y terribles cosas están por
suceder. Rezad Mis hijos, la tiera está palpadeando vida, muerte, vida, muerte,
vida, muerte, hasta que todo suceda.
Rezad, rezad, rezad, por los dos
Santos Padres los Papas Benedicto XVI y Francisco, por todo el Clero, por todos
los relgiosos y religiosas, por toda la humanidad.
Rezad por los ateos y paganos,
buscad ayuda para ellos con vuestras oraciones. Muchos ya están reconociendo la
existencia de Dios y pidiéndole a El el perdón por las faltas que cometieron y
procurando reparar sus errores. Fuerza Mis hijos.
Rezad por la Santa Iglesia fundada
por Jesucristo, este es el momento de todos regresar a Dios con urgencia.
Ayudad a los Santos Padres los Papas
en esta hora de regreseo de los que están lejos de Dios, ellos tienen muy poco
tiempo para regresar. Yo no puedo dar el primer paso para nadie, pero el
segundo en adente Yo ya puedo ayudaros y vos también con vuestras oraciones. La
decisión es una cosa muy seria, la persona tiene que decidir solita, después
todos nosotros, Madre e hijos podemos ayudar a la persona a vencer, basta que
ella no se exalte, al contrario, que se humille y diga a Dios: “Yo creo en Vos
mi Dios.”
Mis hijos, si Dios no estuviese
Enviándome hasta la tierra para traeros mensajes de El, vos no habríais
cambiado nada. Yo necesito rezar con vosotros, ayudaros con la Gracia que
traigo para la tierra entera en todo este tiempo. Va a nacer un mundo Nuevo.
Preparaos, sois hijos de Dios y el mundo sois vos.
Yo os amo mucho y os cubro con Mi
Manto de Amor.
Brasileños, estéis atentos a la
llegada de los cambios del tiempo, lluvias pesadas caerán en la tierra entera.
Vos estáis en gran peligro. Permaneced unidos en oración todos los días de vuestras
vidas.
Todas las naciones haced lo mismo.
El peligro es para todos.
Ahora os bendigo en el Nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, la Madre de Jesucristo, el Salvador del
mundo,
María, la Inmaculada Concepción.
Debéis meditar sobre el Santo
Evangelio de hoy: Lucas 14:1, 7 – 14.
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