Mensaje de Nuestra Señora – María,
Llena de Gracia
El Advenimiento del Nuevo Mundo –
Palabras de Nuestra Señora
EL TIEMPO DE LA REALIZACIÓN DE LAS
PROFECÍAS DADAS AL MUNDO
23 de Junio de 2013
Queridos hijos, hoy, en el día del Señor, con mucho
amor y cariño vengo a bendeciros en el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino
Espíritu Santo.
Unidos a la Santísima Trinidad, vamos juntos a
buscar la verdadera Paz para el mundo.
Mis hijitos, vamos llegando al final de este tiempo
de preparación para ganar la batalla final.
Lo que vendrá
en esta batalla, que el mal adelanta sobre la humanidad, no será fácil de vencer
para el hombre, porque el hombre es débil en la fe, es pecador, no tiene fuerzas
suficientes para vencer solo.
Por eso, el
Cielo vino en vuestro socorro enseñándoos que una batalla
se gana con la ayuda de Dios, esta batalla es en contra del cristianismo. Entonces,
indirectamente el mal quiere herir al Cielo, quiere destruir a los hijos de
Dios, porque quiere tomar posesión de todo lo que Le pertenece a Dios.
Vosotros, Mis hijos, aprendisteis durante todo este
tiempo, vosotros, que os detuvisteis para
oír las enseñanzas del Cielo, aprendisteis que una guerra se gana con la
oración. Mas, esta oración se debe hacer con fe, con esperanza y confianza en
el retorno de la Paz.
Ya visteis que ahora comienza a encenderse en el
mundo el deseo de corregir lo que está equivocado, de corregir las injusticias,
la corrupción, la falsedad, pero primeramente vamos a hablar con Dios,
pidiéndole a Él que sane vuestros corazones, que os libere de toda suciedad que
esté dentro de vosotros, pido que todos se detengan y reflexionen en lo que
falta para mejorar el amor en los corazones.
No adelanta buscar discordias, esto no va a mejorar
vuestra vida, en cada día surgirá un motivo para la guerra, es necesario mejorar
vuestros corazones y sólo Dios puede dar esta mejora.
El mundo está
en una situación de debilidad tan grande como si estuviese en estado terminal
de una enfermedad, esta enfermedad del mundo es el apego a la vida material, el olvido de
Dios, la aridez en el amor, porque lo que el mundo más ama es el pecado.
Por eso está
estallando un tiempo de mucho sufrimiento, porque el Amor Verdadero es el Amor
de Dios y los hombres no están luchando por este Amor, están cayendo en una
grieta de la que no conseguirán salir, porque están pidiendo socorro a manos
del gobierno, mientras que deben pedir socorro a Dios.
Tanto los gobiernos como el pueblo gobernado están
en la misma situación, no adelanta hacer promesas de mejoras porque lo que va a mejorar al mundo sólo es Dios.
Tanto los gobernantes como el pueblo están en pésima
situación, lo que se desencadenó en el mundo es la hora para que la humanidad se
detenga y busque la ayuda en Dios.
Confiad, Mis
hijos, que la oración es de gran ayuda para que la Gracia de Dios descienda
sobre vosotros.
Estáis
viviendo ahora la batalla en busca de las cosas materiales, pero ésta la perderéis
para aprender que es necesario buscar vuestra felicidad y la felicidad no
existe sin Dios.
Si queréis mejorar, buscad primero el Reino de Dios
y todo os será dado.
Cuando el
hombre renuncie al pecado, nada le faltará.
Vosotros no
habéis concientizado todavía lo que una guerra trae para el mundo, ella trae
hambre, enfermedades, se pierde todo lo que tenéis, y sólo Dios os puede
consolar. Vuestro
país no está lejos de sufrimientos terribles, todos deben rezar mucho, porque
lo que viene para vuestra patria y para el mundo entero ahora es algo muy
terrible.
