Mensaje de Nuestra Señora – María, Llena de Gracia
El Advenimiento del Nuevo Mundo – Palabras de Nuestra Señora
El Tiempo del triunfo del Inmaculado Corazón de María y la conversión en masa
20 de noviembre de 2011
Queridos hijos, hoy en el día del Señor, con mucho amor y afecto Vengo a bendecirlos en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Unidos a la Santísima Trinidad, vamos a buscar juntos la verdadera paz para mundo.
Mis hijos, Mis pequeños, ustedes que Me escuchan, saben que Vengo en el nombre del Señor que los invita a vivir este momento final de preparación de su purificación.
Deben mantener su corazón más abierto a Dios. Ustedes están cerrados debido a la gran pregunta que aún existe en sus pensamientos. Renuncien a sus dudas y estén firmes en la fe Mis hijos. Es necesario perseverar en su decisión por la salvación.
Cuando ustedes estén creyendo que Dios les habla, perseveren en la fe, la esperanza y la confianza. Si se quedan como una red no van a llegar al Cielo, deben tener una decisión permanente. Que han decidido abrir sus ojos espirituales,
Dios les está mostrando las trampas que el diablo pone a sus pies, y les está enseñando principalmente como no caer en ellas.
Presten atención, el reloj no se detiene, sus vidas necesitan mucha protección. El cielo está mirando para fortalecerlos y protegerlos, sólo tienen que seguir las enseñanzas del Evangelio, como para su crecimiento espiritual que Jesucristo, Mi Divino Hijo, el Hijo Unigénito de Dios, verdadero Hombre, que dejó estas enseñanzas, que la mayoría de la humanidad no entiende porque el mundo se está ahogando en las aguas oscuras donde los grandes monstruos se esconden, esperando para destruirlos. Todas las personas están en peligro, todo el mundo necesita mantenerse despierto, porque el enemigo le gusta la basura, le gusta la oscuridad para atacar y poseer los cuerpos de aquellos que se convirtieron en sus esclavos. El utiliza a estos cuerpos para hacer más de sus actos malignos contra Dios y contra aquellos que han decidido por la Salvación.
Sus esclavos hacen lo que él requiere, son adictos a hacer el mal.
El mundo se desvió del Camino del Cielo, el mundo está en gran peligro.
Despierten Mis hijos, escuchen lo que Dios les revela en este tiempo en que el mundo está entrando en su purificación.
El hombre necesita de Dios, el hombre debe llegar a la santidad. Por eso deben valorar este tiempo, alimentándose del Alimento que viene del Cielo, la Palabra de Dios.
Llegó el momento en que El les muestre Su Poder de transformar sus corazones. Durante muchos años se han dado cuenta de que el mundo en vez de mejorar está más lejos del amor, de la fidelidad a Dios. Hay mucha división. Por eso viene para el mundo la hora de la purificación no es sólo el día del Aviso, sino que también las pruebas que tendrán que pasar sin protestar.
Quien no ha practicado la caridad se comportó con egoísmo, indiferencia, orgullo, despreció a los pobres y no los aceptó en sus caminos, no los aceptó como son, se les negó el amor, se les negó la ayuda. Ahora ustedes tienen que responder por sus acciones, no hay más tiempo para continuar, deben cambiar con urgencia, de tener aceptación de lo que Dios quiere que sea cambiado en todos los corazones.
Ha llegado el momento de conocer la verdadera felicidad. Y la tendrán sólo aquellos que aceptan la voluntad de Dios y se arrepienten.
La desviación ha sido muy larga y no hay tiempo para que el hombre se quede despreciando la vida que recibió de Dios. Es necesario convertirse, y reconocer que sólo Dios puede salvarlo.
Ahora sólo hay una manera para que regrese libre y por su propia voluntad como sucedió con muchos hasta ahora. Existe el regreso a través del dolor y ellos regresarán. Regresarán heridos por la guerra, arrastrándose por el suelo, hambrientos, sedientos, enfermos, pero el Señor es bueno y misericordioso, El los ama con Amor Eterno.
Dios no obliga a nadie a regresar, porque obligado no tiene ningún valor, no tiene sabor, no tiene duración, porque sólo es agradable a Dios lo que se hace con respeto, con amor verdadero.
Dios no quiere cosas que no sean producidas por los buenos sentimientos. No adelanta una persona a hacer lo que otra hace. El hombre debe amar la vida.
