Mensaje de Nuestra Señora, María Llena
de Gracia
Advenimiento del Nuevo Mundo, Palabras
de Nuestra Señora
EL TIEMPO DE LAS GRANDES TRIBULACIONES
20
de septiembre de 2014
Queridos hijos, con mucho amor y cariño vengo a
bendeciros en el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo.
Unidos a la Santísima Trinidad, vamos juntos a
buscar la verdadera Paz para el mundo.
Mis
hijos, Mis pequeñitos, estoy feliz en encontraros aquí reunidos para Recibirme
en este día tan próximo al terrible acontecimiento en el mundo.
Aquí
nos reunimos en la presencia del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo,
para pedir a Ellos la Misericordia para el mundo que ya agoniza.
Vamos
a agradecer a Dios porque todavía tenemos hogares para sembrar la semilla que
El está dándonos para sembrar.
Estos
mensajes que están en el mundo, vienen del Cielo para que todos los pueblos
despierten y se conviertan. Yo no encontré muchos refugios en el mundo, pero
recurrí a los corazones que estaban listos para Recibirme porque no Soy
reconocida todavía por gran parte de la humanidad, pero muy pronto veréis las
señales en el Cielo. No será más necesario que unos les cuenten a otros, que la
Madre de Dios está llamando a los hombres a la conversión.
La
Mujer Vestida de Sol, el Arca de la Tercera Alianza, estará en el cielo
visiblemente para toda la humanidad. Será el día de Triunfo de Mi Inmaculado Corazón.
Dios
sabe cómo buscar a todos los hijos que El quiere que vivan en el Cielo con El
eternamente. Pero, antes veréis los acontecimientos terribles en el mundo
entero, veréis que Dios avisó y avisó pero la mayoría se hizo la sorda, para no
asumir el compromiso de hacer parte de Mi ejército.
¿Porqué
Dios os llamó tanto?
En
verdad Yo os digo, El os llamó porque os ama infinitamente y El quiere que
todos reconozcan que necesitan de El y en todo instante. Seáis humildes y
reconoced que es hora de doblar las rodillas para pedir el perdón a Dios, no
hay mucho tiempo más.
Mis
hijos, el mensaje de hoy será pequeño, porque Yo ya dije mucho al mundo, todo
lo que él necesita saber, es necesario arrepentirse de los pecados cometidos
y repararlos para recibir la Gracia del perdón.
Si vos supieseis lo que está llegando
para el mundo, vuestras rodillas estarían sangrando de tanto rezar pidiendo
ayuda del Cielo.
Hasta
los animales ya están percibiendo que algo se está aproximando, pero vos estáis
acomodados y no estáis percibiendo ni preparando.
Mis
hijos, la Santa Palabra de Dios os revela hoy sobre lo que es la semilla que
Dios planta y quiere ver crecer y dar fruto.
Es
la Palabra de El y Yo os pregunto, ¿Cuál es la Palabra más fuerte que hoy Dios
os dice? En verdad Yo os digo, es la conversión, esta palabra tiene que ser
conocida por todos, hasta por los niños, porque es momento final para la
humanidad convertirse.
Dios
va a transformar a la humanidad, va a purificarla y santificarla, pero quien no
se convierta, no entrará en el Cielo, ira para el Infierno.
El
mundo evolucionó día a día en muchas cosas, pero se retrasó en lo principal que
es creer en Dios. Los medios de comunicación están quemando cada día más la
pureza, no sólo de los niños, sino también de los adultos. Los hijos no
respetan más a los padres y los padres no están teniendo responsabilidades con
los hijos. Y ahora el fuego de la guerra va a encender y llevar a muchos al
desespero más difícil quedará el reencuentro de la familia. El individualismo
esta como una hierba dañina. Secando el amor de la familia, también seca toda
la fraternidad en la tierra. El individualismo esta como una hierba dañina, en
todas las naciones.