Dios no abandona a ningún hijo, a ninguna ciudad, a
ninguna nación, en consideración a los que hacen el bien, Él socorre incluso a
los que no lo merecen, porque Él sabe lo que hace.
Pero vosotros debéis callaros y esperar la ayuda de
Dios con fe y rezando para que esta fe aumente más, día tras día.
Procurad aumentar vuestra paciencia, porque el
peligro está en las calles, está causando víctimas y una vida tiene mucho valor
para Dios, debería tenerla para vosotros también.
Vosotros no
sabéis cuántos espíritus inmundos están infiltrados en medio de la multitud con
formas humanas, para causar ruina, y que el hombre cristiano lleve la culpa.
Existen muchos hijos que están en el camino del
error y prestan servicio al mal. Por eso, debéis
evitar trastornos para vuestras vidas. Vosotros no tenéis la fuerza de acabar
con el mal, necesitáis de la ayuda de Dios, y Él os está ayudando, os está
aconsejando cada segundo a ser pacíficos, silenciosos, a rezar más, y a esperar
solamente en la ayuda de Él.
Mis hijos, la Santa Palabra de Dios os lleva hoy a
reflexionar sobre la renuncia. Dios os
muestra claramente que es necesario renunciar a los pecados capitales para
merecer Su Gracia.
Jesucristo dejó bien claro para vosotros que muchos
no Lo conocen todavía, porque no todos se interesan en pensar en
la Salvación, porque
son esclavos de lo material, piensan que el mundo no necesita de nada, a no ser
qué comer, o qué beber, o qué vestir, y la abundancia material.
Es preciso que
el hombre sepa que dentro de cada persona, creada por Dios, existe un alma y
esta alma no muere por la falta de las cosas materiales, sino que ella muere por
la falta del perdón de Dios, ella se separa de Dios, y fuera de Dios no hay vida. Por eso Jesucristo,
siendo Dios, enseña al mundo a vivir en Él porque solamente en Dios el hombre
vive.
La vida es luz y amor, es felicidad, y sólo Dios
tiene estas cosas, mas Él da de Sí mismo a la criatura para que ella viva
eternamente.
Dios quiere que todos vivan y por eso Él le muestra
al mundo cómo es posible vivir eternamente, para que todos tengan vida eterna junto
a Él.
Jesucristo vino al mundo y sufrió para daros la Salvación.
Quien pisotea la ayuda de Él pierde la Salvación.
Por eso debéis
dedicar más tiempo a la oración, para que esta humanidad creada por Dios merezca
seguir existiendo en el Paraíso, donde sólo existe paz, amor y alegría verdadera.
Es esto lo que vengo revelaros hoy para vuestra
conversión.
Rezad, rezad, rezad por los dos Santos Padres Papas,
Benedicto XVI y Francisco, por todo el Clero, por los religiosos y religiosas,
por toda la humanidad.
Rezad por los ateos y paganos, continuad rezando
por la conversión de ellos.
Rezad por la Santa Iglesia fundada por Jesucristo, unión
y oración, todos los cristianos deben ofrecer a Dios más oración por la paz
mundial. Ayudad a los Santos Padres Papas, todavía hay un número grande de
fieles dispersos, ellos necesitan despertar y volver a Dios.
Yo os amo mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.
Brasileros, vosotros
que sois el pueblo más católico de mundo, rezad con fe para apartar de vuestra
patria el peligro de una gran y terrible revolución. Todo comenzó por cosas sin
motivo, pero los que fermentan el odio llevan el país al peligro del
derramamiento de sangre y también Brasil ya tiene otros peligros de tempestades,
de vientos y de agua.
Se necesita unión y oración, vosotros sufriréis más
de lo que podéis imaginar.
Todos los
países en peligro de la guerra, todos deben ofrecer más oraciones a Dios
mientras puedan. Solamente Dios os puede ayudar.
Ahora os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y
del Divino Espíritu Santo, la Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo,
María, la Inmaculada Concepción.
Debéis reflexionar sobre
el Evangelio de hoy: Lucas 9, 18-24.
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