Mensaje de Nuestra Señora – María Llena de Gracia
El Advenimiento del Nuevo Mundo – Palabras de Nuestra
Señora
El tiempo de la realización de las
profecías dadas al mundo
1 de septiembre de 2012 – Primer Sábado
Queridos
hijos, hoy en el día del Señor, con mucho amor y cariño vengo a bendeciros en
Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Unidos a la Santísima
Trinidad, vamos juntos a buscar la verdadera Paz para el mundo.
¡Mis hijos, Mis pequeñitos hijos! ¡Oh!
Cuán grande es la alegría que siento al encontraros aquí reunidos para rezar
juntos delante de Dios que nos ama con verdadero amor y está dispuesto a
ayudaros en vuestra conversión para merecer un día muy cercano, la entrada a la
Tierra Prometida a todos los que se convierten.
Hoy, en este día dedicado a las
almas del Purgatorio, vamos a ofrecer a Dios nuestras oraciones, Madre e hijos
rezando para liberar a las almas que están en el Purgatorio en la espera de
nuestra ayuda para entrar en el Cielo.
Cómo es bueno saber que muchos hijos
Me acogen y atienden el Llamado que Dios les hace, vienen de lejos con
dificultades, pero vienen con gran alegría en este momento especial que es
individual, al mismo tiempo universal, para festejar la Gracia de Dios.
Mis hijos, hoy nos reunimos aquí para esta fiesta que es el Cielo descendiendo
al mundo, en cuanto el mundo espera vencer su tiempo para habitar en el Paraíso.
Entonces, alegrémonos porque si Dios
escoge este momento para enviaros Su mensaje, es porque El os ama mucho y
valorando el Amor de Dios vamos a escuchar con atención y sembrar dentro del corazón
Su Palabra, aquí, bien dentro de nuestros corazones, para que Ella crezca, y de
fruto, los cuales podremos saborear sabiendo que no contienen veneno, no
contienen traición, no es amargo, es dulce porque viene del Padre.
Mis hijos, la Santa Palabra de Dios os lleva hoy a meditar sobre la fidelidad
que cada criatura necesita tener con nuestro Padre.
Ser fiel, este es el secreto de los
talentos que Dios os dio para vivir sin Traicionarlo, sin Despreciarlo, sin
pisotear en la semilla que El sembró en vuestros corazones.
Dios os da la oportunidad de
multiplicar los talentos que El os dio porque El os enseña día a día, cómo
valorar la vida. Una vida es una cosa muy preciosa, si vos supierais el valor
de vuestras vidas, agradeceríais a Dios día y noche por habérselas dado. Cuando
una persona multiplica sus talentos, ella no peca en contra de Dios ni en
contra de sí misma.
Cuando una persona es fiel, ella
respeta todo lo que es del Cielo, hoy el mundo desprecia el Cielo, y lo coloca
en el último lugar.
Veo las familias divididas dentro de
las propias casas, no está habiendo unión, no está habiendo amor, solamente los
intereses por los medios de comunicación que favorecen la moneda. Familias se desmoronan cuando son golpeadas
por el hambre, cuando no tienen más dinero para sobrevivir. Para estas familias
no hay tiempo para arrodillarse y pedir ayuda porque no quieren hablarle a El,
no están dispuestas a hacer sacrificios, así cada persona va por su lado y los
hijos se quedan sin apoyo, no aprender a vencer una batalla.
Mis hijos, Yo estoy aquí en la
tierra en este tiempo, no para jugar, es muy serio, vos estáis en gran peligro
de caer en el desespero por motivo de la falta de comida, de qué beber, de qué
vestir y principalmente en peligro de desistir en la espera de Dios. Solamente El
puede ayudaros.
Entonces, debéis aprender a vivir de
la Gracia de Dios.
Hoy, en cuanto todavía no acontecen
las catástrofes, vos estáis aprendiendo a no despilfarrar, no pisotear las
cosas que sustentan vuestra carne, pero principalmente
debéis aprender que tenéis dentro de vos un alma que necesita ser alimentada
ahora para que después cuando vengan las catástrofes, y no se espera que
todos estéis en lugares donde todavía exista una iglesia donde podéis recibir
la Santa Eucaristía.
Este Alimento Sagrado, el Cuerpo y la
Sangre de Jesucristo, puede alimentar no sólo el alma, sino también vuestro
cuerpo del hambre pues quien se alimenta del Pan de Vida no muere, vive
eternamente.
La Santa Eucaristía os da la fuerza, os da la alegría de
vivir y vencer.
Mis hijos, preparaos, ya está bien cercano el tiempo en
que vos perderéis todo lo que tenéis en la tierra, pero viviréis con la Gracia
que Dios os da.
Viene ahí muy cercana para el mundo una gran catástrofe y quien se previene
hoy, permanecerá en Dios.
Seáis fieles y tengáis aceptación de
la Voluntad de Dios y no reclaméis, confiad y sepáis que en Dios está vuestra protección,
vuestra victoria.
Es esto lo que vengo a revelaros hoy
para vuestra conversión.
Rezad, rezad, rezad por el Santo Padre el Papa Benedicto XVI, por todo el
Clero, por los religiosos y religiosas, por toda la humanidad.
Rezad por los ateos y paganos, ayudadlos a encontrar el Camino de regreso a
Dios, con vuestras oraciones.
Rezad por la Santa Iglesia fundada
por Jesucristo, donde están los hijos de Dios, está allí la ayuda de El hoy más
que nunca antes, sois invitados a acercarse más a la Santa Eucaristía, para vuestro
conforte espiritual y corporal, pues también vuestro cuerpo fue creado por
Dios.
Muchas personas pasan hambre en el
mundo porque no buscan el consuelo en la Santa Eucaristía, todos necesitáis ahora reconocer que la Santa Eucaristía es el Pan de
Vida, tanto del alma como del cuerpo, porque es el Pan de Gracia que sustenta
una vida.
Ayudad al Santo Padre el Papa en esta hora, esto es multiplicar los talentos
pues el Poder que Dios dio al Santo Padre el Papa trae beneficios para todos
los cristianos. El Santo Padre el Papa es muy responsable con Su deber, él se
da enteramente a Dios para ayudar a salvar más almas. El es fiel en Su deber de
pastor. Pero, así mismo necesita de vuestras oraciones.
Hoy especialmente el día de sacar
las almas del Purgatorio, el Santo Padre el Papa hace su esfuerzo para no dejar
de hacer oraciones por las almas. Quien ayuda es también ayudado por Dios.
Yo os amo mucho y os cubro con Mi
Manto de Amor.
Brasileños, estéis atentos, lluvias
fuertes, muy fuertes caerán sobre vos, estéis firmes en las Manos de Dios.
A todas las naciones, acercaos más a
Dios con urgencia.
Una gran guerra está para estallar en cualquier momento.
Todos los países sufrirán las
consecuencias.
Ahora os agradezco por vuestra
presencia especialmente los que vienen por primera vez. Regresad todos vuestros
ojos para el Cielo y pidáis a Dios que os de cada día mas coraje para rezar,
pidiendo la Paz mundial.
En el próximo encuentro os espero a
vos, rezad para que las Santas almas del Purgatorio entren al Cielo, ellas ayudaran
a vos más.
Ahora os bendigo en el Nombre del Padre, del
Hijo y del Divino Espíritu Santo, la Madre de Jesucristo, el Salvador del
mundo.
María, la Inmaculada
Concepción.
¡Paz ! ¡Paz ! ¡Paz ! ¡Amén ! ¡Amén ! ¡Amén !
Debéis meditar sobre el Santo Evangelio de hoy: Mt. 25,14-30.
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