Despertad
y convertíos antes que sea tarde.
Es
esto lo que vengo a revelaros hoy para vuestra conversión.
Yo
ya sé todo lo que vos Me pedisteis hoy aquí, voy a interceder por vos delante
de Jesucristo Mi Divino Hijo y esperar que El interceda delante del Padre
pidiendo por vos.
Rezad,
rezad, rezad por los dos Santos Padres los Papas, Benedicto XVI y Francisco,
por todo el Clero, por los religiosos y religiosas, por toda la humanidad.
Rezad
por los ateos y paganos, haced vuestra parte y Dios os dará gracias especiales.
Rezad
por la Santa Iglesia fundada por Jesucristo, unión y oración, arrepentimiento
de los pecados, confesión, pidiendo perdón de los pecados, y reparación para
recibir las Bendiciones del Cielo.
Todos
unidos en este momento, rezando por Brasil, días de peligro, pueblo agitado
causando discordias.
Dios
no quiere movimientos contrarios al Cielo, esto puede traer serias consecuencias
en el país.
Espero
que todos comprendan que no es con guerra que un país crece, es necesario
luchar primeramente por la paz en todos los corazones. Dios no está satisfecho
con el comportamiento de dos hombres, es necesario recordar que quien gobierna
al mundo es Dios. Es humilde aquel que obedece, respeta y reconoce que sin amor
nada produce el fruto del bien. Si el país quiere despreciar la Voluntad de
Dios, caerá y no se levanta más.
Ayudéis
a los Santos Padres los Papas en esta hora en que la situación del mundo se
agrava y nadie está percibiendo.
Yo
os amo mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.
Brasileños,
estéis atentos, el mar estará violento, las lluvias serán muy fuertes, rezad,
rezad, rezad.
Todas
las naciones, debéis doblar las rodillas pidiendo a Dios la Paz, que toda la
maldad sea eliminada de la tierra para siempre.
Ahora
os agradezco por vuestra presencia y vuestra atención en este día. Vamos a
rezar para que todavía nos podamos reunir más antes de que comiencen las
grandes tempestades.
El mundo verá tres tempestades
horribles, la natural, la espiritual y la perdida de los bienes materiales.
Rezad,
rezad, rezad.
Ahora
os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo, la
Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo,
María, la Inmaculada
Concepción.
Debéis
meditar sobre el Santo Evangelio de hoy: Lucas, 8: 4 – 15, (Lectura 1 Cor. 15:
35 – 37, 42 – 48)
Mensaje de Nuestra Señora, María Llena
de Gracia
Advenimiento del Nuevo Mundo, Palabras
de Nuestra Señora
EL TIEMPO DE LAS GRANDES TRIBULACIONES
19
de septiembre de 2014
En
esta linda tarde el Señor viene a alimentaros con Su Santa Palabra, para que
tengáis Vida Eternamente.
La
Palabra de Dios es Salvación y para que todos sean salvos, Dios os alerta cada día
de vuestro pasaje sobre la tierra para vuestra conversión.
Mis
hijos, es grande Mi alegría en poder estar todavía llamándoos a despertar para
escuchar las alertas del Cielo. Pero, son pocos os que están Acogiéndome.
Dios
quiere vuestra conversión, convirtiéndose día a día vos estáis en el Camino del
Cielo, pero sabéis que es necesario tener firmeza en la fe, en la Esperanza y
practicar la caridad. Sois dependientes de Dios y El os ensena que esas tres
cosas son de gran importancia para vuestra salvación.
Mientras
más demoréis a seguir los Consejos de Dios, más correréis el peligro de perder
la Salvación.
El
mundo será sorprendido de repente por sufrimientos tan fuertes que no
conseguiréis ni salir del lugar donde estuvierais, para procurar ayuda.
Vos
habréis de querer entrar en una iglesia para rezar pidiendo ayuda a Dios, pero
no conseguiréis salir del lugar donde estuviereis. Así sabréis que errasteis.