Un hombre no es responsable por la conducta de otro, sino por su propia actitud. Su fe, su agradecimiento por la vida, sus sentimientos, su conversión tiene que suceder con buena voluntad. No tiene sentido presionar a nadie, cada uno tiene que apreciar este tiempo, porque el tiempo es una prueba de amor a Dios. Ayudar no significa sentir uno por el otro, se puede ayudar por la bondad, y ser bueno es un deber, la bondad no se le puede negar a nadie, sea quien fuera la persona tiene la bondad para dar porque la recibió de Dios.
Es como el agua, nadie produce agua, sólo Dios, el hombre recibe de la bondad de Dios y tiene que dejarla ir hacia adelante como el flujo de los ríos, nada los puede secar, sólo Dios puede. Si el hombre cerca el agua, pasa por otro lugar, se infiltra en el suelo, pero sigue adelante. La bondad debe pasar en todos los corazones, no adelanta el hombre que quiere ser malo, él cometerá más maldades pero Dios mostrará que no puede ser así, si no cambia y se rebela en contra del Poder de Dios irá al infierno.
La bondad es infinita, Dios creó al hombre para ser bueno, si él no quiere ser bueno de ninguna manera, no tendrá la vida eterna, sólo el castigo eterno. La separación del amor de Dios, cada uno elige, o el amor o ser castigado.
Quien no produce el bien está produciendo el mal. El mal prospera, las heridas abiertas en el alma, destrucción, hambre, sed y enfermedades en el mundo. Todo esto provoca las guerras, y todo el mal que se practica en el mundo se une como un imán y forma una ofensa tan grande. La Justicia Divina que será el regreso del castigo, los desastres, tragedias, está llegando a toda la humanidad, tanto los buenos y los malos perecerán juntos, pero Dios va a separar lo que es valioso para El y darle fin a lo que no tiene ningún valor. Por eso el mundo conocerá la oscuridad, que es el castigo por las ofensas a Dios. Todos tienen que despertar y cambiar la forma de actuar, es tiempo de aprender de una vez y por todas las bondades. Ustedes deben vivir sólo para Dios con Dios y en Dios. Quien no haga esto, sentirá la mano dura de El.
La Santa Palabra de Dios los lleva hoy a reflexionar sobre todo lo que Él ha revelado en el Santo Evangelio de hoy. La hora de separar a los buenos de los malos.
Lo que es bueno tendrá el Paraíso, el Cielo y lo que es malo tendrá el castigo, el infierno.
Esto es lo que vengo a advertir hoy para su conversión.
Conviértanse al Señor con el espíritu puro, fraterno, de igualdad, de justicia, sean fieles a Él y Él será misericordioso con vosotros. Obedezcan los mandamientos de Dios y la Santa Iglesia, así entrarán en el Paraíso, de lo contrario si pisan la Santa Palabra de Dios, irán al infierno. No deben provocar la ira de Dios.
Oren, oren, oren por el Santo Padre Benedicto XVI, por todo el clero, los religiosos y religiosas, oren por toda la humanidad.
Oren por los ateos y paganos, ayúdenlos, sean buenos unos con otros sin importar lo que ellos piensen ahora, la hora de ellos despertar está llegando y sus oraciones les ayudará a no renunciar, a pedir el perdón a Dios. TODO LO PODEMOS CON EL VALOR DE LA ORACIÓN.
Oren por la Santa Iglesia fundada por Jesucristo, no se queden de brazos cruzados, están en gran peligro, reorganicen sus mentes, la persecución aumenta día a día, y orando ellas no tendrán poder sobre ustedes. Ayuden al Santo Padre el Papa.
Las campanas están listas para tocar anunciando al mundo el momento de la purificación. Está llegando el tiempo de la venida del Señor. Alégrense todos los que son buenos como El les enseñó. Los que no están preparados les digo, echen fuera el prejuicio, iguálense uno con el otro, sean hermanos independientemente del color, raza y desenvolvimiento social, sean verdaderos cristianos. Ayuden al Santo Padre en busca de almas en peligro.
Los quiero mucho y los cubro con Mi manto de Amor.
Las pruebas comenzarán, fuego, agua, hambre, enfermedades, sed, y guerras que alcanzaran al mundo, prepárense, Dios está con vosotros.
Brasil, fuertes lluvias que caerán sobre vosotros, recen todos los días.
Todas las naciones prepárense con la oración.
Todos los países están vulnerables al sufrimiento mayor ahora.
Ahora los bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, la Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo,
María, la Inmaculada Concepción.
Deben meditar el Santo Evangelio de hoy: Mt.25, 31 - 46.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario