Mensaje de Nuestra Señora – María,
Llena de Gracia
El Advenimiento del Nuevo Mundo –
Palabras de Nuestra Señora
EL TIEMPO FINAL DE LA REALIZACIÓN DE LAS
PROFECÍAS DADAS AL MUNDO
7 de septiembre de 2013
Queridos hijos, con mucho amor y cariño vengo a bendeciros en el Nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Unidos a la Santísima Trinidad, vamos juntos a buscar la verdadera Paz
para el mundo.
Mis hijitos, siento gran alegría en poder todavía descender a la tierra
y estar aquí para rezar juntos delante de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu
Santo, la Santísima Trinidad.
Vos sabéis que hoy es un día especial, día dedicado a Mí y a las almas
del Purgatorio. Es Dios quien os reúne aquí para que podáis recibir la Gracia
que El os concede y Yo, siendo vuestra Mediadora, vengo a Derramarla sobre vos
por orden de El. Pero debéis comprender que El está presente, los Angeles
también están presentes, pero la misión de derramar la Gracia sobre vos El
Me la dio a Mí.
Entonces, recibid con amor Mis hijos, esta Gracia que os traigo hoy, vos
sabéis que la Gracia es fuerza para vencer. Es más bonito la persona luchar
para agradar a Dios, haciendo Caridad.
Entonces, hoy vos dejasteis vuestras casas y vinisteis a recibir la
Gracia de la Caridad que iréis a hacer en beneficio de los que ya partieron de
este mundo tierra y hoy están en el Purgatorio a la espera de que personas
caritativas se acuerden de ellas, luchéis por ellas para que ellas pueda entrar
definitivamente en el Cielo, ver a Dios y vivir en la presencia de El.
Pobres almitas, muchas todavía están allá por más tiempo porque no
valorizaron el tiempo bueno que Dios les dio a ellas, muchas llevaron deudas
pesadas, difíciles de pagar porque sólo se arrepintieron en la hora de la
muerte, no tuvieron cuidado de sus almas y pecaron mucho más de lo que ya
fueron para el Cielo. Con vuestra ayuda ellas van siendo purificadas y luego
podrán ver la Luz de Dios.
Mis hijos, espero que esta
revelación sirva de ejemplo.
El mundo está a las puertas de sufrir mucho, con tantos acontecimientos
horribles llegando. Preparaos, nadie sabe cuál es el día ni la hora de partir
de aquí para presentarse delante de Dios. Recordéis los Mandamientos, recordéis
los Sacramentos. Vos sois la Iglesia de
Jesucristo, preparaos, es hora de construir esta Iglesia dentro de vuestros
corazones, pero muchas veces vos estáis poniendo un ladrillos en esta
construcción y estáis echando a dos (2) al suelo, así no conseguiréis.
Practiquéis
la caridad, y haciendo la caridad es que vuestra construcción se reafirma y no
cae. No os debilitéis porque Dios va a cubrir vuestra construcción y entonces
habrá una linda Iglesias donde El tendrá la alegría de entrar y estar.
Ayudéis
a quien necesita, mucho más ahora debéis preparar vuestros corazones para el
acogimiento, viene para el mundo un gran y terrible sufrimiento. Vos no estáis
listos.
Comencéis
practicando la ayuda a quien la necesita, echéis afuera el prejuicio, todos de
aquí a unos tiempos necesitaran ayuda. Quien se queda escogiendo la apariencia
para dar asistencia, está lleno de prejuicios. Haced el bien sin mirar a quien,
si una persona os engaña, ella ya está derrotada porque Dios ve todo y quien
abusa de la caridad que otro hace, va a ser corregido por Dios.
Vos
no os preocupéis si las personas agradecen la caridad que hacéis o no, porque
ellas serán juzgadas muy pronto por Dios y El es Justo, hará justicia conforme
al merecimiento de cada uno. Por lo tanto, quien es caritativo sólo tiene cosas
buenas para recibir de Dios, no será perjudicado en nada.
Ahora
es hora del acogimiento, veréis muchos necesitados llegando a vuestro país,
esforzaos en recibirlos bien, el Padre de ellos es el mismo Padre de vosotros.
Seréis bien recompensados. Cuanto más dieres asistencia a quien la necesite,
más recibiréis porque El Padre da todo al doble a quien tiene buen corazón.
Mis
hijos, la Santa Palabra de Dios os revela hoy sobre la confianza, que debéis
hacer lo que Jesucristo os enseña. No debéis temer a hacer lo que es necesario
ser hecho porque estáis haciendo por orden de Quien tiene el Poder para
autorizar a vos a hacer. Todo lo que Jesucristo os enseña es lo cierto, haced
sin miedo de estar errando, confiad y practiquéis el bien.
Vos recibiréis dentro de poco tiempo
la Promesa de Dios. El os prometió la Venida del
Paráclito, el Divino Espíritu Santo, el
Consolador que vendrá a purificar a todos los que irán a vivir en la Felicidad
Eterna. El os dará la cura de vuestros pecados y los bautizara con el Fuego
Sagrado para entrar en la Eternidad.
Prepararos, después de Jesucristo
vendrá el Juicio Final y llevaros al Cielo si vos fuereis aprobados en el
Juicio. Preparaos para subir en la balanza.
El
mundo entero puede negar esta profecía, pero el mundo entero no podrá apagarla
porque fue Dios quien os reveló.
Es
esto lo que vengo a revelaros para vuestra conversión.
Comenzó
en este mes el tiempo de las lamentaciones, quien tuviera fe no caerá,
caminará firme en esta subida para vuestro calvario con la certeza en la
Resurrección que Dios os dará. Creéis en el Santo Evangelio y seréis
Salvos.
Rezad,
rezad, rezad por los dos Santos Padres los Papas Benedicto XVI y Francisco, por
todo el Clero, por los religiosos y religiosas, por toda la humanidad.
Rezad
por los ateos y paganos, continuad firmes en vuestra misión de rezar por ellos
hasta el fin.
Rezad
por la Santa Iglesia fundada por Jesucristo, estéis listos para el Juicio
Particular, confesando y reparando vuestros pecados.
La
reparación hecha con la práctica de la caridad, especialmente la caridad de
perdonar a los que os ofenden y especialmente la caridad de no ofenderos unos a
otros.
Ayudéis
a los Santos Padres los Papas, sólo Dios sabe porqué ellos necesitan mucho de
vuestra ayuda en esta hora del retorno de los que fueron siguiendo el camino
que el demonio mostró para que ellos cayeran en las trampas.
El
demonio es maestro del mal camino pero Dios es fuerte e Inmortal, es Santo, El
busca a los hijos que fueron engañados y los coloca en el Camino del Cielo.
Jesucristo es el Unico Camino que lleva al hombre para el Cielo.
Yo
os amo mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.
Brasileños,
rezad por vos y por el mundo entero.
Vos
sois un país católico, Dios os dio mucho y vos podéis ayudar a los que
necesitan de oración para vencer la batalla que va a comenzar en el mundo.
Todos
los pueblos, rezad, rezad, rezad.
Agradezco
vuestra presencia y os pido, seáis perseverantes en vuestra participación del
combate al demonio.
Las armas no golpean al demonio, pero las oraciones le quitan la fuerza
de él.
Espero
vuestra presencia en el próximo encuentro y os deseo la Paz de Mi Divino Hijo
Jesucristo.
Ahora os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu
Santo, la Madre de Jesucristo el Salvador del mundo,
María, la Inmaculada
Concepción.
Debéis meditar en el Santo Evangelio
de hoy: Lucas 6: 1 – 5.
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