Los avisos estaban ahí pero vos los despreciasteis, mientras Dios estaba
enviándoos ayuda vos estabais despreciando todo.
Vos
no disteis importancia y hasta criticasteis a los que atendieron al Llamado de
Dios, para anunciar la necesidad de conversión de cada criatura humana.
Sabéis
que en todos los tiempos Dios manifestó a todos los pueblos todo lo que
sucedería en el mundo.
Mucho
más ahora El está avisando porque vos estáis cerca del primer Juicio.
El
Juicio Individual será cuando venga el Divino Espíritu Santo sobre el mundo para
el Bautismo con Fuego Sagrado.
Vuestros
corazones están duros, tan duros que no sois capaces de amar a Dios
verdaderamente y ni a vuestros hermanos.
Vos
estáis queriendo competir fuerza con Dios.
Unos
están matando a otros, gran número está viviendo no como seres humanos sino
como animales. Los animales no tienen noción de lo que hacen, pero vos tenéis,
vos estáis destruyendo todo lo bueno que recibisteis de Dios. Vos estáis
idolatrando el egoísmo. Ya no sabéis amaros unos a otros como Dios os enseña.
¡Pobres
hijos, podéis comprender los peligros que os amenaza hasta con la presencia de
un mosquito, pero no sois capaces de preocuparos con la dureza de vuestros
corazones!
Seáis
hermanos verdaderos, andéis de manos dadas en la vida, pero que sea por la Paz,
por vuestra unión, sea por vuestra salud, sea para no pasar hambre ni sed, y
principalmente no debéis dar vuestras manos para la guerra.
Convertíos,
convertíos, convertíos, Paz, Paz, Paz.
Queridos
y amados hijos de Mi Inmaculado Corazón, os bendigo en el Nombre del Padre, del
Hijo y del Divino Espíritu Santo que os ilumina conduciéndoos para siempre con
Su Luz.
Soy
la Sierva del Señor, María, la Madre de Jesucristo el Salvador del mundo, el
Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. Soy la Inmaculada Concepción
de María, Soy la Mensajera de Dios y en el mensaje de hoy EL os agradece por el
momento de oración y os alerta:
“Mis hijos, cuánta compasión Tengo por vos al
ver vuestra vida en peligro.
Vos
recibisteis de Mí una vida para ser felices, pero vos estáis siempre
despreciando y no percibís que estáis errados porque no tenéis la humildad.
Todo
lo que os doy vos no lo estáis recibiendo con gratitud.
Vos
estáis amando más el pecado que vuestra vida que Yo os di.
Cuánto
os he alertado con mensajes, señales y ayuda, pero cada día vuestros corazones está
más endurecidos.
Son
pocos los que Me escuchan, hasta dentro de la Santa Iglesia existen conflictos
y exigencias para creer que Yo hice llover sobre la tierra mensajes y más
mensajes.
La
dureza del corazón humano esta tan compactada que esta difícil para vos ver que
ya estáis viviendo el inicio del peor conflicto mundial y vos no hicisteis nada
para impedirlo.
El
mundo se hace el sordo, el cojo, el ciego y mudo, y ahora no tiene fuerza para
impedir lo que está comenzando. Vos no aceptasteis las señales que Yo os di
antes que comenzase todo lo que estáis viendo comenzar. Vos no quisisteis asumir
compromisos Conmigo. Ahora es tarde para la humanidad, el mar no será más mar
de aguas, sino de sangre.
Vuestros
cuerpos pasarán por la muerte, pero vuestras almas si estuvieran bien Conmigo
no morirán, sólo mueren las almas que son condenadas al Infierno, porque
pierden la unión Conmigo.
Vuestras
almas verán la muerte de vuestros cuerpos con los ojos del espíritu. Pero, vos necesitáis
creer que vuestros cuerpos resucitaran en el día del Juicio Final, quien
merezca la Salvación vivirá para siempre Conmigo en el Cielo.
Ya
viene llegando el día que vos tendréis que partir de este mundo tierra, mundo
de pecado, pero antes ya tendréis que decidir entre el Cielo y el Infierno.
Quien
se convierte está decidiendo por el Cielo y quien no se convierte está
decidiendo por el Infierno. En el Cielo estarán los que creen y en el Infierno
los que no creen. En el Cielo la felicidad y en el Infierno la infelicidad.
Despertad
y enderezad vuestros corazones, acoged Mis Llamados, sea por mensaje, sea por
señales, sea por el reconocimiento de que de Mi recibisteis la vida para vivir
Eternamente.
Seáis
agradecidos. Recordéis que Yo os amo con Amor Eterno. No debéis perder la
oferta que os hago, Mi Amor por vos.”
Queridos
hijos, unidos vamos a meditar las Palabras de Dios nuestro Padre Eterno, el
Todopoderoso que hoy una vez más os alerta sobre la dureza de vuestros
corazones.
Mis
hijos, la Santa Palabra de Dios os revela hoy sobre Su Reino. Jesucristo vino a
traer la Salvación para todos los pueblos, El habló al mundo sobre la cercanía
de la llegada de la verdadera Felicidad, la Eterna.
Mientras
sois pecadores no sois merecedores de la verdadera felicidad. Pero, al
renunciar al pecado para siempre, el hombre es merecedor de la Felicidad
Eterna. Quien no renuncia definitivamente al pecado perderá la Salvación. Es
pecado no creer en Dios.
Durante
la caminata de Jesucristo en la tierra, la humanidad recibió enseñanzas para
ser feliz eternamente, pero hasta hoy y en un poco de tiempo más, no todos
creerán en Dios.
Jesucristo
murió en la Cruz para Salvar a la humanidad, pero no todos quieren la Salvación,
hasta hoy el hombre está exigiendo pruebas sobre la muerte de El para creer que
El fue cruelmente crucificado. El mundo es cruel y hasta hoy mata inocentes,
matan desobedeciendo a los Mandamientos de Dios, como si fuesen mejores que los
otros hermanos y como si los hermanos fueran descartables.
Pero,
Jesucristo vino para Salvar a todos los que desean la Salvación. El cumplió la
Voluntad del Padre, pero en la tierra El tuvo y hasta tiene más enemigos que
amigos.
Pero,
El escogió a los hijos de Dios más humildes y pequeñitos para caminar con EL,
no sólo hombres sino muchas mujeres se acercaron para Escucharlo y hacer la
Voluntad de El anunciando por donde pasaban todo lo que El ensenaba y contando también
los milagros que El hacía.
Aquel
Hombre que estaba allí, junto a ellos, visiblemente era el Mesías, el Hijo de
Dios prometido al mundo para salvarlo.
Jesucristo
hizo muchos milagros, sembró, sembró, sembró amor y ahora viene llegando la
hora de la cosecha.
El
vendrá a recoger el fruto de Amor que aquí plantó. El fruto de la conversión,
quien no se convierta será lanzado al Infierno.
Todo
odio que está en el mundo va a acabar.
Mis
hijos, el mundo está siempre en guerra y ahora todavía más, pero también están
destinados al mundo muchos otros sufrimientos, catástrofes, tragedias, lluvias
fuertes, volcanes en actividad, enfermedades, pestes, terremotos, hambre, sed y
la caída de cuerpos celestes.
La
pérdida de los bienes materiales por toda la tierra.
Por
lo tanto, habrá lamento en toda la tierra. Pero, vos necesitáis aumentar la fe,
vuestra esperanza, vuestra confianza en Dios y hacer con amor y caridad. Si no
extendiereis vuestras manos los unos a otros, no os convertís y sin conversión
no seréis dignos de recibir la Salvación. Lo que viene para el mundo es un
tiempo de sufrimiento más fuerte que todos, Dios os enseñó que el amor supera
cualquier dificultad. El os dio los Mandamientos para que nada sea difícil para
vos vencer. Todo se resume en el amor verdadero, el infinito Amor de Dios que
es superior a todo lo que existe.
Quien
ama vence porque Dios es Amor y no existe nada que pueda vencer a Dios. Quien
ama tiene a Dios en el corazón, vivirá eternamente. Es por esto si vos fuereis
fieles a El nada temeréis.
Es
esto lo que vengo a revelaros hoy para vuestra conversión.
Tenéis
el gran ejemplo de los discípulos de Jesucristo y de las santas mujeres que Lo
amaban y por El dejaron el pecado. Fueron todos salvos. Hoy están vivos en el
Cielo rezando por vuestra conversión y ayudándoos en todo.
Yo,
vuestra Madre Celestial, dejo a todos Mis Consejos.
Mis
hijos, viene llegando la hora de conocer la Nueva Morada. Allí no hay guerras,
ni enfermedades, ni hambre, ni sed y ni sufrimiento alguno. Solamente paz,
felicidad y amor verdadero. Vos seréis ricos, no de la riqueza que conocéis,
pero de una Riqueza muchas y muchas veces mayor porque es externa.
Vos
resucitareis para vivir delante de Dios. Escuchéis a vuestra Madre Celestial y
preparaos, no tendréis que llevar nada solamente el corazón lleno de amor y
agradecimiento por la vida que recibisteis de Dios.
Ahora
os pido la Santa Misa, la Santa Eucaristía con fidelidad a Dios.
Rezad,
rezad, rezad por los dos Santos Padres los Papas Benedicto XVI y Francisco, por
todo el Clero, por los religiosos y religiosas, por toda la humanidad.
Rezad
por los ateos y paganos, el tiempo está venciendo, haced vuestra parte rezando
con fe por la conversión de ellos. Dios os recompensará y vos os alegrareis
cuando conociereis la buena obra que practicasteis.
Rezad
por la Santa Iglesia fundada por Jesucristo, rezad unidos, juntos en esta
última caminata en busca de Paz para todos los pueblos y con vuestra ayuda de
oración también caerán las falsas religiones y todos retornaran a la Iglesia
que Jesucristo fundó en la tierra. Cuando venga el Espíritu Santo para el
Juicio Particular, todos los hijos de Dios puedan recibir el nuevo Bautismo, el
Bautismo con Fuego Sagrada y se preparen para cuando Jesucristo regrese, serán
felices.
Yo
os amo mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.
Brasileños,
aumentéis vuestras oraciones, lluvias fuertes causarán muchos sufrimientos,
muerte y perdida material. Es necesaria mucha unión entre vos. Desapegaos de
las cosas materiales.
Rezad
para pedir fuerza y coraje a Dios, debéis pedir a El más Sabiduría para aceptar
vuestra purificación. Con las lluvias aumentan las enfermedades y lo peor, el
país no está preparado para socorreros como debe, porque la corrupción desvía
grandes cantidades destinadas a la salud y a los refugios.
Solamente
Dios puede ayudaros. No os quedéis condenando a nadie, sólo Dios puede juzgar,
El ve todo y sabe corregir cada hijo, no es como vos hacéis. El es
perfectísimo, no erra, nadie puede esconder de El lo que hace errado. Todos
serán corregidos, cada uno conforme a su merecimiento. Todos necesitáis reparar
los pecados cometidos.
Todas
las naciones haced lo mismo, la corrupción es la peor lepra que existe, ella
hiere al alma. En todos los países están sucediendo cada día más. No adelanta
cometer suicidio, el alma no muere, quien no se corrija a tiempo va a sufrir
mucho.
Quien
no repara en la tierra será peor para él, va a reparar en el Purgatorio y
algunos irán hasta para el Infierno. Nada queda oculto a Dios.
Ahora
os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo, la
Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo,
María, la Inmaculada
Concepción.
Gracias
por responder al Llamado de Dios y por acoger los Avisos que El está derramando
sobre toda la tierra.
Sabio
aquel que escucha los Consejos del Cielo, aunque esté en la peor situación, en
la dificultad, con la conciencia pesada de tantos pecados cometidos, se humilla
y pide ayuda.
Puede
ser el mayor pecador si quiere ayuda de Dios y se humilla y pide, recibirá.
Pero es necesario recordar que Dios conoce cada pecador. Quien no quiera pedir
perdón de los pecados, va a sufrir más de lo que puede imaginar.
Ahora
os ofrezco Mi Inmaculado Corazón como Refugio en la hora del gran castigo que
se aproxima para el pecado.
Un
gran castigo se aproxima, cuidéis de vuestras almas.
Con
todo el cariño y amor de Madre os deseo Paz y llevo hasta Dios vuestros pedidos.
La
Paz de Nuestro Señor Jesucristo este con todos vosotros ahora y para siempre.
Amén. La Paz.
¡Paz! ¡Paz! ¡Paz! ¡Amén! ¡Amén! ¡Amén!
Bendito sea Dios, Bendito
sea Su Santo Nombre.
Debéis
meditar sobre el Santo Evangelio de hoy: Lucas, 8: 1 – 3.
Mensaje de Nuestra Señora, María Llena
de Gracia
Advenimiento del Nuevo Mundo, Palabras
de Nuestra Señora
EL TIEMPO DE
LAS GRANDES TRIBULACIONES
6 de septiembre de 2014
Queridos hijos, con mucho amor y cariño vengo a
bendeciros en el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo.
Unidos a la Santísima Trinidad, vamos juntos a
buscar la verdadera Paz para el mundo.
Mis hijitos, estoy feliz por estar aquí hoy con
vosotros para rezar juntos delante de Dios a favor de toda la humanidad y por
las almitas de los que están en el Purgatorio.
Quiero que hagáis oraciones aquí hoy en beneficio de
todas las almas de personas vuestras que están en el Purgatorio sean parientes,
sean amigos, pero en agradecimiento a vos que rezáis por ellas, ellas pedirán a
Dios que derrame sobre vos gracias especiales hoy, porque ya es hora de la
humanidad comenzar a despedirse de este mundo tierra.
Las almitas de parientes vuestros están felices porque
vos os recordasteis de ellas y con estos lindos encuentros los primeros sábados
durante este año especial, vos ayudasteis mucho a ellas también y a todas las
almas que están en el Purgatorio.
Yo os agradezco Mis hijos, porque vos os habéis esforzado
en atender todo lo que os enseño.
Un día vos veréis de cerca todo el bien que hicisteis
en aceptar participar de Mi ejército. Mi ejército es lo más poderoso que
existe, él es invencible y alegraos porque cumplisteis la Voluntad de Dios
ayudando a vuestra Madre Santísima que Soy Yo, a buscar la cura para las almas.
Gracias al Padre, al Hijo y al Divino Espíritu Santo, podemos llevar a las
pobres almitas el consuelo de la oración.
Dios os fortalece, Dios cura vuestras enfermedades de
la carne y espirituales. El demonio está irritado porque os rodeé con Mi Manto
y él no tendrá victoria sobre vos.
Gracias Mis hijos porque Me amáis, Me respetáis y tenéis
responsabilidad en Ayudarme en esta batalla. Estoy feliz en saber que sois
capaces de morir por Mí.
Ahora os invito a continuar firmes Ayudándome porque
llegó el momento que voy a buscar a los evangélicos, seáis fieles soldados
rezando el Santo Rosario para que ellos escuchen el Llamado de Dios. Dios
Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo Me dieron este regalo, de buscar a Mis
hijos que tanto Me atacaron, pero que ahora se alegraran porque todavía tienen
el premio de Dios de conocer a la Madre que esperó por ellos con todo amor
de Mi Corazón. Yo nunca dejé de amarlos
porque sé comprender que una trampa infernal los separó de Mí por tantos años.
Cantad himnos de alabanzas a Dios que Me hizo Su
Sierva para Servirle en la hora que El determinase. Cantad jubilosos la alegría
de una Madre ver a sus hijos corriendo para los brazos de ellas, ¡Es muy
grande!
Mis hijitos, estéis atentos a los terribles
acontecimientos que están llegando, ya va a comenzar las tempestades solares.
El mundo no conoce todavía
cosas tan dolorosas como conocerá ahora. Vienen también las tempestades de la
naturaleza y las epidemias. Aumentéis la calidad de vuestras
oraciones.
Mis hijos, la Santa Palabra de Dios os lleva a meditar
sobre la grandeza de la Autoridad de Jesucristo, el Hijo Unigénito de Dios,
Verdadero Dios, Verdadero Hombre y el Poder del Divino Espíritu Santo. En los
días de sábado en cada tiempo tiene un valor muy grande, por esto antiguamente
eran respetados por los pueblos antiguos de una manera diferente a hoy.
Pero, fue el sábado que Jesucristo dedicó a las almas
del Purgatorio y felices son los que atienden este Llamado y cumplen el
verdadero respeto al día del sábado.
Felices los que no se olvidan de las almas del
Purgatorio.
Es esto lo que vengo a revelaros hoy para vuestra conversión.
Rezad, rezad, rezad por los dos Santos Padres los
Papas Benedicto XVI y Francisco, por todo el Clero, por los religiosos y
religiosas, por toda la humanidad.
Rezad por los ateos y paganos, este es el último
tiempo para ellos decidir si aceptan a Jesucristo como Salvador de ellos. Por
esto os invito a rezar más por la conversión de ellos. Vos seréis recompensados
en el Cielo.
Rezad por la Santa Iglesia fundada por Jesucristo,
todos unidos ahora más que nunca antes y os pido para mantenerse cerca de
vos las Toallita Milagrosa y el Tercio para las horas difíciles de calor que
vendrán sobre la tierra.
No tengáis miedo Mis hijos, Dios es el Señor del
Universo, si estuvierais cuidando de vuestra fe ella crecerá y vos sabríais qué
hacer para apartar de vuestros corazones el miedo.
No os quedéis mirando al sol, vos tendréis varias
maneras de observar las tempestades sin mirar al sol. Poned una vasija con agua
en el suelo cuando escuchéis en los medios de comunicación avisando sobre las
tempestades. Mirad apenas dentro de las vasijas, nunca al sol, ni con
telescopios ni otros aparatos, podréis quedaros ciegos para siempre.
Dios orienta a los hijos y si ellos desobedecen,
después van a llorar tarde.
Ayudéis a los Santos Padres los Papas a buscar a las
ovejas que están distantes del Refugio.
Yo os amo mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.
Brasileños, vos recibisteis tantas orientaciones, ya estáis
tan cercas de vuestra Madre que ya estáis comprendiendo mejor los avisos que os
traigo, si continuáis atentos venceréis todas las batallas. Vienen ahí
tempestades torrenciales, desapegaos de las cosas materiales para ayudar a
quien necesita porque las víctimas de las tempestades van a necesitar.
Todas las naciones, haced lo mismo, vamos ahora a
preparar para recibir más hijos de regreso a la Santa Iglesia, acogedlos con
mucho amor, así alegrareis a Mi Corazón.
Ahora os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y
del Divino Espíritu Santo, la Madre de Nuestro Señor Jesucristo, el Salvador
del mundo,
María, la Inmaculada Concepción.
Agradezco vuestra presencia y os invito a ser fieles
en los días de compromiso con Dios, para ayudar en la Salvación de las almas de
Purgatorio.
Debéis meditar sobre el Santo Evangelio de
hoy: Lc. 6: 1 – 5.
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